sábado, 30 de junio de 2012

Taller de forja Hermanos González Marrón, en Benavente.



Naves del Polígono Industrial I de Benavente, en las que se encuentra el taller de forja y cerrajería.

En unas naves del Polígono Industrial I, de Benavente, concretamente en la calle Matilla de Arzón, siguen trabajando el hierro los hermanos Félix y Fernando González Marrón. Antes lo hicieron de Mózar, no lejos del puente y cerca de la carretera. Al pasar por este lugar veíamos algunas piezas, entre ellas un toro con maroma, que ahora han colocado en la fachada del nuevo edificio.
Conocen y han vivido el oficio de la forja y cerrajería desde muy pequeños, pues su padre, y también su abuelo, fueron herreros en Navianos de Valverde. Fernando, el mayor, con 62 años, cuatro más que su hermano Félix, me dice lo siguiente: “Mi padre era ya un verdadero artista, autodidacta. Recuerdo que con mucha imaginación, originalidad y trabajo, hizo una cerradura con siete llaves, que llamaba la atención. Y otras muchas cosas”.
No nos extraña, pues, que aunque sólo cursasen estudios primarios en Navianos, como casi todos los niños de la época, su formación práctica fuese casi universitaria con maestros herreros tales como su padre y su abuelo, a los que recuerdan con cariño y de los que conservan, entre otras cosas, algunas de las máquinas o instrumentos de su antigua herrería: yunque, macho pilón, taladradora manual, etc., algunas mesas y bancos con tornillo para trabajar, etc. Con todo ello, y el fuelle que traerán en breve, piensan reconstruir la antigua herrería, que les servirá, a ellos de recuerdo,  y para la contemplación y admiración de las personas que les  visiten.
Fernando me cuenta algo más sobre su vida y sus trabajos en el oficio. Después de la herrería familiar empezó con Lucas Pozo en una cerrajería. Luego pasó 10 años en Madrid y que trabajó también con el artista José Luis Alonso Coomonte. Le hacían los trabajos de forja y esculturas que él diseñaba.
Aunque tuvieron muchos años el taller en Mozar, ellos y su familia vivieron casi  siempre en Benavente.  Ahora ya tienen las nuevas instalaciones: Una nave para trabajar en la que están los útiles e instrumentos necesarios para ello: cortadora de chapas, taladro, moldeadora, etc. Y al lado otra nave como almacén, en la que veo gran cantidad de piezas y objetos diversos ya terminados: mesas, mesitas, sillas, camas, muchas y variadas lámparas, escudos de Castilla y León y otros, objetos para uso doméstico, etc.  Y todo ello realizado lo más artesanalmente posible, tanto en sus formas, como en los adornos y decoración que tiene cada una de las piezas. “Nosotros no copiamos nada, me dice Fernando, lo hacemos según nuestra idea. Pero si alguien nos trae una foto, o dibujo se lo hacemos como él quiera, pero a mano, no con máquina. A veces montamos y desmontamos las cosas varias veces hasta conseguir lo que queremos”.

Una de las naves está dedicada a almacén con muchas piezas ya terminadas, aunque no ordenadas, para exposición y venta.
Varios escudos de Castilla y León.
Algunas de las muchas lámparas.
Fernando comentando los detalles de uno de los objetos.
Tumba con los nombres de sus padres, ya fallecidos, y que tienen preparada para llevar al cementerio.
Relieves con motivos diversos.
Otras lámparas distintas.
Una cama y dos mesitas.
Silla
Paletas y tenazas para las cocinas de leña.
Marco para un espejo.




