Vista general de la Plaza desde una de las calles adyacentes. |
La Plaza desde la calle San Martín. |
En el lugar así llamado existió
antiguamente una iglesia dedicada a este santo. Plaza e iglesia se encontraban
no lejos de la antigua cerca de la Villa, y del barrio judío. De hecho una
calle próxima se denomina, en la actualidad, calle de la Sinoga. Tampoco está
lejos el espacio que ocupaba el antiguo convento de Sancti Spiritus, o de las
Dominicas.
Hasta hace no muchos años se
celebraban mercados semanales en la plaza, sobre todo de verduras, frutas,
cerámica, etc. Pero antes, y según me
cuenta Juan Ramos, era plaza del ganado equino: caballos mulas y asnos. Y en
algunas fechas, sobre todo por la feria de la Asunción, era tal la cantidad de
ganado que se traía, que muchos de ellos se ellos se llevaban a la plaza de la
madera, ocupando también parte de ella.
Juan Ramos es un jubilado de
Benavente que durante toda su vida ejerció de hortelano, lo mismo que hizo su
padre. Además vivió siempre en la plaza, muy cerca de los mercados y de quienes
mercadeaban en ella. Por lo que puedo comprobar conoce y recuerda mejor que nadie, y con todo detalle, lo que
se hacía y cómo y quiénes eran sus vecinos.
Era esta una época en la que los edificios que
la rodeaban eran pequeñas viviendas unifamiliares, con portalones y patios al
servicio de quienes las habitaban, casi todo como he dicho anteriormente,
hortelanos o vendedores de otros productos.
Por las imágenes fotográficas que adjuntamos, de la década de 1960, algunas
de ellas hechas por D. Martino, veterinario titular de Benavente durante muchos
años, y que vivía muy cerca de esta plaza, vemos cómo se celebraba el mercado y
aspectos concretos relacionados con las personas y casas existentes en aquella
época.
Pellizas, abrigos, mantones, gorras. Un mercado en la época invernal, 1960. |
Ropa tendida en una casa. Día de mercado, 1960. |
Sacos de patatas, pimientos, y otras verduras... |
Clientas comprando, en los puestos del mercado. |
La construcción de nuevas
viviendas, sustituyendo a las antiguas, y la urbanización y nuevo trazado, han
hecho que la plaza haya perdido su sabor antiguo y tradicional, como ha
ocurrido con otras de la ciudad. A ello hay que añadir el paso, y aparcamiento,
de coches, que anula, desfigura y no deja de ser un impedimento para aquellos
que diariamente pasan o pasean por el lugar.
Todavía se conservan algunas
casas de planta baja con su portalón, ahora para coches y no carros, como
ocurría antiguamente. Las imágenes antiguas y recientes sirven para recordarnos
el pasado y el presente de este espacio.
Una de las amplias aceras con que cuenta la Plaza. |
Por otra parte, la plaza es muy
conocida, pues por ella pasaba y sigue pasando el toro enmaromado cuando se
celebra su fiesta. Y es que en el centro de la plaza, hasta hace no mucho
tiempo hubo una argolla en la que sujetaban al toro para su descanso y
recuperación de fuerzas. Si salía de la plaza con energía era buena señal para
hacer el resto del recorrido. “Ha llegado a san Martín”, “ya está por san
Martín”, eran expresiones relacionadas
con el toro, muy usadas por las personas. Y eso a pesar de que aún le quedaba
mucho para el final y bastante distancia hasta llegar a la siguiente argolla.
La argolla para el toro se encontraba en medio de la Plaza. |
El toro en la argolla. Al fondo casa con tronera, ya desaparecida. |
Paso del toro por la Plaza. Fiesta y casas, año 1963. |
Se puede acceder a la plaza desde las calles San Martín,
San Antón Viejo, Dominicas y Travesía de San Martín.
Apenas hubo en la plaza
establecimientos comerciales u otros servicios, excepto algún comercio de
ultramarinos. Ahora hay un Velatorio o Funeraria, un bar- restaurante, un
autoservicio, una peluquería y hasta una oficina relacionada con asuntos
bancarios.
En una parte de la plaza existe
un espacio, como si fuera una amplia acera con varios bancos y otro mobiliario
urbano, en donde, cuando el tiempo lo permite, sobre todo durante el verano. se
reúnen en tertulia los vecinos o quienes lo deseen.
A la derecha espacio con jardineras y bancos, para uso de los ciudadanos. |