domingo, 10 de enero de 2010

Refranes y dichos sobre Benavente



El refrán es una sentencia, casi siempre breve, de carácter didáctico o moral, que se ha transmitido oralmente, y también por escrito, a través de los siglos. Su temática es tan amplia como la vida misma. En efecto, hay refranes de todo y para todo, referidos a personas, costumbres, actividades, oficios, acontecimientos, ciudades y pueblos, etc. También los tenemos referidos a Benavente y los pueblos de su comarca.
Los refranes adquirieron gran auge a partir del siglo XVI, que es cuando comienzan a aparecer los refraneros y otros libros en los que abundan las citas y la utilización de los mismos. Esto no quiere decir que su origen no sea mucho más antiguo. Tenemos incluso que remontarnos hasta la época clásica, pues los griegos y latinos se sirvieron también de ellos y de las fábulas, con las que tienen relación, en su literatura.
Se considera a los refranes como expresión de la sabiduría popular y casi todos son didácticos y aleccionadores. Se nos presentan en forma breve, con muy pocos versos o frases y con rima asonante.
Los dichos populares, en cambio, tienen una misión más descriptiva e informativa sobre una situación determinada, aunque también lo hagan en forma breve y sencilla. Pero, aunque, lo mismo que los refranes, nos muestren agudeza e ingenio, carecen, en general, de ese carácter moral, didáctico y aleccionador de los primeros.
Gran parte de los refranes y dichos existentes, aunque antiguos, tienen un origen popular. Muchos han sido creados por personas anónimas, de los mismos pueblos y ciudades en los que se utilizan, de ahí las distintas variantes que presentan. Otros pertenecen a autores literarios importantes y los podemos ver, al leer sus obras. Pero ninguno de ellos carece de esa agudeza e ingenio de que hemos hablado. En ocasiones son una crítica a personas, instituciones o pueblos. Los refranes y los dichos nos sorprenden, nos distraen y entretienen y, muchas veces, son motivo de hilaridad.
La palabra Benavente coincide o tiene la suerte de terminar en -ente y rimar, además de con gente, con Crevillente, Villarente, Onteniente o Carcagente, y con otros pueblos y ciudades de habla hispana. Vamos a hacer un breve recorrido por algunos refranes o dichos referidos a Benavente y en otra ocasión haremos el recorrido por la comarca. Nos servirá de ayuda el Refranero Geográfico Zamorano de Luis Cortés y otros refraneros más clásicos.
1.- Si un forastero llega a Benavente y recuerda, en broma o en serio, ante sus amigos o conocidos de la ciudad, el famoso dicho:
Benavente, buena villa, pero mala gente o alguna de sus variantes, como nos muestran otros autores: buena tierra, pero mala gente o mala villa y peor gente o buen vino y mala gente, en seguida será contestado por sus acompañantes, nativos ellos, y amantes lógicamente de su ciudad, diciéndole:

El que lo dice miente,
que si buena es la villa,
mejor es la gente.

Y todos tan amigos. Lo mismo que pasaría a los de Crevillente o Carcagente, si se les aplica el mismo dicho.

2.- Otros refranes o dichos, sin embargo, contribuyen a informar, dar realce y propagar las maravillas de las ciudades. En este aspecto Benavente aparece junto a León, Toledo, Burgos, Écija y Villalón, en los siguientes versos:

Campanas las de Toledo,
Catedral la de León,
Reloj el de Benavente
Y Rollo el de Villalón.

Parece ser que el reloj que había en la torre de la desaparecida Iglesia de San Juan de los Caballeros tenía mucha importancia. Después pasó a la Iglesia de Santa María del Azogue, hasta su desaparición. Hoy ha sido sustituido por otro que, aunque no sea el mismo, sigue tocando puntualmente las horas, medias y cuartos como lo hacía el antiguo, aunque no tan sonora y rítmicamente.
También sobre estos versos hay variantes recogidas por autores y que figuran en algunos refraneros:

Chapiteles los de Burgos,
Vidrieras las de León,
Reloj el de Benavente
Y Rollo el de Villalón..

o esta otra más amplia que dice:

Cuatro cosas hay en España
que son excelentes, y son:
las campanas de Toledo,
el reloj de Benavente,
el rollo de Écija
y el rollo de Villalón.

3.- Los refranes, hemos dicho, nos muestran agudeza e ingenio, el de las personas que los crean y el de aquellas que los usan en el momento apropiado. Pero también critican hechos o acontecimientos, e incluso a personas o lugares determinados. Y también muestran, como no, alabanzas.
Sobre los Condes de Benavente, los Pimenteles, hay algunos refranes con cierta agudeza:

La comida de los Pimenteles,
rojos pimientos en blancos manteles.

O este citado por otro autor:

En la casa de los Pimenteles,
unos pimientos sobre manteles;
y en la de Sancho Sánchez,
salmones y faisanes.

4.- En algunos refranes o dichos se relaciona y se compara a la ciudad con localidades próximas. También de ello tenemos ejemplos por estos lares:

Benavente se queja,
la Puebla llora,
pobre La Bañeza,
que queda sola.

O este otro, en el aparecen otros pueblos:

En Benavente hay un árbol,
en la Puebla están las hojas
y en el pueblo de Castellanos,
la flor de mozos y mozas.

Podíamos seguir refiriéndonos a otros muchos dichos o refranes sobre Benavente, pero tenemos que dar fin al comentario, no sin citar los siguientes:

El mucho frío existente en esta ciudad del Norte se expresa en el siguiente verso:

Hasta el 40 de Mayo no te quites el sayo y si es en Benavente hasta el 47.

Como una señal más de que aquí se practicaba y se practica el juego, no sólo el de las chapas y otros propios de la Semana Santa, sino también, parece ser, que el de el mus, a alguien se le ocurrió:

La mano gana cinco y pierde veinte,
dicen los de Benavente.

5.- En una ciudad, famosa por sus ferias y mercados, no podían faltar dichos y refranes relacionados con dichas actividades, siendo protagonistas los vendedores y compradores e incluso los mismos animales. Pero también aparece la imaginación popular en algunos de ellos, con la única y sana intención de invitarnos a la risa. He aquí un ejemplo:

A mi novia la llevé
a la feria a Benavente
y no la pude vender,
porque le faltaba un diente.

En esta ocasión las y los de Benavente no suelen dar contestación, aunque sí sonríen. Saben muy bien, como ocurría en el primer ejemplo, que lo mismo pasaría si el creador, o quien lo dice, se va de visita a la feria de Villarente o Crevillente o de las otras localidades de España que terminen con rima parecida. La mejor respuesta, en este y en otros casos, debe ser la sonrisa, que es lo que en el fondo pretende quien lo dice y que es lo más saludable y conveniente.

Publicado en Brigecio 15, revista del C.E.B. Ledo del Pozo. Año 2005.