jueves, 8 de enero de 2015

Benavente: La Fuente Mineral.



Caseta de la Fuente Mineral hasta la década de 1990.
Muy cerca de la antigua Pradera se encontraba la Fuente Mineral y todas las personas que bajaban a este lugar visitaban dicha fuente, unas para beber su agua medicinal y otras para sentarse a la sombra de los árboles-castaños silvestres, ya centenarios, que había y todavía hay allí. Menos conocida, incluso, sería la Pradera, si allí no hubiese estado esta fuente. Y es que, por la calidad de sus aguas, era considerada como una de las mejores  y más importantes de la provincia y de toda Castilla y León.
La fuente ha sido citada por algunos autores, más en el pasado, cuando todavía funcionaba y se mantenía en buen estado, que en la actualidad. Uno de ellos es Pascual Madoz (1845-1850) en su Diccionario Geográfico –Estadístico-Histórico, que, en el tomo dedicado a la provincia de Zamora, dice al escribir sobre las fuentes en Benavente:…”Ninguna fuente se conoce dentro del pueblo, pero hay varias de buenas y abundantes aguas en sus inmediaciones. Hacia la parte O. en el valle llamado La Zarza, se encuentra una en el mismo camino y dos más a izquierda y derecha, dentro de posesiones particulares, libres para el uso común; en los Tamarales del Conde otras dos muy concurridas en los días festivos por el placer que disfruta en su bebida y pasar por los jardines; y junto a un caño de agua que sale de una presa más arriba del molino Sorribas otra mineral ferruginosa de cuya cualidad con más o menos abundancia, disfrutan todas las de las norias de las huertas inmediatas, de la cual por haber llamado bastante la atención pública y la de los facultativos, y por lo beneficios que pudiera aportar  a la humanidad su uso, nos creemos en la obligación de presentar un pequeño análisis…..
Efectivamente, según  Madoz, el análisis se efectuó en aquella época, si bien no tan completo cono fuera de desear, y quien lo efectuó fue el profesor en medicina ya difunto,  D. Juan Bautista Ibáñez, médico titular que fue de la villa.
A continuación describe el autor en su diccionario, con todo detalle, el lugar en el que se encuentra la fuente y los resultados del análisis efectuado de la siguiente manera:
Nace entre O y N de la población, al pie de unas huertas, rodeada de juncales y de muchos paleros y mimbreros…
La tierra es arcillosa, y por donde brota el manantial parece un puro carbonato de hierro, no está próxima a cuesta, monte o roca alguna, y por lo mismo es admisible su situación y dudoso su origen, el cual no obstante parece ser más allá del r. Órbigo, siendo su dirección y venida por debajo de él. El manantial es antiguo y permanente, pues los más ancianos de la población dicen haberle conocido siempre, no habiendo hecho uso de sus aguas hasta hace pocos años, por sobresalir tanto el gusto al mineral.
 A continuación nos da una información detallada del análisis efectuado, para conocer sus propiedades físicas y químicas, así como de los reactivos empleados para el mismo. Y más adelante concluye:
Este pequeño análisis, y aún si se quiere imperfecto,…da a conocer que esta agua pertenece a la clase de las ferruginoso-acidulas, pues que, según demuestran los reactivos citados no contiene más que el ácido carbónico en esceso, hierro y una pequeña cantidad de cal en el estado de carbonato.   Estas aguas son muy raras, pues apenas se conocen las famosas de Spa en los Países Bajos, las de Primont en Inglaterra y las más recientemente descubiertas en Passí, cerca de Paris.
De todo esto y algunas cosas más, sobre esta fuente y su agua, nos informa P. Madoz en su Diccionario. Testimonio de una época pasada, que tenemos que respetar y valorar debidamente. E incluso revalorizar en la actualidad, si ello fuera posible.
Según me han contado algunas personas mayores antiguamente se asociaba la Fuente con la Pradera. Allí se divertían, paseaban, jugaban, merendaban y en ocasiones hasta bailaban al son de un organillo que alguien se encargaba de llevar a dicho lugar. Y además muchos aprovechaban el momento para probar su agua ferruginosa, saludable, por lo de sanadora, para algunos. Y es que además hubo un tiempo en que el Ayuntamiento tenía allí, en la caseta, una persona encargada de sacar el agua con un sifón y dársela en un vaso o botella a los que la pedían, bien para beberla allí, o incluso para llevársela a sus casas, confiados en sus propiedades curativas.
Puente de acceso al lugar en el que se encuentra la Fuente.
Arboles castaños de gran tamaño delante de a Fuente.
Imagen antigua con el puente de acceso a la Fuente.
Postal antigua de la Fuente, con el puente y su entorno.
Un rincón de la Fuente Mineral. Postal.
Mujeres cerca de la Fuente Mineral. Al fondo el Castillo. 1929.  F.Testera.
En las fotos siguientes, vistas generales, podemos ver cómo era el lugar y el entorno en el que se encontraban en el pasado, tanto la Pradera, como la Fuente Mineral.

