Vista general de Benavente, hacia el año 1960. |
“En Castilla los días se llaman santos y los hombres se
llaman motes o apodos. No se dice el día 15 de agosto, sino el día de la
Virgen, o de Virgen a Virgen si se quiere uno referir a sus fiestas de agosto y
septiembre. El santoral es el calendario del campo. Se dice el día de san Blas,
o de san Valentín, o san Genaro”, etc.
En los pueblos y
en pequeñas comunidades rurales el apodo llega a imprimir carácter. No se dice
ni se usa el nombre del santo, sacado del Santoral, impuesto a cada uno en el
bautizo cristiano, sino el apodo, que se ha aplicado a cada uno. (Miguel Delibes
en su novela Las Ratas)
Lo
del uso de apodos o sobrenombres es tan común que hay localidades, sobre todo
con pequeña población, en las que casi todas las familias tienen alguno, o la
mayor parte de sus vecinos. Lo hemos visto en mi publicación anterior, en este
blog, refiriéndome a Santa Cristina de la Polvorosa. Pero también ocurre en
pueblos más poblados, e incluso en pequeñas ciudades como es el caso de
Benavente, en donde han sido y siguen siendo muchos, y algunos se siguen
utilizando todavía con cierta frecuencia. Y es que Benavente fue siempre ciudad
de paso, por sus caminos y carreteras, y también de mercados, mercaderes y
comercio ambulante o estable, más que ciudad industrial o fabril. A los mercados
o ferias llegaban gentes de diversos lugares, algunos de los cuales se
establecieron en la ciudad. Y poco a poco fueron surgiendo los apodos,
aplicados a los que llegaban de fuera y también a los residentes, que ejercían
su tarea u oficio en la misma ciudad en la que vivían.
La
época a la que me voy a referir será, principalmente, los siglos XIX y XX, ya
que, según me han informado, algunos apodos tienen gran ascendencia, como la tienen
muchas de las personas y familias, cuyos antepasados ejercieron o desempeñaron
la actividad comercial o empresarial en la ciudad. De bisabuelos y abuelos
pasaron a hijos y nietos o biznietos.
De
entre todos los que me han contado algo de lo que aquí se dice, tengo que
destacar a José Luis Zanfaño del Río, gran conocedor de Benavente, su ciudad, y
también de la forma de vivir, trabajar y divertirse de sus habitantes, en el
pasado.
José Luis en su local, pequeño museo etnográfico. |
José
Luis, artista y artesano por afición, como pudimos comprobar en otra ocasión,
fue viajante y viajero de por vida, por su trabajo u oficio de vendedor en la empresa
benaventana Central de Ventas Carbayo. Y es que recorrió muchas veces, a lo
largo de 40 años, esta comarca, y otras del noroeste provincial como la Carballeda,
Sanabria, Aliste y Sayago. También el sur y oeste de la de León, los pueblos
cercanos a la ribera de los ríos Cea y Esla. Y lo hacía para vender, al tiempo
que hablaba o charlaba con sus clientes sobre la vida y aconteceres diarios.
Prueba de ello es que conoce y recuerda por el nombre y apellidos a casi todos
los clientes que visitaba, y también por sus apodo, e incluso a algunos más por
el apodo que por el nombre.
Por
supuesto que también ocurre con los vecinos de Benavente, ciudad en la que
nació y ha vivido siempre con su familia. Recuerda los oficios, trabajos,
profesiones, comercios y empresas, etc., existentes, los nombres de las
personas, dueños o empleados, y también el apodo o sobrenombre que tenían, como
queda reflejado en este reportaje.
Y
lo hace con el mayor respeto hacia cada uno de ellos, estén o no en activo,
jubilados, o incluso ya fallecidos. O inactivos que también los había, viviendo
como les era posible y esperando siempre alguna ocupación. Y mucho mayor
respeto para aquellos a quienes se les nombraba así por tener algún defecto
físico o síquico: el cojo, el manco, el ciego, etc.
“Es que la
realidad era y es así, me dice José Luis, todos o casi todos llamábamos o conocíamos a la gente por su apodo o
sobrenombre. Ellos mismos lo saben, y se da el caso de que algunos incluso lo
preferían, pues se sentían como más apreciados por quienes los nombraba de este
modo”.
