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Sala en la que se celebra la exposición. |
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Un grupo de personas viendo las fotografías. |
Este fin de semana,
coincidiendo con las fiestas del Cristo, se puede ver en Villarrín una
exposición de Fotografías sobre palomares, organizada por las Asociaciones
Culturales Carpe Diem y Matías Alonso, y con la colaboración de Caja Rural de
Zamora.
Los
autores de las fotografías Jesús Molina Hernando y Carlos de Guzmán Mataix, conocidos por sus trabajos, y expertos en el
tema, nos mostraron bellas imágenes de estos edificios populares y
tradicionales, merecedores de atención y un mayor cuidado para su conservación.
Se trata de dos personas
residentes en Madrid, pero que un día, hace siete años, visitaron este pueblo,
cercano a las Lagunas de Villafáfila y se enamoraron de él, según me comentan.
Desde entonces para ellos ha sido el centro neurálgico de los palomares en
Castilla y León. Y no sólo por la cantidad, pues llegó a tener hasta 90, sino
también por la variedad de tamaños, formas y decoración. Cada vez que vienen al
pueblo se topan con los palomares, que, junto con el paisaje, les ofrecen
distintas y bellas imágenes, según la época o estación del año, según las
tareas que se realicen en el campo, o según las condiciones atmosféricas: cielo
nublado, con lluvia o nieve, etc. El disparador de su cámara está preparado en
cada momento.
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Uno de los palomares reflejado en la laguna. |
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Palomar circular en medio de un terreno sembrado. |
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Cuadrado, con patio interior y adornado con pequeños pináculos. |
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De tapial con cenefa de ladrillo sobre las paredes. |
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Pequeño palomar cerca de un árbol con flores. |
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Cuadrado, con tres tejados y troneras. Necesitado de restauración y limpieza en su entorno. |
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Rebaño pasando junto a un palomar con tejado hacia el este. |
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Palomar en ruinas y rodeado de maleza. |
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También en ruinas, con paisaje de nubes. |
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Sin duda alguna los autores,
además de fotógrafos, por afición o profesión, se nos muestran amantes y amigos
del patrimonio, y defensores del mismo, aunque solamente lo hagan a través de
abundantes imágenes de palomares, edificios singulares y únicos, pues no
existen en todas las regiones de España, al menos en la forma y tipo de construcción
como los que hay por estas tierras. Y es
que en sus imágenes han acertado en la elección del paisaje y lugar, estado del
edificio, momento atmosférico y entorno del mismo.
En la exposición, más de 60
fotografías, hemos visto no sólo palomares de Villarrín y pueblos próximos,
sino también de otros lugares de España, sobre todo de Castilla y León y
Aragón. Palomares en tierras llanas y también de montaña,
palomares en valles y cerca de los ríos, etc. Y en cuanto a la forma:
cuadrados, rectangulares, circulares y en forma de torre, unos con patio
interior y otros sin patio; construidos con adobe, tierra de tapial, ladrillo o
piedra, y con adornos variados en su tejado.
Han elegido, entre el abundante
material de que disponen, aquellas fotografías con más impacto y que más y
mejor pueden ser admiradas por los visitantes, al destacar por su luz y color, en medio del paisaje.
Sería deseable que este tipo de exposiciones
se repitiera con frecuencia por estas tierras, tan ricas en patrimonio natural,
popular y tradicional, pero con frecuencia olvidadas por muchos. Y es que no han
tenido la oportunidad de viajar, ni de pasar o pasear por estos campos, pueblos
y ciudades, que siempre tienen algo que ofrecer a los visitantes. Ojalá que
muchas otras personas, de cualquier lugar o procedencia, hagan y puedan decir lo mismo que me
decían Jesús Molina y Carlos de Guzmán “cuando salimos de Madrid y no tenemos
otro lugar elegido para viajar, nos acercamos a Villarrín de Campos, porque
siempre podemos irnos con nuevas sensaciones,
y también con bellas imágenes de sus palomares y de su paisaje”.