La pequeña caseta en cuyo interior se encontraba la Fuente estaba rodeada de árboles castaños silvestres, que, como he dicho antes, proporcionaban abundante y espesa sombra al lugar. Y muy cerca de ella pasa uno de los dos ramales del Caño de los Molinos o Ría en cuyas aguas, a juzgar por la imagen que publicamos, bajaban las mujeres a lavar la ropa, y lo hacían con la tabla, arrodilladas junto al agua del canal. Eran otros tiempos y otra, y muy distinta, la forma de vivir.
Arboles en torno a la fuente.
Lavanderas en el canal que pasa cerca. Década de 1910. F. Archivo Ledo.
En la actualidad poco se sabe de la Fuente y su estado de conservación. Y da impresión de que a nadie le interesa. La caseta, aunque restaurada, sirve de bar durante los meses del verano. Se instalan mesas bajo los árboles para todos los que se acerquen a merendar o cenar. Y allí, hasta bien entrada la tarde-noche, pueden disfrutar de este espacio verde y fresco en torno a la antigua Fuente Mineral, que se encontraba muy cerca de la Pradera.

Árboles junto a la Fuente en el Otoño.
Castaño centenario, seco pero recordado.
Tres árboles en el recinto de la Fuente.
Para demostrar la importancia que tuvo esta fuente nos basta el testimonio directo de quienes la vieron y nos lo contaron. Pero desde al año 1845, fecha del testimonio anterior, hasta la actualidad, ha cambiado bastante el lugar en el que se encuentra la  fuente y su entorno. Y es que todo el espacio pertenece y se denomina en la actualidad Parque de la Pradera y la Fuente Mineral. Está más urbanizado, ajardinado, y dedicado a otros usos. Tan solo se conservan del pasado los chopos y castaños silvestres, algunos de ellos centenarios, que rodeaban o estaban cerca y adornaban a la antigua fuente.
El entorno de la Fuente está urbanizado, para el paseo y el descanso.
El Caño pasa muy cerca de la Fuente...
...y en él se pueden ver gansos y patos nadando...
...o descansando.

martes, 6 de enero de 2015

Belén Etnográfico en Ayoó de Vidriales.



