miércoles, 30 de abril de 2014

Burganes de Valverde: Feria de Artesanía.


Castañuelas hechas por un artesano de un pueblo de León.
El pasado fin de semana se celebró, por tercera vez ya, lo que tenemos que llamar, y no de otra forma, la feria de artesanía de Burganes de Valverde. Porque lo que yo pude ver, pues me acerqué al pueblo, fueron varios puestos de productos artesanos, relacionados con la madera, el cuero o la piel, los metales y joyería, lanas, telas o hilos… y también con la alimentación, como los quesos y la pastelería. 
En relación con la madera, destacaban, por su edad y también por su experiencia y sabiduría práctica, cuatro artesanos jubilados, dos de Burganes, Isaías Zanca y Agustín Cid, uno del pueblo cercano Olmillos de Valverde, Antolín Dueñas y otro, cuyo nombre no recuerdo, que procedía de la provincia de León. Los tres primeros, sobre los que ya escribí en este blog, habían participado en las exposiciones que sobre artesanía de jubilados celebramos en el C.E. B. “Ledo del Pozo”, durante los años 2007 al 2010. Desde entonces han seguido trabajando en su afición por la madera y reflejando en diversas piezas momentos diversos de la vida y del trabajo diario. Y también los juegos e instrumentos musicales, como ocurre con el que, procedente de la provincia de León, exponía y ofrecía las castañuelas.  
Miguel Zanca Vara y su pavo real.
Aperos y útiles en miniatura.
Carrito de Miguel Zanca..



Antolín Dueñas, de Olmillos de Valverde.
Las peonzas de Antolín.
Agustín Cid Brime, con un trozo de madera, ya muñeco, en su mano.
Las carracas de Agustín.
De León llegó un artesano con castañuelas.
Por otra parte, los organizadores han tenido la buena idea de mostrar a los asistentes a la feria un grupo de objetos o piezas etnográficas, relacionadas con el lino, la cerámica, la cestería y la cordelería, que servían para recordar a los visitantes, sobre todo a las personas mayores, los trabajos que se realizaban con dichos materiales. Con estas y muchas más que se conservan en el pueblo el Ayuntamiento de Burganes podía preparar un local que sirviese de museo y que, sin duda alguna, sería del agrado de los vecinos y también de los forasteros y visitantes que se acercasen al pueblo. Y es que Burganes de Valverde es uno de los pueblos con más oficios y artesanos de la provincia de Zamora. Sobre el adobero,el tejero, el zahorí, el sacristán y otros, he escrito también en otro momento.

Varios objetos etnográficos expuestos en la feria.
Instrumento para cardar el lino
Para hacer madejas de lana o de lino.
Cerámica antigua de variadas formas y usos. A la derecha garrafón y cántara.
Barrilas.
A la derecha una cesta de ferroviario, junto a la de uso más común.







Instrumento para hacer cuerdas, y al lado una guadaña.
Organizada por la comisión de fiestas del Ayuntamiento tuvo lugar en la plaza mayor del pueblo, situada exactamente detrás de la iglesia, lugar en que suelen elegir para otras celebraciones a lo largo del año.
Un grupo de gaiteros de la comarca desfilaron tocando por el lugar,  en el atardecer del domingo, cuando estaba a punto ya de finalizar la feria.


sábado, 26 de abril de 2014

Fuente Encalada: Las aficiones de Pepín.



