“Por abril,
aguas mil”, dice éste y otros muchos refranes. Con frecuencia en este mes
se producen tormentas y, por estas tierras, no faltan heladas y días fríos, que
dan la impresión de que el invierno aún no ha pasado. Todo ello, principalmente
las lluvias, contribuirá a que haya buenas cosechas. Pero son más, si duda
alguna, los días primaverales que hay a lo largo del mes. Los árboles se cargan
de hojas y de flores y todo se llena de verdor.
Respecto al campo, es el momento de eliminar las
malas hierbas antes de que germinen sus semillas; de abonar las tierras, si aún
no se ha hecho; y de sembrar algunos productos de la huerta y muchas especies
de flores.
Los días
duran más y por lo tanto se disfruta de más horas de sol y de luz, lo que,
unido a una mejor temperatura, contribuye a que se empiece a disfrutar de la
naturaleza.
La lluvia y
las temperaturas elevadas durante este mes es una mezcla perfecta que produce
gran actividad en la naturaleza, en
general, y en particular en los campos de cultivo, sobre todo los cereales, que
crecen de forma importante durante este tiempo. Y es que la lluvia es vital,
tanto en cantidad, como en días de precipitación durante el mes, y más si se
produce en forma de chubascos y se combinan con abundantes rayos de sol. Las
plantas lo aprovechan…
Pero durante el mes puede pasar
de todo, desde el sol y temperaturas elevadas, a traicioneras y tardías
irrupciones de frío, tormentas, granizo o incluso algún episodio de calor
tempranero…
-------------------------------------
También abundan los refranes
referidos a este mes, muy diversos y variados, según las regiones y a veces
también según las ciudades o los pueblos.
A abril desearle por lluvioso y
temerlo por vil.
A abril alabo, si no mueve el
rabo.
Abre abril las puertas del Santo
Rocío y no abras las del frío.
A vos todo el año y a mi abril y
mayo.
Abril, abril, de cien en cien
años debieras venir.
“Abril abrileño, de ciento, uno
bueno” y la vieja que lo decía tenía ciento uno, y no conoció ninguno.
Abril, aguas mil, si no al
principio, al medio o al fin.
Abril, aguas mil y en mayo, tres
o cuatro.
Abril aguas mil, cernidas por un
mandil.
Abril, bocadillos y dormir.
Abril carda la lana y mayo tiene
la fama.
Abril concluido, invierno ido.
Abril, el del buen dormir.
Abril entoldado y poco mojado.
Abriles buenos y buenos hidalgos,
muy escasos.
Abriles, hasta los veinte;
veranos hasta los treinta; otoños a los
cincuenta; e inviernos desde los sesenta.
Abril es lluvioso y señoril.
Abril es un embeleso, si trae pan
y queso.
Abriles y caballeros, de ciento
sale uno bueno; pero el que es bueno, de verdad es bueno.
Abriles y caballeros, ninguno
bueno, o pocos buenos.
Abriles y caballeros, todos son
traicioneros.
Abril, cara de beato y uñas de
gato.
Abriles y señores, poso hay que
no sean traidores.
Abril, abril, de cien en cien
años debieras venir.
Abril frío, mucho pan y poco
vino.
Abril frío y mojado, hinche el
granero y harta el ganado.
Abril hace las puertas cerrar y
abrir, y a los cochinos gruñir.
Abril hueveril.
Abril llovedero, llena el granero.
Abril llueve grano, y paja mayo.
Abril lluvioso y mayo ventoso
hacen el año florido y hermoso.
Abril lluvioso, mayo pardo y
junio claro, valen más que los bueyes y el carro.
Abril mojado, bueno para los
trigos y malo para los gusanos.
Abril mojado, malo en la huerta y
bueno en el campo.
Abril no es padre; que es
compadre.
Abril para los hombres llueve
grano; y paja para las bestias mayo.
Abril, para ser abril, ha de
tener aguas mil.
Abril que sale lloviendo, a mayo
llama riendo.
Abril, sácala a descubrir.
Abril siempre fue vil, que al
principio, que al medio, que al fin.
Abril siempre será ruin, al
entrar, o al salir, o al medio, por no mentir.
Abril y mayo, la llave de todo el
año.
Abril sin granizo, Dios no lo
hizo.
Abril sonriente, de frío mata a la
gente.
Al final de abril, en flor la
vid.
Al principio o al fin, abril
suele ser ruin
Buenos amigos y buenos abriles,
uno entre miles.
Busca pan para mayo y leña para
abril, y échate a dormir.
Cuando abril truena, noticia
buena.
De la abeja y de la vaca, en
abril muere la flaca.
Dice mayo a abril: aunque te
pese, me he de reír.
El buen cepón para marzo lo
compón. La vieja que bien lo entendía, para abril lo componía.
El enjambre de abril para mí; el
de mayo para mi hermano; el de junio para ninguno.
En abril aguas mil, en mayo tres
o cuatro.
En abril cada gota vale por mil.
En abril no se ha visto granizada
a que no siga la nocturna helada.
En abril, espigado; en mayo,
granado; en junio, segado; en julio, trillado y en agosto en camarado.
En el mes de abril harás quesos
mil; en el mes de mayo tres o cuatro.
Entra mayo y sale abril; cuán
floridito le vi venir.
Hasta que pase abril, no aligeres
el vestir.
Las mañanas de abril dulces son
de dormir, y las de mayo de sueño me caigo.
Los años que vienen buenos, por
abril lo anuncian truenos.
Lo que abril riega, junio lo
seca.
Marzo ventoso y abril lluvioso,
sacan a mayo florido y hermoso.
Ni abril sin flores, ni juventud
sin amores.
Nunca vi abril que no fuera ruin,
ora al entrar, ora al salir.
Pan para mayo y leña para abril,
y el mejor capón para mayo lo compón.
Para ver un buen abril cien años
has de vivir; la vieja que lo decía tenía ciento uno y no conocía ninguno.
Sale marzo y entra abril,
nubecitas a llorar y campitos a reír.