1.-Hace unos días me acerque a Ayoó de Vidriales. Allí en su iglesia, denominada por algunos la catedral gótica del Valle de Vidriales, pude ver y admirar el Belén de este año, al que con toda razón se le puede denominar etnográfico, además de popular, por estar ambientado y adornado con algunos objetos, útiles o instrumentos utilizados, más en el pasado que en la actualidad, por agricultores y ganaderos del pueblo: zarandas o cribos, sogas, alforjas, tornadera, buje de un carro, etc. Y no faltaban tampoco un yugo, ni el rastro, la bielda y el bieldo, el escriño, la talega, barrilas y otras cerámicas, el collerón o collera, una red de acarrear paja, sogas, etc.
Belén sobre la pila bautismal.
El belén estaba instalado sobre una rueda de carro de varas, colocada encima de la pila bautismal. Una antigua pila, de una sola piedra y seguramente que  labrada a mano por alguno de los canteros que explotaban y trabajaban, las canteras que había en la sierra de Carpurias, en Brime y otros pueblos del Valle. Y sobre la rueda varias zarandas o cribos con las figuras de las escenas más destacadas del acontecimiento: Nacimiento del Niño Dios con la Virgen y San José; Adoración de los pastores y Adoración de los Reyes. 
Podemos afirmar que en el Belén estaban representados los oficios tradicionales y trabajos de algunas personas del pueblo, pero no como en otros belenes con figuras en movimiento, sino simplemente a través de los objetos o instrumentos que lo adornaban. Es el visitante quien, al verlo, recordaba la tradiciones, trabajos y forma de vida en el pasado de muchos vecinos de Ayoó.

Malla, alforja, escriño, talega y otros útiles.
Yugo, horcas, garios, cuerdas, etc.
La idea e instalación del Belén ha corrido a cargo de Joaquín Pérez, de oficio albañil, que ejerce principalmente en el Valle de Vidriales, a cuyos pueblos y sus gentes conoce como nadie. Pero él también es conocido por todos. Y más desde que con su blog el Ti Joaquín da a conocer las costumbres, historia, personajes y curiosidades de los pueblos.
Joaquín, amante y respetuoso con las creencias y tradiciones, religiosas y no religiosas, ha contado con el permiso y apoyo del sacerdote, D. Miguel, para la instalación de este Belén y también del que pudimos ver en el Santuario de Ntra. Sra. del Campo.  
La pila bautismal, sobre la que está el Belén, se encuentra a la izquierda, al entrar en la iglesia. En la parte superior vemos la mayor parte de los útiles rodeando las distintas escenas con las imágenes, sobre la rueda de carro.
En una zaranda los pastores y sobre otra los Reyes Magos y sus pajes. 
Sobre una zaranda los pastores de Belén.
Y sobre otra los Reyes Magos.
 Las figuras protagonistas del Niño recién nacido y a su lado María y José reposan sobre cuerdas, lo cual nos ha recordado a los cordeleros de Uña de Quintana.
Sobre unas sogas, rodeado de maíz el portal de Belén.
El ángel que anuncia a los pastores esta sobre un cribo rodeado de mazorcas de maíz.
Horcas, garios y otros útiles sobre el portal de Belén.
La parte baja de la pila bautismal está rodeada por una red de cuerda de las que se utilizaban para acarrear mies o paja, Y de ella cuelgan viejas ristras de ajos.
Pila rodeada con malla de acarrear y con ajos colgando.
2.-También visité el Belén instalado en el Santuario Ntra. Sra. del Campo, patrona del Valle de Vidriales. La idea e instalación ha corrido también a cargo de Joaquín con la ayuda y asesoramiento de D. Miguel.
En este Belén, como ocurre en otros muchos, junto al portal del Nacimiento, la adoración de los Pastores y de los Reyes Magos, el Palacio de Herodes, etc., se veían también escenas en movimiento, con algunas de las actividades o trabajos tradicionales y populares que se realizaban en  pueblos de la zona, entre ellos, y según vemos en la imágenes, los siguientes: 
El Belén de Vidriales en el Santuario de la Virgen del Campo.
El Portal de Belén.
Palacio de Herodes.
El ángel anuncia a los pastores el Nacimiento del Niño Dios.
Escenas domésticas en el pueblo de Belén.
La trillla.
La bodega y el palomar.
La noria.
La fragua y el herrero.
No podía faltar el pendón de Vidriales, representado por el que han recuperado y conservan en el Santuario y que desde este año desfilara en algunos fiestas. Y es que el pendón forma parte de la tradición leonesa lo mismo que el ramo que en muchos pueblos del valle cantan a su patrono, santo, santa o virgen.
El pendón del Valle de Vidriales en procesión por las calles del pueblo.






domingo, 4 de enero de 2015

Este Ramo que traemos...