Son muchas los trabajos que han hecho por toda la comarca, para particulares y para algún Ayuntamiento. Para la dehesa de Rubiales y la de Valmaseda nos encargaron varias cosas.  Y luego en Benavente tenemos las rejas del Mercado de Abastos, una puerta en la plaza de las Gallinas, un balcón en la calle Las Eras y algunas otras.
Han participado, y siguen participando, aunque en menor medida, en exposiciones de artesanos sobre todo en las que se celebran en las provincias de León Zamora, Salamanca y Valladolid. Y en muchos pueblos de menor población: El Puente y Puebla de Sanabria, Alcañices, Villalpando.  Son muchos los que nos piden participar en las  ferias y mercados de esta y otras comarcas. Forman parte  de la Asociación Nazaret de Torno y Talla, recientemente creada, y que tiene su sede en Santa Cristina de la Polvorosa. Con ellos ya han participado en alguna exposición o ferias, de las que organizan, como la de Pobladura, celebrada el mes pasado. 
Cuadro con el Master de Popularidad y otros recuerdos.
                         
Desde hace ya muchos años también pertenecen a la Asociación de Artesanos de Castilla y León. Han estado ya presentes en la Feria de Muestras de Valladolid y en otros eventos.  Y en el año 1993 fueron reconocidos y valorados con el “Master de Popularidad por sus trabajos en forja y cerrajería artística”.
“Son muchos años ya trabajando en esto, dice Fernando. De ello hemos vivido hasta ahora y pensamos seguir, hasta la jubilación. Después, no sometidos ya al mercado, haremos tal vez cosas distintas, a nuestro gusto y con más detalles, para satisfacción propia y de nuestros familiares y amigos”.   




martes, 26 de junio de 2012

Artesano jubilado: Primitivo Andrés, de Cubo de Benavente.


Primitivo en el patio de su casa con algunas de las gaitas hechas por él.
Es difícil resumir en poco tiempo y en breve espacio todas las actividades y trabajos por los que han pasado algunas personas a lo largo de su vida. Y más cuando estas personas, además de su oficio diario, tienen aficiones artísticas o artesanas que les completan y satisfacen.
Esto le pasa, como a otros muchos sobre los que ya hemos escrito, a Primitivo Andrés, de Cubo de Benavente, uno de los pueblos de esta comarca, muy próximo ya a la Carballeda. Aquí nació, pasó su infancia y estudió en la escuela hasta los 14 años. “El maestro que más me enseñó fue D. Nicolás”, recuerda con agrado.
“Mis padres eran agricultores y yo les ayudé en la tarea, al menos durante 3 años, porque, al cumplir los 18, me fui a trabajar a Francia, como albañil, concretamente de encofrador. Conmigo se fueron también otros jóvenes del pueblo. Era normal por aquellos años, décadas de 1950 y de 1960, el tener que emigrar, bien al extranjero o otras ciudades o regiones de España".
Desde pequeño Primitivo tuvo afición por la música e intentaba confeccionar instrumentos con trozos de madera. Ya en la mili, en Astorga tocaba la gaita en el cuartel, en las marchas, y en las procesiones por la ciudad. “Íbamos tocando en los desfiles trompetas y gaitas en el mismo grupo”.
Con esta afición ha continuado durante toda su vida activa en la que ha desempeñado el oficio de cartero de Cubo de Benavente y de algunos pueblos próximos, hasta su jubilación, hace tan solo 4 años. Además es propietario y regenta una tienda de ultramarinos (alimentación y un poco de todo) de los que hay en el pueblo. Aunque, según parece, es su mujer la que se encarga más de ello, a la que, por cierto, se le da muy bien atender a los clientes.
A juzgar por lo que hace, podemos afirmar que Primitivo es un artista, y también un buen artesano, que utiliza principalmente la madera en su obra, aunque en algunos objetos también se ha servido del hierro y de otros materiales..
Me enseña algunas piezas de talla, pequeños relieves: la iglesia del pueblo, el escudo de su apellido, el santuario de la Peregrina de Donado, un caballo, etc.; otros son trabajos de forja: una lámpara, candil, faroles, candelabro, etc. 
Varios de sus relieves: iglesia del pueblo, un escudo y un caballo.
Escudo de su apellido.
Lámpara, una de sus obras de forja.
Pero lo que más nos sorprende y causa admiración son los instrumentos musicales que él ha confeccionado y sigue confeccionando, principalmente gaitas, gallegas, sanabresas y alistanas (suenan de distinto modo, dice), y dulzainas de las que tiene una buena colección (una de ellas el modelo más antiguo).
Ha hecho también un tambor, y un rabel, este antiguo instrumento musical pastoril, parecido al laúd, compuesto de tres cuerdas y que se toca con un arco. Nos hace una demostración para que veamos cómo suena.

