"Junio
es un mes de transición estacional. El último de la primavera y en el que
comienza el verano, concretamente el día 21. Se caracteriza, en general, por un
tiempo soleado, caluroso, aunque con matices. Ocurre que, al comienzo del mes
puede haber temperaturas bajas para la época en la que estamos, pero en la
segunda mitad las temperaturas alcanzan ya valores estivales. Y las
precipitaciones, las lluvias, suelen ser escasas. Junio y septiembre suelen ser
meses tormentosos.
Es
un mes importante en el terreno agrícola, pues se cosechan los cereales y es
época de gran variedad de frutas: cerezas, albaricoques, ciruelas", etc.
No es mes al que
se apliquen muchos refranes. He aquí una selección de ellos:
Junio
al principio lluvioso, anuncia verano caluroso.
Junio
brillante, agua abundante.
Junio
claro y fresquito, para todos es bendito.
Junio
es todo día; los viejos y achacosos tienen más vida.
Junio
es todo el día, niños, jóvenes y viejos tienen más energía.
Junio,
julio, Cartagena y puerto Mahón, los mejores puertos del Mediterráneo son.
Junio,
julio y agosto, cada uno como los otros.
Junio,
julio y agosto, ni dama ni mosto.
Junio,
julio y agosto, ni mujeres, ni coles, ni mosto.
Junio,
la hoz en el puño; para probar, que no para segar.
Junio
normal, seca el manantial.
Agua
de junio temprana, grandes males subsana.
Barbechar
en mayo y minar en junio, buenos barbechones, pero pan ninguno.
Caprichoso
junio, o sequía o diluvio.
Cielo
de junio, limpio como ninguno.
Cuando
junio llega, busca la hoz y limpia la era.
El
enjambre de abril, para mí; el de mayo, para mi hermano; el de junio, para
ninguno.
En
junio, beber y sudar, y el fresco buscar.
En
junio, el mucho calor nunca asusta al labrador.
En
junio, el día veintiuno es largo como ninguno.
En
junio, en veintiuno, es largo como ninguno.
En
junio lloverá, pero antes tronará.
En
junio se le quita la mosca al buey y se
le pega al burro.
En
junio, si pica el sol, ni mujer ni caracol.
Hierba
para almiar, a principios de junio la has de segar.
Lluvias
en junio, infortunio.
Más
vale un agua entre mayo y junio que los bueyes, el carro y el yugo.
Por
junio el mucho calor, nunca asusta al labrador.