En el día señalado y tras el disparo de una bomba sale el
toro enmaromado para recorrer algunas calles y plazas de la ciudad. Los que le
llevan, tras la maroma, se esmeran en hacerlo del mejor modo posible y siempre
con atención y cuidado. Las imágenes
siguientes nos muestran cómo se desarrollaban, y por dónde, algunos de estos
primeros momentos de la carrera.