Pepín ante la puerta de la iglesia de Fuente Encalada.
José Llordén Paz, Pepín para todos los que le conocen, es natural de Fuente Encalada, como lo eran sus padres y lo son sus hermanos, alguno de los cuales vive en el pueblo y otros en pueblos cercanos. Y en Fuente Encalada, este pequeño municipio del valle de Vidriales, en la comarca de Benavente, ha pasado sus 63 años, ya cumplidos, entre sus trabajos en la agricultura y no pocas aficiones o distracciones.
Yo fui solamente a la escuela de antes, me dice él, aquella en la que teníamos un solo libro, la Enciclopedia, que lo abarcaba todo y, si le digo la verdad, aprendíamos y sabíamos más que los de ahora, aunque tengan más libros, libretas y cuadernos”. Se acuerda mucho de D. Emilio, uno de sus maestros “Mucha leña nos dio, por motivos diversos, entre ellos por no ir misa….” Eran tiempos aquellos en los que la religión era oficial en el Estado y casi obligada la asistencia a los cultos, sobre todo a la misa de los domingos y fiestas de guardar. Y los niños se lo tomaban muy en serio, al menos en los pequeños pueblos. De hecho fueron muchos los que estudiaron en seminarios o conventos, para ser curas o frailes, aunque no todos llegasen a serlo. El mismo Pepín tuvo un tío que fue fraile agustino, del cual conserva un gran recuerdo. Se llamaba  Andrés Llordén, era hermano de su padre, y muy famoso, pues llegó a ser prior del Escorial y también fue nombrado hijo adoptivo de Málaga y Antequera, en donde estuvo muchos años.
Pepín, por entonces, no tenía tal vocación y prefirió quedarse en el pueblo. Y terminados los años de escuela se puso a trabajar de albañíl-retejador, y en ello estuvo casi 40 años, al tiempo que ayudaba también a su familia en los trabajos del campo, cultivo de tierras de cereal y viñedos, que hay bastantes y de calidad en el pueblo.
Pero mientras realizaba estos trabajos nunca se olvidó, al menos en sus aficiones, de la escuela, ni de la iglesia, los lugares más frecuentados y que más vivencias le proporcionaron durante su infancia y en los que se centraba la educación por entonces. De la escuela, en la que aprendió a dibujar y a pintar, pues le gustaba mucho, y continua haciéndolo todavía casi todos los días después de tantos años. De hecho tiene realizados muchos dibujos, tan sólo con lápiz, de los más variados temas: Retratos de personajes famosos desde el punto de religioso, político, etc. Y también retratos de su familia y amigos, así como escenas diversas que tienen que ver con la naturaleza que le rodea, o con los santos, vírgenes, puertas y retablos de la iglesia de Fuente Encalada. 
Pepín y sus padres. Los primeros dibujos que hizo.
D. Juan de Borbón y Juan Carlos I.
Isabel y Fernando, los Reyes Católicos.
Cristo yacente.
La aparición del ängel.
Jesús con la borriquilla.
El Salvador, patrón del pueblo, y la puerta de la igleaia.
Dibujos de la Cruz de plata y la Espadaña de la iglesia.
Y de la otra afición que no ha olvidado desde pequeño, cuando era monaguillo, es ayudar al sacerdote en la iglesia en todo lo que es posible, como si de sacristán se tratase. “Yo fui monaguillo de pequeño, desde los siete u ocho años y me gustaba mucho el oficio. Y sabía latín como pocos, sin estudiarlo, pues aparte de las respuestas en la misa y otras ceremonias, me gustaba cantar de memoria el Credo, Gloria, Sanctus, Agnus Dei, etc. de la misa, aparte de otros himnos, salmos o antífonas. Lo oí tantas veces, que lo repetía con mucha frecuencia. Incluso ahora en algunos momentos del día, estando sólo, me pongo a cantar o recitar latines, al modo de entonces…” 
En la actualidad, con 63 años, sigue atendiendo a la iglesia y ayudando a D, Miguel el sacerdote, en lo que puede. Con su permiso enseña la iglesia a algunas personas interesadas en conocerla. Y ahora en Semana Santa nos ha enseñado el Monumento, que él, con ayuda de otras personas, han colocado para la celebración del Jueves Santo. Atender y ayudar en la iglesia del pueblo forma parte de su vida y lo hace desde pequeño, es lo mismo que vio hacer a su madre.  

Pepín delante del Monumento de Semana Santa.
Dibujos de la Cena y otros personajes o escenas del Monumento.
Otros dibujos de Pepín: Jesús es azotado y con la Cruz a cuestas.
Pero, a juzgar por lo que hemos visto, Pepín es también aficionado a la etnografía,  coleccionar o reunir piezas u objetos antiguos, relacionados con la vida y los trabajos realizados en el pasado. Sobre su colección nos contará otro día algunas cosas, que junto a las imágenes serán de interés para todos. Dispone para ello de un amplio local, que hace también de almacén o garaje de maquinaria agrícola, cuyas paredes muestran una gran parte de su colección.