'Esta es mi primera dulzaina'
Su colección de dulzainas.
Tocando una de sus gaitas.

Tambor
Nos enseña y toca el rabel.



Dispone de un taller con mesa de carpintero para trabajar, y de las herramientas necesarias. Al instante pone en funcionamiento uno de los tornos que utiliza y se pone a tornear la pieza de una gaita. 

Primitivo en su taller, manejando el torno.
Las maderas son variadas, pero siempre de calidad: “Mientras mejor sea la madera, mejor sonarán los instrumentos”. Él se sirve del fresno y del boj, árboles que hay por la zona. Pero también del granadillo y del palo santo, que tiene que importar. Se lo envían de Valencia.
Ascensión, su mujer, es la primera admiradora de lo que hace su marido, aunque dice que algunos días lo ve poco: “Se mete en el taller y allí pasa las horas, sin darse cuenta. Siempre tuvo gran afición por la madera, tal vez haya influido algo en ello su tío que es un buen carpintero y ebanista. Y también por la música, a pesar de no haberse preparado, pues todo lo que toca es de oído”.
Primitivo está de acuerdo con lo que dice su mujer, pero el tiempo que emplea no lo puede concretar porque “igual me pongo a trabajar en ello un día entero, sea festivo o no festivo, o me paso un tiempo sin hacer nada. Trabajo cuando me apetece, pues no es este mi oficio, sino una afición”.
            Y así piensa seguir, ahora ya jubilado, mientras pueda, confeccionado gaitas y dulzainas y haciendo aquellos otros objetos que se le ocurran y pueda. Además seguirá contando con la paciencia de su mujer y también con su ayuda, pues ella es la que se encarga de preparar la tela del fuelle, una de las partes fundamentales de un instrumento de viento como la gaita.
“Yo hago todo lo demás, los tres tubos de que consta el instrumento: el más delgado, por el que se sopla para henchir de aire el fuelle; el más corto y con agujeros que pulsan los dedos del tañedor; y el más grueso y largo, llamado bordón o roncón, que forma el bajo continuo del instrumento”.
También hace las dulzainas, este instrumento músico medieval, de viento, de tubo cónico y lengüeta doble. Y los demás instrumentos a los que nos hemos referido.
Primitivo y Ascensión tienen tres hijos, que por su profesión y trabajo residen fuera, pero con frecuencia se acercan al pueblo para ver a su padres y ver cómo van sus trabajos y aficiones. Ellos también son amantes de la música y tocan algún instrumento, tal vez motivados por lo que hace su padre.
Ha expuesto lo que hace tan sólo una vez en una exposición de artistas y artesanos realizada en Santibáñez de Vidriales. Los vecinos del pueblo lo conocen, pero en otros lugares no, porque él nunca quiso salir en los medios de comunicación. Ahora que ya está jubilado piensa de otra forma y no le desagrada que otras personas vean lo que durante muchos años ha hecho y que tiene pensado seguir haciendo.
La verdad es que merece la pena informar y dar a conocer a todas aquellas personas, que, de modo más o menos oculto y silencioso, elaboran o realizan obras que llaman la atención y causan admiración a todos, los que las contemplan.
Desde hace varios años pertenece a la Asociación de música y baile tradicional La Trasga que hay en San Pedro de Ceque. Concretamente al grupo de gaitas que tiene el mismo nombre de la asociación. Además asiste a la escuela de folclore de Camarzana, que antes tenía su sede  en Santa Cristina de la Polvorosa. Tanto el grupo de danzas, como el de las gaitas actúan por los pueblos de la comarca, cuando se celebran fiestas u otro tipo de acontecimientos.
            A Primitivo, además, le gusta vivir en el pueblo, pues es amante y admirador de la arquitectura popular, tipos y formas de construcción: casas, bodegas, puertas, etc. y también amante de las fiestas y tradiciones que aún se conservan en Cubo de Benavente y en otros lugares de la comarca. Y cómo no, de modo especial, amante del folclore popular en el que participa con su sabiduría musical y su buen hacer artesanal. 


















viernes, 22 de junio de 2012

Exposición en el Centro de Educación de Adultos, en Benavente.



