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Fachada antigua del edificio hotel. |
El edificio de este hotel está en
una de las calles más céntricas e
importantes de la ciudad, la Rúa, y también una de las más antiguas,
pues su nombre ya aparece en la
documentación medieval de los siglos XIII y XIV. Calle que recibió otras
denominaciones en épocas pasadas, con motivo de los cambios políticos que hubo a lo largo de los años.
Por la actividad que desempeñaba era uno de
los edificios más nombrados y conocidos, dentro y fuera de la ciudad. Y sin
duda alguna el más elegante, pues, cuando comenzó a prestar servicio no había
muchos hoteles en la ciudad, y menos de su categoría. Se contaba más con fondas
o posadas, en donde se hospedaban la mayor parte de las personas que querían
pernoctar en la ciudad.
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La Rúa en los años 70. A la izquierda edificio del hotel |
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Balcones y adornos sobre las ventanas de su fachada. |
Tengo en mis manos la
Guía Comercial Profesional e Industrial de Benavente del año 1946, editada por
el Ayuntamiento y en el apartado Hoteles y Fondas se cita en primer lugar al
Hotel Mercantil. También aparecen el Hotel Castellano y el Hotel Comercial. Las
demás son fondas y posadas.
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Bares, hoteles y fondas. 1946. |
El edificio se
construyó a finales del siglo XIX como casi todos los de esta calle en los que
se empleó el ladrillo y otros elementos decorativos. El arquitecto seguramente
que fue también Segundo Viloria, el mismo que proyectó el edifico Rodríguez o
Casa de los Cervatos, también de aquella época y que está dedicado en la
actualidad a servicios municipales. Hay cierto parecido entre ambos al menos en
los adornos de las ventanas.
Benavente, como ciudad situada en
un lugar privilegiado desde el punto de vista de las comunicaciones, y además un
lugar en el que desde antiguo se han celebrado
importantes ferias y mercados, a juzgar por muchos de los nombres de sus
calles y plazas, no podía faltar en Benavente un hotel de este tipo, cuyas estancias
estarían ocupadas con frecuencia por
personas dedicadas a las mercaderías.
Y es que fue un lugar
de hospedaje principalmente para viajantes que llegaban aquí para vender sus
productos en las abundantes tiendas que hubo siempre. También para muchos
tratantes y ganaderos, unos encargados de mediar entre comprador y vendedor y otros,
los propietarios, que venían a las ferias con su ganado.
Se hospedaban en el
Mercantil aquellas personas, con más o menos posibilidades económicas, que
llegaban de visita a la ciudad con motivo de algún acontecimiento especial,
religioso, político o simplemente para una celebración familiar. O venían a
disfrutar de sus ferias y fiestas, que desde siempre gozaron de gran prestigio.
Las imágenes que pude
obtener cuando visité su interior en un momento antes de su rehabilitación, nos
muestran su antigüedad en algunos aspectos, así como la elegancia de sus
aposentos, salones, dormitorios, escaleras, etc. Incluso sus cocinas y algunas
máquinas que utilizaban ya por entonces, como la antigua lavadora.
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Una de sus habitaciones. |
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Amplio salón para acontecimientos especiales. |
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Otra vista del anterior salón. |
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Escalera de caracol, no lejos de la escalera principal. |
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Escalera principal en interior del edificio. Barandilla de hierro y con adornos. |
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Antigua lavadora del hotel, junto a otros útiles del mismo. |
En la actualidad el edificio,
vendido por sus propietarios, y debidamente rehabilitado en su interior, se ha convertido
en un edificio con viviendas, como otros de la misma calle. Pero, como edificio
protegido, su fachada, sin embargo, se ha mantenido en su estado original, una
vez realizada la limpieza correspondiente en aleros, ladrillos y demás
elementos de adorno de su fachada. También se conservan los balcones hierro, uno
corrido en la primera planta, y los correspondientes a cada ventana en la segunda.
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Fachada actual del edificio rehabilitado para viviendas. |
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Balcones restaurados, lo mismo que los demás adornos de la fachada. |
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La Rúa. El hotel en medio de dos nuevas construcciones. |
Por la imágenes
antiguas vemos que la Rúa, como otras muchas calles de la ciudad, ha sufrido
muchos cambios en su urbanización a los largo de los años. Y de sus edificios, parte de ellos de ladrillo y construidos de
finales del siglo XIX y comienzos del S.XX, unos han sido destruidos
totalmente, incluida su fachada, dando lugar
a una nueva construcción, y en otros, aunque haya habido cambios en su
interior, no ha ocurrido así en su fachada, que se ha conservado, aunque se
haya restaurado, como ha ocurrido con esta del antiguo Hotel Mercantil.
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Vista general de una parte de la Rúa. |
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El edificio destacaba sobre los que estaban al lado. |
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Aspecto de la calle cuando se denominaba de Alfonso XIII. Siglo XX. |
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A la izquierda el hotel, junto a un nuevo edifcio. |
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A la derecha los bajos del hotel. Día del Toro, año 1947. |
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Otra imagen de La Rúa en la época y con el nombre de Alfonso XIII. |
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Imagen más actual de La Rúa. |
J. C. de la Mata en su
libro Sociedad y Prensa en Benavente, hace varias referencias a este hotel.
Entre ellas dice que su propietario era
un tal Manuel Rey. Y comenta también quienes eran los que se alojaban en él, algunos de ellos
famosos: agentes comerciales, médicos especialistas que pasaban su consulta, actores
y actrices de las compañías que venían a representar alguna obra en el Teatro, entre ellos Carlos Lemos etc.,
cantantes como Antonio Molina y otros. Se cita en algún periódico de la época
que médicos especialistas en partos, garganta, nariz y oídos, ortopedia, etc.,
con residencia en otras ciudades, pasaban consulta en el Hotel. También se
informa de la presentación, si no de desfiles, si al menos de colecciones de
moda, etc. para que el público pudiera asistir a los actos.
Por el hotel pasó gente
de prestigio pasó. Aquí pernoctó, entre otros, Emilia Pardo Bazán que, a su
paso hacia Madrid desde Galicia o viceversa, paraba en Benavente y se hospedaba
en él. Incluso en sus salones se celebraban animadas tertulias políticas y de
otro tipo.
Destacaba el hotel
igualmente por la abundancia y
exquisitez de sus menús, de ahí que fuesen muchos los que elegían este lugar
para la celebración de los banquetes. Concretamente el de la boda del padre de
Federico Silva Muñoz tuvo lugar en sus comedores.
En los bajos del hotel
estaba la farmacia de las conocidas como La Cabitas o las Benedictas, que se
dejó de funcionar hace ya tiempo. Ahora es un local cerrado y sin uso.
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En los bajos estaba la farmacia de Las Cabitas. |
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El local del bajo está cerrado, pero toda la fachada está limpia y restaurada. |
La parte posterior del
hotel daba a la actual Ronda Madrid y por allí se pasaba al patio y cocheras
del mismo. En la actualidad todo ha cambiado debido a las nuevas construcciones.
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Galería y ventanas del edificio. Parte de atrás del mismo. (F. L. C. Nuevo) |
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Imagen anterior más amplia y en blanco y negro. (Foto: L. C. Nuevo ). |
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Puerta del Hotel que daba a la Ronda Madrid. |
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Ronda Madrid. Parte de atrás del hotel. Arriba Galería. |