Situado en el Ferial, una de las avenidas más extensas e importantes de la ciudad, se encontraba el antiguo Matadero Municipal, que vemos en las imágenes del pasado. Era un edificio de planta baja solamente, pero de amplia y original construcción, y que cumplía muy bien con el servicio al que estaba dedicado, matadero de ganado, sobre todo vacuno, cuya carne se repartía posteriormente por la ciudad y otros lugares. Contaba con diversas dependecias y locales, entre ellos uno para el servicio veterinario.
Y allí terminaba siempre el recorrido del Toro Enmaromado, matando al animal en medio de un ritual y ante la presencia de algunos corredores, que no salían de alli sin mojar sus zapatillas en su sangre.
Con el paso del tiempo el edificio dejo de prestar sanitariamente el servicio, que lo nuevos tiempos requerían, de acuerdo con la legislación exsitente, por lo que fue destruido, construyendo en su lugar uno nuevo, de varias plantas y que prestase más y mejores sercicios al Ayuntamiento. Y aunque, en la actualidad, apenas funciona en sus distintas dependencias, sí se ha habilitado en él un pequeño local como matadero del toro enmaromado, que conluye allí su recorrido ante la presencia de miles de personas que le han acompañado durante el mismo. Por lo tanto el toro termina en el mismo lugar desde hace ya muchos años, aunque no en el mismo edificio.
Las imágenes de este momento son también muchas, si no del enmaromado, sí del lugar y de las numerosas pesonas que cada año se acercaban y se siguen acercandose allí, como acompañando al toro, hasta su final. No se dispone, sin embargo, de imágenes del interior del matadero ni del momento en el que se mata al toro.