Sala con la exposición de las divreras artesanías.
Desde hace ya muchos años el Centro de Educación Permanente de Adultos de Benavente tiene una amplia oferta educativa, entre otras: Educación Básica, Español para Extranjeros, Educación Secundaria para personas adultas y varias enseñanzas Técnico Profesionales entre ellas la relacionada con la carpintería y el mueble. Además la Asociación de Antiguos Alumnos del Centro, creada para promocionar la Educación de Adultos en la comarca organiza dos talleres,  bordados y pintura, que se imparten también en el Centro por las tardes. 
Los alumnos que asisten, en su mayor parte son personas mayores y algunos ya jubilados. Reciben la enseñanza teórica relacionada con cada materia, y al mismo tiempo se practican realizando o elaborando objetos o piezas, fruto de su aprendizaje. El Centro, además de aulas y profesores, dispone de maquinaria y demás medios materiales para poder llevar a cabo la actividad de que se trate.
Cada taller cuenta con un horario y día o días asignados, así como con un profesor o monitor. Los alumnos asisten voluntariamente, muestran  gran interés y se sienten con ganas e inquietudes por aprender aquello que han elegido. Nada mejor que favorecer con actividades de este tipo a estas personas, con deseos de aprender algo distinto y para lo que no se les ofreció la oportunidad en épocas pasadas.
Al finalizar el curso académico, el Centro de Adultos organiza una exposición con los trabajos realizados en los distintos cursos o talleres. Hace unos días visité la exposición, de la que publico en este blog algunas imágenes y comentarios
En el taller de bordados, que dirige y en el que imparte clases la profesora Francisca López Asensio, de Villamayor de Campos, participan este año nueve alumnas. Me cuentan que cada una elige hacer aquello que quiere o que le gusta más. En la exposición he visto lo siguiente: 
-Una capa antigua utilizada en la comarca de Benavente y que ha confeccionado una señora de Castrogonzalo.-Un abalorio.-Toallas de vainicas.- Pequeñas piezas: manteo y gabacha para las muñecas.
-Trajes relacionados o utilizados en la comarca de Benavente: Rodaos, mandil, gabacha, dengue, faltriquera y zapatos. En otro lugar veo una camisa y mantilla de boda, y un bastidor en el que una alumna estaba confeccionado un mandil.

Una de las alumnas con su trabajo al lado: rodao, mandil, gabacha o dengue, faltriquera y zapatos.
Camisa y mantilla de boda.
Traje antiguo de la comarca.

Traje también antiguo, de la comraca de Benavente.
Algunas otros objetos hechos en el taller de bordados.

Capa confeccionada por una señora de Castrogonzalo.
Una parte del interior de la capa.
Mantón de Manila bordado a mano.
Camino de mesa.
Toallas de bainica.
Muñecas vestidas de carbajalina.
Manteo y gabacha para muñecas.
Alumnas del taller contemplando sus trabajos.
Por otra parte al taller de pintura, cuyo profesor es D. Angel Toribio Roales, también de Villamayor de Campos, asisten 14 alumnos y alumnas. Aunque aprenden varias técnicas, en la práctica se centran más en la pintura al oleo. Sus cuadros son copias de láminas o fotografías que ellos mismos llevan o que les proporciona su profesor o el mismo Centro. Florentina Morán y María Rubio que están en la exposición me explican con más detalle lo que hacen durante el curso y me enseñan lo cuadros que ellas tiene en la exposición.

Algunos de los cuadros expuestos.
Florentina Morán y María Rubio, alumnas del curso, viendo los cuadros.

