Este pueblo, en la
ribera del río Eria, conserva varias casas que destacan por este tipo de
arquitectura, construidas con tapial o adobe. Y con puertas, ventanas,
tejadillos o troneras, que adornan y completan su construcción.
En el pasado, y en el
pueblo, hubo algunos que ejercieron el oficio de albañil. Nos dejaron como
testimonio algunas de las casas que todavía podemos ver y admirar en la
actualidad y que ojalá las puedan ver generaciones futuras. Sería una prueba
evidente se ha atendido a su mantenimiento y conservación.