Se encuentra tan
sólo a 10 kilómetros
de Benavente. Es pueblo frontera, si se me permite esta palabra, con la provincia de León, como muchos otros de esta comarca, a
los que se les suele llamar el primero o el último de la provincia, según en la
dirección que vayamos, pero solamente por su situación geográfica, no por su
importancia. Porque Matilla la tuvo en la antigüedad y la tiene todavía. Tiene
hitos en los que todos piensan al hablar de Matilla. Uno es el origen romano de
su fuente, hoy un tanto oculto por el cemento y hormigón empleado en su
restauración. Se ve que los encargados del patrimonio provincial lo dejaron a
la mano del albañil de turno. En esta provincia suelen ocurrir cosas así con
frecuencia. Menos mal que los sillares del pozo están en su lugar y son los
testigos de esa época.
El
otro hito de Matilla, ya sin farola en su cúspide, es el rollo, llamado
jurisdicional, símbolo del poder de los señores, para ejecutar las leyes en
nombre de los reyes. Los rollos son también el símbolo de una época y comienzan
a erigirse a partir del siglo XIII. Los colocan en Plazas o a la entrada de los
pueblos, para que puedan ser vistos por todos. El de Matilla está en una bonita y amplia plaza y se conserva en buen estado, aunque haya tenido que
sufrir alguna reparación. No es para menos.
Y
luego Matilla tiene también una ermita de le Vera Cruz y existe una cofradía con el mismo nombre. El retablo de la ermita está presidido por las imágenes del Ecce homo y la de Jesús atado a la columna...
...y por supuetso hay que destacar también la iglesia, de grandes
proporciones, dedicada a San Salvador.
Además se conserva un torreón, que ellos llaman la Torre Vieja, Y no sin razón pues es el resto o lo que queda de una antigua iglesia que había en ese lugar. Al lado de dicha iglesia había un cementerio.
Todo esto, y algunas cosas más, hacen
que no sea un pueblo olvidado, como ninguno lo debe de ser, por lo que tiene y
por lo que significa, incluido su nombre. Porque Matilla ( de Matella),
en diminutivo, es palabra procedente del latín tardío Matta, aunque con
raíz prerromana, que significa rama, bosque, matorral, etc. Son, pues, fitónimos
(palabras con origen en las plantas), tanto Mata como Matilla, y se corresponde
con el lugar de emplazamiento del pueblo. Incluso puede hacer referencia a
gentes procedentes de alguna localidad denominado Mata, que serían sus primeros
pobladores. Abundan estos en la provincia de León como La Mata de Monteagudo,
Mataluenga, Matadeón, etc, y hasta hay una comarca también del sur de la provincia de León que cuenta con varios pueblos que tienen el
topónimo Matas: Villamoratiel de las Matas, Joarilla de las Matas, etc. Nada es de extrañar tal llegada dada la proximidad de los
pueblos.