Esta plaza, así denominada antiguamente, como lugar céntrico que es, al lado de la antigua iglesia de Santa María del Azogue, aparece también en muchas imágenes del pasado. Y muy llamativas, por cierto, no solamente en lo que se refiere al toro, sino también por los cambios que ha habido en su urbanismo. Podemos decir que, en la actualidad, todos o casi todos los edificios de la misma son de construcción reciente o han sufrido grandes modificaciones respecto a su pasado. El paso del Enmaromado por la plaza nos ha servido para poder ver y comparar la situación de la misma.
En la plaza hubo siempre, y sigue habiendo, una argolla, la primera en el recorrido del toro desde que salió del toril. Sujeto a ella el astado descansará y, con nueva energía, podrá continuar la carrera por otras calles y plazas hasta llegar al Matadero. Gran parte de la siguientes fotografías proceden del libro ya citado.