Cestas de mimbre y potes de hierro.
Cerámicas de variadas formas y usos.
Mosquera junto a dos potes y una cántara de metal.
La antigua romana.
Y tiene además otras aficiones, una de ellas, y que no deja de llamarnos la atención, es el juego de la calva, en donde ha participado en numerosas ocasiones y obtenido muchos trofeos y medallas, que lo acreditan como ganador. Está federado y se desplaza con frecuencia a aquellos lugares en los que se celebran competiciones. Me cuenta que, antiguamente, cuando era más joven, participaba y jugaba también a la pelota de mano. Fue hace ya tiempo, cuando en casi todos los pueblos había frontón de pared. Pero los frontones antiguos han ido desapareciendo poco a poco, por abandono o destrucción.
Algunos de los trofeos ganados por Pepín jugando a la calva.
Conocí a Pepín hace ya tiempo cuando visitaba el santuario de la Virgen del Campo, patrona del Valle de Vidriales, para ver unas sargas relacionadas con los Difuntos y la Muerte, que me iba a enseñar Joaquín, el albañil de los pueblos del alto Valle. Al mencionar la palabra Monumento, en seguida reaccionó Pepín, que estaba presente, y dijo que en Fuente Encalada colocaban uno en la Semana Santa. Y hasta aquí hemos llegado. Por medio de Joaquín he conocido a Pepín y algo de su vida y sus trabajos. Pero también sus diversas aficiones, capaces de llenar y completar su vida. Seguro que además serán motivo de admiración y de respeto por parte de los demás ciudadanos.



 

miércoles, 23 de abril de 2014

Genestacio: Monumento en la Semana Santa.



Monumento el día de Jueves Santo. Genestacio.
Hace unos días José Luis de las Heras Alija me envió un correo con varias fotografías del Monumento que este año han colocado para la celebración del Jueves  Santo en Genestacio, pueblo de la provincia de León, cerca de Quintana del Marco, y no lejos de esta comarca de los Valles de Benavente.
Lo curioso del caso es que me dice que han recuperado la tradición este mismo año,  cosa que es de alabar, pues todavía es posible, que, en el futuro, vuelva a muchos pueblos, de esta y otras comarcas de las distintas provincias de Castilla y León, la costumbre de instalar el Monumento, en una semana cargada de eventos religiosos. Ello contribuiría a potenciar algo más el turismo y las visitas a dichos pueblos, algunos de los cuales mantienen tradiciones muy curiosas y llamativas durante los días de la Semana Santa. 
Y es que el legado artístico y cultural, de tradición religiosa, que nos ofrece el mundo rural y las pequeñas localidades es enorme. Basta con ver o visitar sus iglesias, ermitas, cementerios y hasta las mismas calles, en algunas de las cuales se ven huellas y recuerdos alusivos al hecho religioso: cruces, capillas, etc. El mantener este legado y potenciarlo es positivo para el pueblo, para las gentes que viven en él y para los visitantes. Ojalá que en Genestacio el Monumento se siga colocando y que muchas personas amantes del pasado y de sus tradiciones pasen por el pueblo durante la Semana Santa para verlo.
El Monumento es del siglo XVIII y es de madera pintada imitando el mármol. Por una escalera con barandillas a ambos lados se accede al sagrario, en cuya puerta pintada se encuentra la imagen de un Cordero, que representa a Cristo. Y a ambos lados otros dos personajes bíblicos.
Antes de celebrar los Oficios del Jueves Santo.
Sarga del fondo y arco de madera con angelitos.
El sagrario en el centro con la pintura del Cordero en la puetrta.
Una sarga del siglo XIX, al fondo, sirve para cubrir el retablo o lugar elegido para colocarlo dentro de la iglesia. Pintadas sobre la sarga hay dos grandes columnas a ambos lados del sagrario y en la parte superior un gran Corazón traspasado por siete espadas que nos recuerda a la profecía de Simeón cuando tuvo lugar la Presentación del Niño Jesús en el Templo y refiriéndose a María dijo: “Una espada de dolor atravesará tu alma…” (Luc. 22, 35). La tradición cristiana concreta este hecho en los siete momentos más dolorosos en la vida de Jesús y de María. De ahí las siete espadas.
Estos momentos fueron: 1.-La citada profecía de Simeón. 2.-Persecución de Herodes y huida a Egipto 3.–Jesús perdido en el Templo 4.–Encuentro de Jesús cargando la Cruz 5.–Crucifixión y muerte de Jesús 6.–María recibe a Jesús en sus brazos una vez bajado de la Cruz 7.–Sepultura de Jesús.
Destaca también sobre la sarga en la parte superior el arco de madera pintada y con cabezas de ángeles, un buen motivo que además sirve como adorno del monumento.

