La palabra novena,
del latín novem (nueve) se refiere al
“ejercicio devoto que se practica en la iglesia durante nueve días, por lo
común seguidos, con oraciones, lecturas, letanías y otros actos piadosos,
dirigidos a Dios, Cristo, la
Virgen o los santos y santas”.
Esta práctica
religiosa surgió y era frecuente durante el siglo XIX, pues los asistentes a
las novenas, durante los nueve días, podían ganar preciadas indulgencias.
Posteriormente se propagaron tanto que no había pueblo o parroquia en donde no
se celebrasen varias. En la actualidad hay menos, pero han permanecido las más
importantes en cada localidad, entre otras, aquellas dedicadas a los santos
patronos y a los cristos o vírgenes que cuentan con ermita en torno a los
cuales se celebra gran fiesta.
Los triduos, sin
embargo, no eran ni son tan frecuentes. Se trata de un culto o ejercicio devoto
celebrado durante tres días seguidos. Fueron introducidos más tarde en la
iglesia y se hacían o dedicaban también a cristos, vírgenes y santos o santas.
Tanto los triduos
como las novenas se celebraban como preparación para una fiesta religiosa,
fiesta que coincidía con el último día. Se les daba mucha importancia, de ahí
que se oyesen con frecuencia expresiones como: Ya tocan a la novena; Hoy comienza el novenario a San Cayetano; Tengo
que ir a la novena; Están tocando a la
novena…etc. Y de forma parecida con los tríduos.
Algunas de las
imágenes de vírgenes o santos existentes en las iglesias fueron donadas por
personas pudientes, además de piadosas, con la promesa de ofrecerles o rezarles
una novena cada año. Cuando esas personas han fallecido, sus familiares o
allegados han seguido ofreciendo o patrocinando dichas novenas. En este caso,
el sacerdote contaba con un estipendio fijo por ello.
Durante los días de
la novena se saca al santo o virgen de su lugar en el retablo y se le coloca
sobre unas andas o en lugar destacado, de ordinario en el presbiterio, para que
todos los asistentes puedan verlo y rezarlo con más devoción, si cabe. Además
no le faltan las flores y otros adornos populares.
Las fiestas
populares son más abundantes durante los meses de primavera, verano y parte del
otoño. Es normal que así sea, pues muchas de ellas tienen que ver con la
vegetación, las labores del campo y, por supuesto, con la recolección de las
cosechas. No obstante no hay mes en el año en el que no haya alguna celebración
patronal o dedicada a alguna virgen o santo de gran devoción en alguna
localidad.
En
los pueblos de los Valles de Benavente, como en las demás comarcas o regiones,
las novenas más importantes y que, de forma general, se hacían (y algunas se
siguen haciendo), en casi todos, eran las siguientes:
A San José. Era una de
las primeras del año (del 10 al 19 de marzo). San José era el padre putativo de
Jesús, carpintero de oficio, y venerado y querido por muchas personas. En sus
imágenes se le muestra siempre con el niño a su lado o formando una escena
familiar (Jesús, María y José). Por cierto que también se celebraba novena a la
Sagrada Familia.
San José. Iglesia de San Juan del Mercado. Benavente. |
Fuente Encalada. |
Sta. Colomba de las Carabias. |
Arrabalde. |
Sagrada Familia. Iglesia de Sta Colomba de las Monjas. |
Aunque su imagen es abundante en las iglesias de la
Comarca, san José no es patrón de ninguna de ellas y no son muchas las novenas
en su honor.
Siempre
se celebró en su fiesta el día del seminario y se dio importancia a este hecho
por el gran número de seminaristas que había en la época a la que me estoy
refiriendo, década de 1950-1960.
A
San Marcos (25 de Abril), santo éste también muy popular por su relación con el
campo y las rogativas, para pedir la lluvia. Le hacían la novena y al finalizar
lo sacaban en procesión a las afueras del pueblo, hasta muy cerca del campo, ya
sembrado y florecido en el tiempo de primavera. Y no faltaban los cánticos de
rogativas, pensando las cosechas, y pidiéndole siempre: “El rocío de los cielos para regar nuestros campos”. Es muy venerado,
y desde muy antiguo, en Bretocino, aunque no es patrón del pueblo.
San Marcos. Iglesia de Bretocino. |
Revellinos de Campos. |
En el mes de mayo, denominado
mes de las flores, el culto religioso y cristiano se centraba y se centra en la
Virgen María. Es un mes cargado de romerías y peregrinaciones a los santuarios
marianos, algunos de los cuales contaban con el privilegio de conceder a los
fieles asistentes importantes indulgencias.
Todos
los días se cantaban las Flores a María. En muchos pueblos lo hacían las Hijas
de María, una asociación religiosa juvenil, que se encargaba, no sólo de
organizar los actos de este mes, sino de muchos otros relacionados con la Virgen
a lo largo del año. Y se oía el cántico: “Venid
y vamos todos, con flores a porfía, con flores a María, que Madre nuestra es…”.
Devocionario para el Mes de María. |
Grupo de Hijas de María, delante del monumento a la Virgen. Mes de Mayo. |
Los
pueblos de los Valles cuentan, casi todos, con imágenes de la Virgen María,
bajo las más diversas advocaciones: Asunción (10 pueblos); Natividad (3); Concepción
(1); Visitación (1); Dulce Nombre de María (1), etc. Y son muchos los que la
tienen como patrona de la iglesia, celebrando el novenario y la fiesta en su
día, a lo largo del año, como veremos en otro momento.
También
se hacía o rezaba en este mes una novena o un triduo a San Isidro, este santo
labrador e hijo de labradores. Es el patrón de Madrid, pero también de algunos
pueblos y venerado por muchos agricultores, sobre todo en Castilla y en León.
Para conseguir buena cosechas se le sacaba en procesión hasta el mismo campo
para que, estando cerca, prestase una mejor atención. Al ser tan popular, casi
todos los pueblos tienen su imagen. En algunos es muy venerado y celebrado,
como ocurre en Burganes de Valverde, con novena, procesión y bendición de
campos.
San Isidro. Iglesia de San Cristóbal de Entreviñas. |
Pueblica de Valverde. |
Arcos de la Polvorosa. |
Pobladura del Valle. |
Cerecinos de Campos. |
Burganes de Valverde. |
Procesión con san Isidro por los campos de Burganes de Valverde. |