domingo, 20 de enero de 2013

Valdescorriel: Las Roscas de San Antón.




Vista del pueblo desde el alto de las bodegas. En primer término el cementerio.
Los vecinos de Valdescorriel, de acuerdo con el sacerdote encargado de la parroquia, celebraron el sábado pasado la fiesta de san Antón. Aunque hace años había más actividades con tal motivo: bendición de animales, refranes, etc. en esta ocasión se han limitado a la misa, la bendición de las roscas, que se entregan a todos los asistentes, y bendición también de las ofrendas o donativos hechos al santo que se subastaron a las puertas de la iglesia, al finalizar la misa. 
La verdad es que las cosas han cambiado algo desde que en el año 2006 me acerque también al pueblo para conocer cómo se celebraba esta fiesta. Entonces eran más los actos y mucha mayor la asistencia a los mismos. Y es que para continuar con las tradiciones populares en los pueblos de Castilla y León se necesita de personas que las organicen y que cuenten también con la colaboración y asistencia de los vecinos del pueblo y también de los forasteros. En muchas localidades, como ha ocurrido aquí, y para facilitar la asistencia a los diversos actos, suelen trasladar algunas fiestas o celebraciones a los fines de semana. Nunca es tarde para recuperar las antiguas tradiciones en este y en otros pueblos.
San Antón es un santo muy popular, santo muy relacionado con la agricultura y ganadería. De hecho se le considera el patrón de los animales, sobre todo los domésticos. Pero también atiende a necesidades humanas. Desde siempre se le tuvo y considero como sanador de enfermedades cutáneas: quemaduras, llagas, y otras enfermedades de la piel como la conocida y denominada Fuegos de san Antón. La gente rezaba al santo y veneraba sus reliquias en la creencia de buscar la sanación. Incluso con su nombre y bajo su protección se crearon y construyeron hospitales.
A las trece horas del pasado sábado sonaban las campanas en Valdescorriel anunciando el comienzo de la misa en honor de san Antón. Un poco antes dos vecinos colocaron el santo en el presbiterio, junto al altar, y en su mano derecha una gran rosca.“Esta es la del santo, siempre se hace una especial para él, la mejor y sobre todo la más grande, que para eso es su fiesta”, me dice uno de ellos. Al otro lado del altar una caja llena de roscas más pequeñas, que una vez bendecidas se repartirán ente los asistentes.

Un vecino del pueblo tocando las campanas el día de san Antón.
Colocan también  la rosca sobre la mano izquierda del santo.
La rosca de San Antón, Año 2006.
Roscas preparadas para este año.
Las roscas del año 2006.
Por otra parte, a la entrada de la iglesia y sobre una mesa algunas personas van colocando sus donativos u ofrendas varias, en metálico y también en especie. Por allí hay berzas, cebollas, zanahorias, tomates, etc.; y también una caja con huevos, un jamón, una longaniza, etc. No veo animales domésticos, como ocurre en algunos pueblos, en los que se celebra la subasta.

Botellas de vino y otras ofrendas.
Un jamón y productos de la huerta.










Por supuesto que en la misa es más solemne que otros días. En ella participan todos los presentes, tanto en las diversas oraciones, como en los cánticos. En la homilía el sacerdote habla sobre san Antón y sus virtudes y valores cristianos, sobre todo el de la entrega y ayuda a los más necesitados. Al finalizar la misa tiene lugar la bendición de las roscas y la entrega de una de ellas a todos los asistentes al acto. Todos se irán para casa con la rosca de san Antón, y la comerán con gusto y agrado, pues además de tener buen sabor, está bendita.

Un momento de la misa el día de san Antón. Año 2006.
Bendición de las roscas de san Antón. Año 2006.
Entrega de roscas en el año 2006.
La verdad es que las roscas tienen buen aspecto y seguro que mejor preparación. Y es que en algunos pueblos existen hornos particulares de leña que contribuye a un mejor color y sabor de ciertos alimentos. Los de Valdescorriel han elegido uno de ellos para las roscas del día de san Antón.
A continuación, y para terminar el acto, se celebró, a las puertas de la iglesia, la subasta de las ofrendas al santo. Aunque este año se contó con menos gente, sí resultó del agrado de todos los presentes.


Personas que van llegando a la iglesia.
Otros vecinos esperan en el soportal.
Fueron muchos lo vecinos y forasteros que asistieron a la subasta. Año 2006.
En Valdescorriel, a pesar de todo, han celebrado la fiesta de san Antón. Hay que tener en cuenta que, como ocurre en casi todos los pueblos, gran parte de las personas son mayores: Esto es lo que me de decía uno de ellos: “Es lo que hay, no podemos pedir más. Nosotros mientras podamos seguiremos celebrando esta y otras fiestas, porque la tradición manda, y son muchos los años con estas vivencias”. Le digo que así debe ser, pues por su experiencia, vital y práctica, son ellos, los mayores, quienes más y mejor pueden informar a los demás sobre las costumbres del pasado, algunas de ellas merecedoras de perdurar en el tiempo, como puede ser esta fiesta, en la que no debieran faltar los refranes, las subastas, y por supuesto las ROSCAS de SAN ANTÓN.