Pintura del Corazón de María con la siete espadas en la sarga.
Parte superior de las columnas en la sarga.



  

sábado, 19 de abril de 2014

Fuente Encalada: Monumento en la Semana Santa.


Monumento en la iglesia de Fuente Encalada.
En Fuente Encalada también tienen un Monumento para acoger al Santísimo el Jueves Santo después de finalizar los Oficios. Lo colocan el día anterior, Miércoles Santo, según me ha informado José, conocido como Pepín por todos los vecinos, y también forasteros. Es él quien se encarga de ello, no sin contar con la ayuda de otras personas del  pueblo.
Se encuentra sobre un retablo de una pequeña capilla, frente a la misma puerta de entrada al templo. Consta de dos grupos de sargas que, en perspectiva, semejan una entrada, cuyo centro es el tabernáculo o sagrario.  La del fondo representa la escena de la Sagrada Cena, con los doce Apóstoles y Cristo en torno a una mesa. En este caso mesa redonda tal vez para acomodar mejor las figuras al espacio. Debajo de esta pintura y en lugar destacado el tabernáculo o sagrario, que recibirá el copón con las sagradas formas en el día señalado. 

La Santa Cena, una  de las pinturas del Monumento.
En la Cena se nota cierta uniformidad en la colocación de los comensales. Y en Cristo que también está a la misma altura de los Apóstoles, sin destacar, como se ve en otras ocasiones. Por cierto que hay tres a cada lado del Maestro, y los otros tres, más abajo, están también en la misma disposición y a ambos lados. Jesús coge el pan en la mano izquierda y bendice con la derecha. Todos le escuchan con atención y miran hacia El, pero hay uno, Judas, a la derecha de la imagen, que vuelve su rostro y mira hacia otro lado. Será, quien poco después le iba a traicionar dándole un beso.
Sobre la mesa el cáliz y algunas copas más. También se ven platos con pan y algunos cubiertos para la comida.
En la misma sarga de la cena, y a cada lado, dos pinturas representan dos momentos, relacionados con la Pasión: el Beso de Judas “Aquel a quien yo besare ese es, prendedle” ( Mat. 26, 48) y la Oración del Huerto, “Padre mío, si es posible pase de mí este cáliz” (Mat. 26, 39).

Beso de Judas.
Oración de Jesús en el Huerto de Getsemaní.
Y en las sagas anteriores, las que se encuentran más al exterior vemos escenas, también de la Pasión, cuando Cristo es azotado y cargando con la Cruz a cuestas. (…soltó a Barrabás y a Jesús, después de haberle hecho azotar le entregó, para que lo crucificasen. (Mat. 27, 26).
Jesús es azotado.
Jesús con la Cruz a cuestas.
En la parte inferior de las sargas y aunque deteriorados, hay varios dibujos, con los que se quieren mostrar, aunque sea de manera simbólica, algunos de los instrumentos utilizados en la Pasión y muerte del Salvador: cruz y escaleras en un lado y la corona y el látigo en el otro.
Escaleras y Cruz.
Látigo y Corona de Espinas.
Los colores de las pinturas son vivos, llamativos y de fácil entender para los fieles cristianos que estos días viven con mayor o menor intensidad la Pasión de Cristo. No otra cosa se pretendía al colocar el Monumento, ni otra era la intención del artista que pintó las diversas escenas sino la de que sirviesen de catequesis e instrucción para quienes las contemplasen.
En las sargas no consta ni el autor ni la época en la que se realizaron las pinturas. Pero pudo ser a finales siglo XVIII o principios del XIX, como ocurre con otros monumentos, que hemos visto en esta zona de los Valles de Benavente.