Así  se titula la exposición que sobre Ramos Leoneses se puede ver hasta el día 31 de enero en el  museo etnográfico provincial de León con sede en Mansilla de las Mulas. Y es que los Ramos, tanto los de Navidad, como los que se cantan y  ofrecen  a los patronos, santos, santas o vírgenes, se llevan en procesión hacia la iglesia o ermita para allí cantar los textos y ofrecerlos a quien corresponda. Y quienes los llevan o traen hasta la iglesia son jóvenes o mayores pertenecientes a cofradías, asociaciones, u otro tipo de grupos, encargados de la organización de los diversos actos en torno al ramo.
Concretamente los de Navidad, que son los más numerosos en la exposición se ofrecen al Niño Dios, recién nacido, o la Virgen, su madre, no sin antes cantar textos relacionados con el acontecimiento que se celebra: nacimiento en Belén, episodio de Herodes, adoración de Pastores y Reyes, etc. Se cantaban el día de Nochebuena en la misa de Gallo, o en Navidad en la misa mayor. Los textos constaban de una entrada, la parte centrel o exposición del acontecimiento y la despedida o parte final.
Estos ramos de Navidad, como los demás, en su origen eran simples ramas naturales de árboles que después fueron sustituidas por armazón de madera u otros materiales más duraderos y resistentes al paso del tiempo. Algunos de ellos se decoraban con pinturas o relieves y denotan más antigüedad.
En la exposición se pueden ver ramos de varios pueblos de la provincia de León, tanto de la montaña como de la ribera, del páramo y hasta de la tierra de campos. Y de diversos tamaños y formas.
El primero y más destacado, al entrar en la exposición es el de Encinedo,  con muchos adornos y muy florido.
Ramo de Encinedo, de forma cuadrada.
Otro ramo, concretamente el de Cea, localidad próxima a Sahagún, es el único ramo natural y verde que hay en la exposición. Desde hace mucho tiempo lo hacen así y lo cantan y ofrecen el día 2 de febrero, día de las Candelas. Quienes se encargan de hacerlo son los Quintos del año respectivo. Lo adornan con mandarinas, caramelos, bastones de caramelo, flores de papel, dulces, etc. El día de la fiesta en el desfile procesión por las calles del pueblo llevan el ramo y también el pendón, dos señas de la identidad tradicional leonesa.
Ramo de Cea.
Hay varios de forma triangular, gran parte ellos de Navidad. Las velas nos lo testimonian.

Otros muchos son de forma circular, también con velas y adornos variados con papeles de colores, en torno a las velas. También ueden llevar cintas colgando con frutas, caramelos, etc. Las velas en estos, como en los demás, una vez cantados y ofrecidos, pasaban a la iglesia para su utilización. Casi todos son de bastante antigüedad y procedentes de pueblos de la montaña leonesa.
Varios se denominan de rastro, por la forma que tienen, parecida a este instrumento, el rastro, utilizado en algunas tareas agrícolas. En algunos la tabla y su peana están pintados.En estos las velas recuerdan a los dientes del rastro. En la maragatería apensa los visten, pero las velas sí destacan.


En la exposición podemos ver también armazones o estructuras de ramos sin vestir, en general de madera, aunque también lo hay metálicos: hierro, chapa, alambre, etc. También son antiguos y se utilizaba este material para que fuesen más duraderos.Y presentan formas distintas: triangulares, ovaladas, circulares, etc.

Armazón del ramo de Encinedo.
También pudimos ver los adornos que colocan sobre los ramos, no solo flores, cintas, frutas y dulces, sino también los escapularios, estampas, medallas, etc., a partir de la época en la que esta tradición fue asumida por el crsitianismo.