El pasado fin de
semana, los días 27 y 28 de agosto, se han reunido, una vez más, en
Castrogonzalo un grupo de artistas grafiteros, para continuar la obra iniciada
ya hace unos años por el pintor nacido en esta localidad, Antonio Feliz,
conocido en el mundo artístico como Parsec. Y es que Parsec se ha propuesto que
su pueblo se convierta en un hito o referente en el arte urbano de los
grafitis, para lo cual invita a amigos y conocidos, con mayor o menor fama
en este tipo de arte, a que vengan a
Castrogonzalo y embellezcan sus calles y
plazas pintando los muros o paredes de casas, huertas y corrales. Y así quienes
pasen o paseen por dichos lugares puedan
disfrutar de las pinturas murales, con muy diversos temas y colores, pero todas
mostrando belleza, adorno y atractivo.
Que este tipo de
pinturas sirven para adornar los pueblos y ciudades nadie lo pone ya en duda.
Máxime cuando se trata de afamados pintores y que han destacado y destacan en
el arte urbano. El pueblo lo siente así y lejos están ya las pintadas y
grabados, más o menos reivindicativos y de protesta, que llenaban las paredes
de los pueblos y ciudades, pues más que belleza era suciedad. En la
actualidad las pintadas van
desapareciendo gracias a estos pintores, si queremos, callejeros y grafiteros,
pero con categoría de artistas.
Ayer me acerqué a
Castrogonzalo con la intención de ver las nuevas pinturas. En seguida algunas
personas del pueblo me indicaron el lugar concreto de las mismas. Por cierto
que las primeras que vi estaban en la calle en donde vivió y vive Parsec,
cuando viene a su pueblo. Son las siguientes, cuyos autores, además de él,
fueron algunos de sus amigos y acompañantes:
Muy cerca de este
lugar, y en donde se inicia la subida al Gurugú, la parte más elevada del
pueblo, vi este rostro de mujer cargado de símbolos, y con el lobo en la parte
inferior y una pluma de paloma a la
izquierda.
Otra de las pinturas
que vi, estaba a las afueras del pueblo, y cerca de una cuadra con caballos. Se
trata de una caseta con las paredes pintadas que causaban una buena impresión. Mejor que las del
palomar que estaba cerca.
Las demás se encontraban, en la parte alta del
pueblo, no lejos de las que se pintaron en años anteriores. Y algunas sobre
muros o paredes que rodean las huertas o patios de las casas u otras
dependencias.
Algunas pinturas se veían con
animales cerca, como que estuviesen estos integrados en la composición
pictórica.
Los artistas pasaron el
fin de semana en Castrogonzalo con su amigo Parsec y también con los vecinos
del pueblo, muchos de los cuales les acompañaron durante la realización de sus
pinturas. No faltó la convivencia y relajación entre ellos durante la comida y
en otros momentos. Y ya se han ido, pero algo han dejado en el pueblo, como
recuerdo de su visita, algo creativo y bello, como son las nuevas pinturas, que
adornaran y embellecerán al pueblo y crearán buenas sensaciones a todos los
vecinos y forasteros que pasen a paseen junto a ellas.
Ojalá que otros pueblos
sigan e imiten en esto a Castrogonzalo, adornando los muros y paredes de nuevas
y viejas casas con grafitis, pinturas con colores variados y llamativos y temas distintos, pero del agrado de todos.