1.-Comerciantes
o con industria pequeña o grande
|
2.- Oficios y
profesiones
|
3.- Bares, cafés,
cantinas
|
4.- Empleados,
trabajadores u obreros fijos, temporales o por horas, y otros
|
Andaluz
(el)
Bailarín
Barato
(el)
Bejaranos
(los)
Bombines (los)
Cabito
Candidina (la)
Calero (el)
Cangrejo
Caraba (la)
Carbonera (la)
Cervatos (los)
Clavero (el)
Cojo (el)
Cuarentavacas (el)
Chirlato (el)
Divino (el)
Fanego
Gato Negro (el)
Jaboneros (los)
Jatos (los)
Mariasanta (la)
Maciste
Majita (la)
Mediero (el)
Miserias
Montañeses (los)
Panchica (la)
Peica (la)
Pellejeros (los)
Piñeiro
Polda (la)
Portugués (el)
Quitapintas (los)
Risquis
Rojos (los)
Roquilarios (los)
Toribia (la)
Traperos (los)
Velero (el)
Vitorinas (las)
Vivitas (los)
Vizcochos (los)
|
Arenera (la)
Bigotes
(el)
Boca
(el)
Bombero
(el)
Bombín
(el)
Boteros
(los)
Brazos
caídos
Bruja
(la)
Cabritos
(los)
Cagache
Cagancho
Cabezabolo
(los)
Cagones
(los)
Calzoncillos
Cantor
Cestero
(el)
Colillera (la)
Colorao
(el)
Cortalaire
Crispulín
Cubichi
Chato
(el)
Chaves
(los)
Chavitos
(los)
Che
(el)
Chocolatero
(el)
Chupaile
Fariñas
Filiqui
Fungo
(el)
Fuco
(el)
Gallito
Grabanzo
(los)
Gorrina
Guache
Hilo,
hilo
Hojalatero
(el)
Inviernos
(los)
Jarrones
(los)
Madrileños
(los)
Matarreyes
Media
Oreja (los)
Medio Vermut
Menudo
Moreno
(el)
Musiple
Obispo
(el)
Pájaro
Amarillo
Pavina
(los)
Pechugones
(los)
Pelitos
(el)
Pelica
(los)
Pelos
(la)
Pelujo
(los)
Perrete
Picalimas
Pilila
Pililones
(los)
Piturri
Polvorosa (los)
Rápido
(el)
Requete
Rubaque
Sanabrés
(el)
Sobrino
Taleguero
(el)
Tato
(el)
Titi
(el)
Uco
Vinagrera
(la)
Viruta
Zapatilla
(el)
|
Caña
Cavín
Choris (el)
Espelé
(la)
Gallego
(el)
Garrapato
Grillo
(el)
Mariquines
Pastores
(los)
Patuto
Pólvora
Quitapintas
Toresanos (los)
|
Agüitas
Alubias
Berbenas
(el)
Bolerito
Cagalera
(los)
Caimanes (los)
Canuto
Carcelero
(el)
Casillera
(la)
Cascanta (la) Cerillas (el)
Cochendi
Cotorra
Chato
(el)
Chicharro
Chinelo
Chulo (el)
Chupete
Chusquillo
Criminal
(el)
Farramián
Golondrinos
(los)
Gorrete (el)
Guapines
(los)
Lili
Macabeo
Machuca
Malanda
(los)
Marqués
de la Manga (el)
Meluca
(el)
Mentiroso
(el)
Mochileros
(los)
Mononés
(el)
Pachiquín
Pajilla
Palomo (el)
Parrao
(el)
Pendonetos
(los)
Pernales
(el)
Pescarranas
(los)
Pícore
(el)
Pinchaperas
Pinches
(los)
Pistón
Pitos
(los)
Polo (el)
Potrilla
(los)
Quirivines
(los)
Santanas
(los)
Sono
Tarambana
(los)
Tarullos
(los)
Terrible
(el)
Tirillas
(el)
Traganiños
(la)
Trío-Chacape:
(Chafandín, Cadierno, Pepe)
Tripa
Urón
(el)
Velascas
(las)
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Seguramente
que serán muchos más los alias, apodos
o sobrenombres utilizados en la ciudad para nombrar a familias y personas
concretas, a lo largo de los años, e incluso de los siglos. No dejan de ser
vocablos que forman parte del léxico popular, de las costumbres y tradiciones,
y también del patrimonio.
Vista aérea de Benavente. Foto Paisajes Españoles. Década de 1960. |