Se puede viajar a un
pueblo o ciudad para ver su urbanismo, arquitectura, arte y tradiciones, pero
también, como hemos hecho en este caso, para visitar y conocer a un artesano
jubilado, una de los muchos que hay en Castilla y León, y en otros lugares,
que, al terminar sus años de actividad laboral, dedican o han dedicado gran
parte de su tiempo a realizar este tipo de trabajos, merecedores de admiración
y respeto. Es el caso de Hernán del Río, de Quintanilla del Monte, al que hace
ya unos meses visitamos y nos contó
algo sobre su vida, pero sobre todo lo que se refiere a su trabajo artesanal y
artístico.
Nació en Burganes de
Valverde, aunque nos dice que se crió en Olmillos y que trabajó de albañil en
Villabrázaro. Además de albañil, y ya en Quintanilla, fue agricultor. También
nos cuenta que su aficiones siempre fueron la caza y la pesca y que con esto de
las artesanías empezó a los 75 años y “ahora tengo ya 86”. La verdad es que
Hernán se encuentra en buen estado y con ganas de seguir con esta su afición, a
la que ha dedicado muchas horas y que tan buenos momentos le ha proporcionado a
él y también a su familia y a quienes le visitan para conocerlo.
Ha expuesto sus obras
en diversos lugares entre ellos, y de
modo especial, en Quintanilla. Pero también en Villalpando en los días de la
Feria de la Madera, en Milles de la Polvorosa y en algunos más.
Hernán tiene su
domicilio en Quintanilla, pero su taller o, si queremos, el lugar donde trabaja
en sus artesanías, lo tiene, aunque no lejos,
en otra parte del pueblo, en el que dispone de pequeña huerta y las
dependencias necesarias y acomodadas para este su trabajo o afición. Al llegar
al lugar, y en la misma calle, pudimos ver que algunas obras colocadas sobre el
muro servían para indicarnos su lugar de trabajo. Y al entrar en el patio otras
nos lo confirmaron. Y es que Hernán fue siempre agricultor y un gran aficionado
a la caza, lo que deja ver en muchas de las piezas que estábamos viendo.
En una habitación que
da al patio tiene su taller en el que estaba trabajando sobre una mesa,
concretamente pintando un ave de madera que acababa de hacer. Por lo demás se
ven herramientas muy diversas sobre la mesa y sobre las paredes del local. Y en
los armarios o estanterías muchas de las esculturas que había realizado.
Las maderas que utiliza,
de modo especial, son la encina, el nogal y el abedul, aparte de otras de menos
calidad.
Después de conocer su
lugar de trabajo y con las explicaciones pertinentes sobre su vida y sus
trabajos y aficiones, nos enseña el lugar en el que, a modo de almacén, tiene reunidas
y colocadas en estanterías gran parte de sus obras. La verdad es que llaman la
atención a todos los que las ven, y piensan que solamente han podido ser hechas
por un artesano, y también artista, con gran sabiduría y experiencia, como es
la que tienen y demuestran muchos jubilados, que después de su vida laboral, se
dedican plenamente a este tipo de trabajos.
Por allí vemos muchas y
variadas especies de aves, como buen aficionado a la caza: perdices, águilas,
pito real, codornices o quebrantahuesos; y también liebres, conejos, etc.
Además, como
agricultor, ha hecho varios objetos en madera: arados, horcas, rastros, etc.
Y en madera también
tiene todo tipo de útiles y herramientas: percheros, cadenas, martillos,
cucharas y tenedores, llaves, candados, carracas pequeñas y grandes, etc.
Vemos por allí también
bastones con su puños en forma de aves y de colores muy llamativos.
Y por último vemos también pequeños objetos
como anillos, avalorios, llaveros, etc
Hernán nos dice que ha
aprendido el oficio por su cuenta, aunque ya su padre le transmitió esta su
afición, al verle cómo preparaba él mismo los arados que utilizaba en la
agricultura
Por último hemos
comprobado que, además de trabajar en y con la madera, según nos cuenta, hace unos años aprendió la técnica de la
taxidermia y lo hizo por correspondencia. Y que la emplea sobre todo con
algunas de la piezas que caza. De hecho vemos algunas en el armario en que
trabaja en sus artesanías.