domingo, 24 de febrero de 2013

Callejero de Benavente: Plaza de San Martín.



Vista general de la Plaza desde una de las calles adyacentes.
La Plaza desde la calle San Martín.

En el lugar así llamado existió antiguamente una iglesia dedicada a este santo. Plaza e iglesia se encontraban no lejos de la antigua cerca de la Villa, y del barrio judío. De hecho una calle próxima se denomina, en la actualidad, calle de la Sinoga. Tampoco está lejos el espacio que ocupaba el antiguo convento de Sancti Spiritus, o de las Dominicas.
Hasta hace no muchos años se celebraban mercados semanales en la plaza, sobre todo de verduras, frutas, cerámica, etc.  Pero antes, y según me cuenta Juan Ramos, era plaza del ganado equino: caballos mulas y asnos. Y en algunas fechas, sobre todo por la feria de la Asunción, era tal la cantidad de ganado que se traía, que muchos de ellos se ellos se llevaban a la plaza de la madera, ocupando también parte de ella.
Juan Ramos es un jubilado de Benavente que durante toda su vida ejerció de hortelano, lo mismo que hizo su padre. Además vivió siempre en la plaza, muy cerca de los mercados y de quienes mercadeaban en ella. Por lo que puedo comprobar conoce y recuerda  mejor que nadie, y con todo detalle, lo que se hacía y cómo y quiénes eran sus vecinos.
 Era esta una época en la que los edificios que la rodeaban eran pequeñas viviendas unifamiliares, con portalones y patios al servicio de quienes las habitaban, casi todo como he dicho anteriormente, hortelanos o vendedores de otros productos.
Por las imágenes fotográficas  que adjuntamos, de la década de 1960, algunas de ellas hechas por D. Martino, veterinario titular de Benavente durante muchos años, y que vivía muy cerca de esta plaza, vemos cómo se celebraba el mercado y aspectos concretos relacionados con las personas y casas existentes en aquella época. 

Pellizas, abrigos, mantones, gorras. Un mercado en la época invernal, 1960.
Ropa tendida en una casa. Día de mercado, 1960.
Sacos de patatas, pimientos, y otras verduras...
Clientas comprando, en los puestos del mercado.
La construcción de nuevas viviendas, sustituyendo a las antiguas, y la urbanización y nuevo trazado, han hecho que la plaza haya perdido su sabor antiguo y tradicional, como ha ocurrido con otras de la ciudad. A ello hay que añadir el paso, y aparcamiento, de coches, que anula, desfigura y no deja de ser un impedimento para aquellos que diariamente pasan o pasean por el lugar.
Todavía se conservan algunas casas de planta baja con su portalón, ahora para coches y no carros, como ocurría antiguamente. Las imágenes antiguas y recientes sirven para recordarnos el pasado y el presente de este espacio.

Una de las amplias aceras con que cuenta la Plaza.
Por otra parte, la plaza es muy conocida, pues por ella pasaba y sigue pasando el toro enmaromado cuando se celebra su fiesta. Y es que en el centro de la plaza, hasta hace no mucho tiempo hubo una argolla en la que sujetaban al toro para su descanso y recuperación de fuerzas. Si salía de la plaza con energía era buena señal para hacer el resto del recorrido. “Ha llegado a san Martín”, “ya está por san Martín”,  eran expresiones relacionadas con el toro, muy usadas por las personas. Y eso a pesar de que aún le quedaba mucho para el final y bastante distancia hasta llegar a la siguiente argolla.

La argolla para el toro se encontraba en medio de la Plaza.
El toro en la argolla. Al fondo casa con tronera, ya desaparecida.

Paso del toro por la Plaza. Fiesta y casas, año 1963.
Se puede acceder a la plaza desde las calles San Martín, San Antón Viejo, Dominicas y Travesía de San Martín.
Apenas hubo en la plaza establecimientos comerciales u otros servicios, excepto algún comercio de ultramarinos. Ahora hay un Velatorio o Funeraria, un bar- restaurante, un autoservicio, una peluquería y hasta una oficina relacionada con asuntos bancarios.
En una parte de la plaza existe un espacio, como si fuera una amplia acera con varios bancos y otro mobiliario urbano, en donde, cuando el tiempo lo permite, sobre todo durante el verano. se reúnen en tertulia los vecinos o quienes lo deseen. 

A la derecha espacio con jardineras y bancos, para uso de los ciudadanos.