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La plaza, sin coches, en vísperas de las fiestas de la Veguilla. |
No me quiero referir
aquí a la oficina de turismo que se encuentra en este lugar, concretamente en
un local que da a los soportales del antiguo Ayuntamiento. Por supuesto que
allí está, y muy bien por cierto, a juzgar por las continuas visitas que tiene.
Lo que quiero contar aquí y ahora es que cada vez son más los turistas o
forasteros que se acercan a la Plaza Mayor de Benavente, para verla y conocer
este espacio de la ciudad. Y es que esto lo hacemos todos cuando, en nuestros
viajes a las ciudades e incluso pueblos con menor población, nos acercamos a
las plazas mayores, que suelen estar en el centro de las mismas, y en ellas suele
haber siempre algunos servicios de interés para los ciudadanos, sean vecinos, o forasteros y turistas.
Y efectivamente, también
ocurre en Benavente. Su plaza mayor, en sí misma, tiene algo que ofrecer,
aunque en ella no se desarrolle actividad alguna.
Hace unos días en mi
vista casi diaria, y breve paseo, por este lugar lo he comprobado, al escuchar
la conversación de dos personas, que llegaban por el Pasaje de las Guindas:
-Mira, la Plaza Mayor, decía una de ellas. Está bien, el espacio que
ocupa no es muy grande, pero el recinto está bien estructurado, con soportales
y todo…. Y la persona que le acompañaba dijo algo parecido a esto: Qué pena lo de los coches, con ello pierde
todo la belleza y el sabor antiguo que tiene. Además no se puede ver y admirar
como se debe.
Ambos intentaron
acercarse al centro de la misma, pero todo eran obstáculos, pues llegaron en uno
de los días en los que se permite aparcar, aunque sea parcialmente, pues no se
hace en toda la plaza. Cosa esta que no
es la solución, pues los coches entran continuamente en el recinto, intentando buscar lo de aparcar, aunque no lo
encuentren, con lo cual impiden a las personas hasta pasar, y menos pasear, por
ella durante gran parte del día.
Esto que he visto y
vivido hace tan solo unos días, pudiera repetirse todo el verano si no se impide
aparcar definitivamente, indicando a los conductores la proximidad de otros
aparcamientos en lugares próximos, uno de ellos a no más de 200 metros en la
calle de las Eras y algunos otros cercanos.
Con ello los turistas,
que cada día se acercan más a Benavente, al visitar la Plaza, pueden ver, además del espacio que
ocupa rodeado de soportales, unos más antiguos que otros, la fachada del
Ayuntamiento, construida a mediados del siglo XIX, concretamente en el año
1845, a base de piedra de sillería, con dos plantas. Y los edificios o casas antiguas de ladrillo
que aún se conservan, que guardan entre sí cierta armonía, conocidos como casa
de las Pescadería, casa Allén, casa Lesmes y casa Morán. En el lado norte, al
desparecer las antiguas casas, se construyeron otras alterando el color, los materiales y la altura que
exigía el entorno.
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Otra imagen de la plaza, sin coches, con motivo de la celebración festiva. |
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Casa de las Pescaderías y Casa Allén. |
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Casa Lesmes. A la izquierda casa Allén. |
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Casa Lesmes y a la derecha casa Morán. |
En la fachada del
Ayuntamiento se pueden ver algunos detalles en la decoración del muro y de las
ventanas con los balcones…. Por cierto
que en una piedra de la parte central de esta fachada se representa en relieve
uno de los más antiguos escudos de la ciudad, incluso sin la imagen de la pequeña
Virgen de la Vega. También destaca el reloj con la veleta, sobre el teajdo de la fachada. Y el la pared norte del edificio se encuentra el relieve de Fray Toribio Motolinia, nacido en Benavente y evangelizador de Mexico en 1491.
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Fachada Ayuntamiento. Al fondo calle de las Carnicerías. |
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El reloj y la veleta sobre el tejado de la fachada del Ayuntamiento. |
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Antiguo escudo de la ciudad en una piedra de la fachada. |
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Imagen ampliada del escudo anterior sobre la piedra. |
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Reloj del Ayuntamiento de Benavente. |
El turista que viene a
ver cosas también puede apreciar el edificio de ladrillo que se encuentra
frente al Ayuntamiento, conocido como Casa Lesmes. Su construcción, en 1918, marca una época muy
concreta de la ciudad y nos muestra unas curiosa figuras como máscaras o
rostros de terracota, que se encuentran en las clave de las ventanas-balcones
enrejados.
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Casa Lesmes, uno de los edificios de ladrillo en la plaza. |
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Sus ventanas con antiguos balcones y otros adornos. |
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Rostro de terracota en la clave de esta ventana. |
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Distinto rostro en otra de las ventanas. |
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En esta ventana la clave tiene distinto adorno. |
Seguro que también
verán, aunque de época más reciente, el mosaico de J. L. Coomente,
escultor nacido en la ciudad, que
muestra o quiere indicar la situación de Benavente rodeada por los cinco ríos:
Esla, Orbigo, Cea, Tera y Eria. El mosaico, algo deteriorado, sigue a la
espera de una pequeña reparación y un mayor respeto por parte de todos. Lo
mismo que el relieve de Fray Toribio Motolinía en la pared norte del
Ayuntamiento, que da a la calle de la
Encomienda.
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Mosaico de los ríos en el centro de la plaza, del escultor J. L. Coomonte |
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Detalle del mosaico de los ríos. |
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Relieve de Fray Toribio Motolinía. |
Y a la Plaza dan
también algunas calles cortas y estrechas con nombres que respetan la tradición como Pasaje
de las Guindas y Calle Carnicerías y también la historia, como la calle Cortes
Leonesas…..
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Pasaje de las Guindas a la derecha y C. Carnicerías a la izquierda. |
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Al fondo sale la calle Cortes Leonesas. |
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Imagen de uno de los rincones más antiguos de la plaza. |
Son muchas las
actividades culturales y de otro tipo que se realizan en la Plaza a lo largo
del año, además de los mercados semanales de los jueves. De todas ellas se
conservan buenos recuerdos.
Pero ocurre que también
son muchos los que piensan que además de utilizar la Plaza para esas actividades
públicas, culturales o de otro tipo, cuando no las hay, debe ser un espacio
para el paseo, convivencia y disfrute de
los ciudadanos durante todo el año, pero mucho más en los meses del verano,
cuando llegan los forasteros y turistas con la única intención de conocer la
ciudad y al llegar a la plaza la ven llena de coches, en todo o en una parte. Y lo mismo ocurre en
algunas calles de esta ciudad que son peatonales, o al menos así lo indican las
señales y así lo aprobó en su día la Corporación Municipal. Con frecuencia se
ven algunos coches en ellas o sobre aceras, o en lugares cuya prohibición es
evidente. Mientras más se permita y consientan las infracciones, más daño se
causa a los ciudadanos, sean vecinos, forasteros, o turistas.