Hoy, día de la fiesta del Toro Enmaromado 2017, en lugar de seguir publicando la imágenes del pasado, según el recorrido habitual, he preferido adelantar aquellas que se refieren al toro en la Ría de D. Felipe. Y es que, personalmente, siempre me ha llamado la atención este momento del recorrido, momento y lugar que, en la actualidad y desde hace años, ya no se realiza, por lo que las imágenes tiene doble sentido y valor. Gracias a ellas se sabe lo que hacía el toro y conocemos las muchas personas que lo veían y disfrutaban de su presencia en el agua.
Se trata del antiguo Caño de los Molinos, conocido y denominado también como Ría de D. Felipe, por ser este el primer industrial harinero de la ciudad que, mediante el contrato pertinente, se sirvió de sus aguas para su fábrica de harinas. Y también para producir electricidad.
Pero la palabra Caño nos da un sentido más antiguo al lugar, en el que ya desde la Edad Media se conoce la existencia de varios molinos de agua a lo largo del mismo.
La tradición de llevar al toro hasta el agua del Caño o Ría es también muy antigua, a juzgar por las muchas imágenes de que disponemos. Y es que hasta este lugar el toro ya ha recorrido un largo trayecto y sus fuerzas han disminuido. De ahí que el llevarlo beber agua y refrescar era todo un rito y muy bien aceptado por los ciudadanos.
Todavía le queda un espacio, aunque no tan largo, para llegar al matadero. En la Ría descansaba el toro y también las personas que lo acompañaban en el recorrido.
Las imágenes que tenemos del toro en la Ría o Caño ya he dicho que son muchas y variadas. Y algunas muy llamativas, como las que hizo D. Cesar Hidalgo, gran aficionado a la fotografía y también a la fiesta tradicional del toro, y que ya hemos publicado en otra ocasión. También se encuentran, casi todas, en el libro ya citado con anterioridad.
Ojalá que, si algún día se cambia algo en el itinerario del toro enmaromado, quienes lo hagan o decidan, retomen este aspecto, o particularidad, de acercar el toro a la Ría o Caño de los Molinos, todo un simbolo de la ciudad y de la tradición de una fiesta como esta que, si perdura en el tiempo, será porque ha recuperado poco a poco lo más tradicional de la misma. Y es que a veces la modernidad puede llegar a tanto que en nada se parezca a sus origenes.