Los bodegones tienen la firma de Tina Morán.
Dos cuadros de estilo y tema distnto.

El taller o curso sobre la madera y mueble, al ser enseñanza reglada, una más del Centro, cuenta con mayor número de alumnos. Se ha impartido, y con mucho éxito, desde hace ya muchos años. El Centro dispone de los materiales y la maquinaria indispensable para llevar a cabo esta actividad y realizar los distintos objetos o piezas de madera. En la exposición se pueden ver sillas, galanes de noche, mesitas, cantareras, banquetas, copas, vasos y otros objetos a torno, etc.
Mesitas, banqueta y galanes de noche.

Mazo, copas, vasos, palilleros y otros objetos hechos a torno.
En primer término cantareras, mueble antiguo y tradicional, que algunos alumnos han querido hacer en el taller y con ello recordar el pasado y la tradición.

miércoles, 20 de junio de 2012

Exposición de Ramos en Santa Colomba de las Monjas


Una parte de la exposición, con el ramo de Santa Colomba de las Monjas en el centro de la imagen.

El día 13 de junio la Iglesia Católica celebra  la fiesta  de san Antonio de Padua, uno de los santos más populares y con más milagrería, que cuenta con muchos devotos, y abundantes imágenes en iglesias y ermitas. También son muchas las tradiciones que se conservan en torno a este santo, distintas según el país, región o comarca. Concretamente en los valles de Benavente son varios los pueblos que le cantan y ofrecen un ramo, adornado con diversos motivos y también con roscas que, al final de la ceremonia religiosa, se subastan a la puerta de la iglesia.  
Uno de los  pueblos, muy cerca de Benavente, es Santa Colomba de las Monjas. Aquí el pasado fin de semana celebraron por todo lo alto la festividad del santo, pues además de los actos religiosos: misa con el canto del ramo, rosario y procesión etc. hubo otros no religiosos que sirvieron de distracción y entretenimiento a los vecinos y forasteros: subasta de las roscas del ramo, juegos diversos, magia, cuentacuentos, danzas de paloteo. etc.
Pero en Santa Colomba las mayordomas de san Antonio, de este año, Laura Fernández, Mercedes Miguélez y Mª Luisa Martínez, han querido dar aún más realce a la fiesta y se propusieron, y lo consiguieron, organizar una exposición de ramos, leoneses y zamoranos, pues había de las dos provincias, en un local del Ayuntamiento.
La exposición, que se inauguró el viernes, día 15, contó con la asistencia de numeroso público, llegado, en gran parte, de los pueblos, cuyo ramo participaba en la muestra. En el acto la profesora Mª Jesús Fernández Cordero dirigió unas palabras a los presentes sobre los ramos y su origen, animándoles a seguir con la tradición en los pueblos de esta comarca de los Valles de Benavente y en las demás de la provincia de Zamora, como ocurre ya en la de León.
Los asistentes pudieron ver, contemplar y admirar más de 40 ramos, que se cantan y ofrecen a los más diversos santos, santas o vírgenes. Estaban presentes los pueblos de Milles de la Polvorosa, Colinas de Transmonte, Burganes de Valverde, Aguilar de Tera, Santa Croya de Tera, Abraveses de Tera, Calzadilla de Tera, Santibáñez de Tera, Santa Cristina de la Polvorosa, San Pedro de Zamudia, Olleros de Tera y, por supuesto, el de Santa Colomba de las Monjas, organizador de la Exposición.
Santa Colomba de las Monjas.
Colinas de Transmonte
Santibáñez de Tera.
Olleros de Tera.
Aguilar de Tera.
Calzadilla de Tera.
Milles de la Polvorosa.
Abraveses de Tera.

San Pedro de Zamudia.


Santa Cristina de la Polvorosa.


Santa Croya de Tera.

