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Vista general de los fresnos antes de su poda. (Foto: Félix Nieto). |
Hace unos días visité
la Fresneda de Santa Colomba de las Monjas, Quien me la enseñó dijo que, al
lugar en el que se encuentra, lo llaman Los Cinco Fresnos. La verdad es que no
sé por qué razón, pues no hay solamente cinco sino muchos más y casi todos de
gran tamaño y mucha antigüedad. Sin duda alguna, centenarios, aunque algunos vecinos los consideran milenarios.
Seguramente que dicho pago o lugar recibirá otro nombre, referido a su pasado y
más de acuerdo con datos históricos del pueblo y de su entorno. Parece ser que
no lejos estaba el denominado antiguamente Prado de El Mato.
Se encuentran los
fresnos en la vega, al sureste de Santa Colomba, cerca del pueblo y no lejos
del río Órbigo, entre las dos mangas que hay por la zona. Las tierras que
rodean el pequeño bosque son, en la actualidad, comunales, y están sembradas
este año de maíz. Las plantas presentan
buen aspecto y seguramente que la cosecha será buena. No podía ser de otro modo, pues
el terreno es de calidad, y el agua cercana contribuye a ello.
En este lugar y con
este ambiente y entorno no nos tiene que extrañar que existan unos árboles, en este
caso fresnos, muy antiguos. Ahora, que están podados, los vemos con su tronco, de
tres metros de altura y cuatro o más metros de grosor. Y en otras imágenes, sin podar, con todas
sus ramas, que superaban los 40 metros de altura.
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Grosor de uno de los fresnos antes de la poda. (Foto: La Opinión de Zamora) |
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Dos imágenes de los fresnos durante la poda. (Fotos: F. Nieto). |
Los árboles han aguantado el paso del tiempo,
y las inclemencias y calamidades ocurridas durante tantos años. Y si han
llegado hasta aquí, habrá que seguir cuidándolos y atendiéndolos, para que su
vida perdure y sigan siendo testigos del pasado y, a modo de monumentos
naturales, que puedan ser visitados por los humanos, lo mismo que las demás
obras de arte, aunque muchas de ellas hayan sido elaboradas por el hombre a lo
largo de los siglos.
Parece ser que se les
presta cierta atención por parte del Ayuntamiento y el servicio de Medio
Ambiente de la Junta de Castilla y León, a juzgar por la poda reciente de los
mismos y la limpieza del espacio en el que están, pero todavía es necesario
algo más, como es señalizar el acceso y adecentar los caminos, para que los
amantes de la naturaleza puedan visitar el lugar. Por supuesto que el primer
paso debe ser el conseguir que la fresneda figure en el Catálogo de Árboles Singulares
de la Comunidad.
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En la imagen vemos la altura de alguno de ellos, antes de su poda. |
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Fresnos podados. Las recientes ramas impiden ver el grosor de los troncos. |
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Junto a los viejos fresnos hay algunos con menos antigüedad. |
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Entre el verdor de las ramas, destaca el tronco. |
Aunque ahora con la
poda tan sólo podemos ver y admirar su grosor, nos basta para testificar los
años y siglos que se les atribuyen. Solo queda que Agricultura y Medio Ambiente
se tomen en serio el tema y se encarguen de la atención y protección debida a
estos árboles-monumentos.
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La fresneda está cerca de una plantación de chopos. |
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Uno de los fresnos con máyor grosor en el tronco. |
Porque, en la
naturaleza, como entre los humanos, las plantas
y árboles tienen también su fin. Y, aunque los fresnos hayan perdurado tantos
años, hay también algunos ya secos o dañados. Es de suponer que haya sido por
motivos naturales y no debido al abandono
o maltrato. En este caso la atención y cuidado a los mismos debería ser mayor.
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Aspecto que presenta el tronco de un fresno seco. |
Vivimos en la
naturaleza y, en la actualidad, gran cantidad de personas están concienciadas de
la protección y atención a la misma, y al medio ambiente que la rodea. Aguas,
ríos, caños, cauces, bosques, plantas y demás vegetación se cuidan, atienden y
protegen cada vez más; y también los
árboles, pero mucho más y mejor aquellos que tienen gran antigüedad, aquellos a
los que los vecinos, y que viven cerca de ellos, para valorarlos aún más, los
consideran milenarios. Y es que sienten
un gran respeto por sus antepasados, que los plantaron o cuidaron. Creen que
deben seguir haciéndolo ellos del mismo modo.