          
Pero además había una representación amplia de ramos de la provincia de León,  de  casi todas sus comarcas. En estos sí que predominaba la variedad, en cuanto a su forma: pues además de los triangulares, de uno o dos triángulos, forma más común en los Valles, los había rectangulares, cuadrados, de rastro, vegetales, de Navidad y de Pascua, etc. Y variedad en cuanto a sus adornos: pañuelos, telas y cintas de colores, velas, con roscas y sin roscas, etc.
Junto a los ramos, loas o logas como algunos dicen, había un panel con una parte de los versos que cantan durante el ofrecimiento, y cuyos textos completos de muchos de ellos publiqué en el libro "VALLES DE BENAVENTE. LAS FIESTAS DE LOS RAMOS", editado en el año 2008.

Val de San Lorenzo.
Val de San Lorenzo.
Rabanal del Camino.
Villalobar.
Llamas de la Ribera.
Llamas de la Ribera.
Genicera.
Candemuela.

Torneros de la Valdería.
Eslonza.

Gordaliza del Pino.
Carbajal de Rueda.
Santa Eulalia de Cabrera.
La Sobarriba.

Algo característico de los ramos de los pueblos de los valles de Benavente, en cuanto su forma, es que predominan los triangulares y con adornos de cintas de colores, y telas sobre las que se colocan, o no, las roscas. Esto nos indica que la tradición se fue transmitiendo de unos pueblos a otros dentro de la comarca. La tradición estuvo y está más implantada en esta zona norte de la provincia, limítrofe con la de León, y también en  Asturias, región en la que se celebra en muchos pueblos  y a la que llegó procedente del norte de Europa. Después, siguiendo parte de la vía de la Plata la tradición del ramo  pervive, aunque menos, en Salamanca, y llega a algunos pueblos de Extremadura, sobre todo en  la provincia de Cáceres, y también hasta Sevilla, ya en Andalucía.
Las mayordomas que han organizado la exposición, amantes de su pueblo y de su región, han apostado por el mantenimiento y defensa del canto y ofrecimiento del ramo, a pesar de notar  la falta de ayuda  de instituciones provinciales, cuya colaboración solicitaron. Tampoco vieron por allí a algunos de los políticos, sobre todo aquellos que se sienten o se presentan como personas cultas, o preocupados por la cultura, o que figuran o tienen a su cargo asuntos relacionados con ello, tanto en la provincia, como en  la comarca.  Creen ellas que no debieran faltar en actos de este tipo, aunque se realicen, incluso, en los pueblos más apartados de la capital.  Y también notaron la falta de atención e información por parte de la prensa, radio y televisión, comarcales y provinciales, que no se dignaron visitar la exposición, y valorarla en su medida. De poco y mal pueden informar, si ellos no están presentes, o no se preparan debidamente para ello.  
Sobre los visitantes, me cuenta Mª Luisa que fueron muchos el viernes 15, día de la inauguración, pues asistieron personas de los pueblos, cuyo ramo estaba expuesto. Pero que el sábado y domingo ya fueron menos, a pesar de ser fin de semana. Tal vez debido a una menor difusión y propaganda, a través de carteles y otros medios, para lo cual hubiesen necesitado ayuda y colaboración, como ocurre en otros pueblos o localidades pertenecientes a otras provincias. A veces, no se entiende la distinta valoración que se hace de las mismas cosas, según sea el lugar o la provincia de que se trate. Seguro que depende, en gran parte, de las personas que gobiernan en dichos lugares.
A pesar de todo en Santa Colomba de las Monjas se ha celebrado del 15 al 17 de junio una Exposición de Ramos digna, y capaz de llamar la atención a todos los que se sienten atraídos por lo bello, por la variedad de las formas y colores que muestran los ramos, como si de cuadros pintados se tratase. Y mucho más atractivo todavía para aquellos, amantes del pasado y las tradiciones, algunas de ellas como esta, centenaria, e incluso milenaria, si fijamos nuestra atención y nos detenemos a estudiar sus orígenes.  
  
Un visitante leyendo los versos que se cantan, de uno de los ramos.
Y una visitante, ya mayor de edad, contempla el ramo de Colinas recordando el pasado y la tradición.

El ramo de Santa Colomba de las Monjas, en el centro de la sala, con las roscas y las flores que lo adornan.