jueves, 26 de febrero de 2015

Asamblea Eucarística de Benavente. Año 1960.



Hace unos días Ramón Viejo y José Mariño publicaron en su Facebook varias imágenes, una de ellas copia de un periódico, tal vez de La Opinión-El Correo de Zamora, y las otras son fotografías, que muestran la celebración en Benavente de la II Asamblea Eucarística Comarcal. Los actos más solemnes e importantes para el público tuvieron lugar en el Paseo de la Mota, con los jardines en el entorno y la vega del Órbigo al fondo.  
Foto de prensa publicada por Ramón Viejo.
Niños de Primera Comunión. Fotografía de José Mariño.
 
En la Plaza del Grano también se celebró algún acto.
 
Al ver dichas imágenes me he acordado de estas otras que fueron hechas por D. Vidal Aguado y que pertenecen al mismo acto religioso y en el mismo lugar. Solamente que en algunas de ellas se ve mucho mejor el entorno e incluso con más amplitud las huertas y la amplia vega.
Es de suponer que él, como sacerdote, participase activamente en dicho acto y aunque no hiciese él mismo las fotografías, sí procuró contar con ellas después de los actos. Que esto nos sirva para recordar una vez más a D. Vidal. Fueron muchos los momentos que pasé con él en viajes a pueblos y ciudades, montañas y llanuras, ríos y valles, así como a visitar exposiciones de todo tipo, pero en especial a aquellas relacionadas con el arte y la cultura, religiosa y no religiosa, sobre lo que él tenía gran información y formación.
Los Congresos o Asambleas Eucarísticas comarcales o provinciales eran frecuentes en aquellos años de la España oficialmente católica. Y eran más frecuentes cuando se acercaba la celebración de algún  Congreso Eucarístico Nacional. En este caso en el año 1964, concretamente del 5 al 12 de julio, tuvo lugar en León el VI Congreso Eucarístico Nacional. El pasado año 2014 la diócesis de León celebró el 50 aniversario del mismo y entre los diversos actos, pudimos ver, durante el verano, una exposición fotográfica en la iglesia de Palat del Rey, con abundantes fotografías y documentación sobre dicho Congreso.  
La Asamblea Eucarística de Benavente fue el día 3 de junio de 1960 y revistió gran solemnidad, además de religiosidad. A ella asistieron autoridades civiles y religiosas locales, provinciales y hasta nacionales. Y por supuesto que numeroso público procedente de toda la comarca y provincia.
En las imágenes se ven los preparativos de la Santa Misa, que fue Misa de Comunión, pues en ella comulgaron por primera vez 400 niños,  según se indica y se puede ver en una de las fotografías. Es de suponer que fuesen niños y niñas de toda esta comarca, que hoy conocemos y denominamos Valles de Benavente y también de otras partes de la provincia. En la misa, según me cuenta José Carlos Guerra, artista local, actuó el coro que ensayaba D. Patrocinio, coadjutor de la iglesia de San Juan. E interpretaron varios cantos gregorianos.
Preparación de la Misa.

Los niños y niñas de Primera Comunión ocuparon  los bancos del centro.
Ofició la Misa el Obispo de la Diócesis.
El Padre Benito hizo los comentarios durante la misa.
Niños y niñas de Primera Comunión. Fondo: Casa de la Marquesa de La Bisbal.
El altar, con una gran Cruz, se colocó al comienzo del Paseo, de tal modo que los asistentes llenaron parte de dicho paseo y también de la calle La Mota. La Cruz fue diseñada por el artista local José Luis Coomonte y en ello colaboró también José Carlos Guerra. El cáliz que se adosó a la Cruz se hizo con varilla de hierro.
Muchos siguieron la ceremonia de pie, pero otros están sentados en bancos, llevados para ello a dicho lugar. Incluso de las parroquias cercanas también llevaron reclinatorios, a juzgar por los que se ven en las fotografías.
Los Congresos Eucarísticos Nacionales, que se celebraban cada seis o siete años, y en ciudades diversas, reunían a multitud de personas. Niños, jóvenes o mayores contaban con un  día dedicado a ellos, lo mismo que los sacerdotes, las órdenes religiosas y otros estamentos de la sociedad. Así lo pude comprobar en la celebración del Congreso de León en el año citado.
También las Asambleas comarcales o provinciales congregaban a multitudes como vemos en esta celebrada en Benavente en el año 1960. Su celebración también tenía que ver en algunas ocasiones con la proximidad o celebración de los Congresos Nacionales.







jueves, 19 de febrero de 2015

Benavente: Ermita de San Lázaro.


Vista general de la ermita y su entorno. Década de 1970.
Ciudad de Benavente desde la puerta de la ermita
En mi libro Valles de Benavente Ermitas y Romerías, editado por el C.E. B. “Ledo del Pozo” en el año 2014, dedico un pequeño apartado a las ermitas de Benavente, y sobre esta ermita de San Lázaro escribo lo siguiente:
Es una las tres ermitas, junto con la Soledad y San Antonio Abad, situadas extramuros de la Villa y de ella dice Madoz, a mediados del siglo XIX: “Está arruinada y sirve de cementerio para el Hospital de la Piedad; dista de la Villa, caminando hacia el este 2570 pies”. 

Efectivamente estaba situada en las afueras, a menos de un kilómetro, en pleno campo y al final del lugar conocido como Camino del Calvario.

En su origen fue también un lazareto, pues “desde la época medieval disponía de una pequeña casa hospital, donde se proporcionaba albergue pata la atención de los afectados por enfermedades contagiosas y en particular enfermos de lepra”.

Desde el siglo XV, según J. C. de la Mata, se tiene referencias y datos sobre ella. En su entorno se celebraba la romería de la Magdalena y se tenía gran devoción a San Lázaro, relacionándolo con las enfermedades infecciosas. También se sabe de la existencia de una calzada llamada de San Lázaro y de una fuente en las proximidades de la ermita.

Con el paso del tiempo la ermita, abandonada, se fue destruyendo y parte de sus restos desaparecieron, sobre todo cuando se urbanizó este lugar y su entorno, para construir un Polígono Industrial y el Centro de Transportes. No faltaron las peticiones de respeto a las ruinas y al lugar por parte de amigos del patrimonio y de personas respetuosas con el pasado y la historia local. Como se ve en las imágenes, por las décadas de 1960 y 1970, aún se conservaban algunos muros y se podía ver el espacio que ocupaba su interior, aunque cubierto con vegetación.

A pesar de todo sólo fue posible conseguir que se conservase la espadaña con el arco de la puerta de entrada a la ermita, y esto por encontrarse en la rotonda ajardinada que se construyó para acceder al Centro de Transportes desde la actual calle Calvario, lo que demuestra que los restos arqueológicos o arquitectónicos tienen prefecta cabida en las ciudades, integrándolos en jardines, plazas o rotondas, para poder ser contemplados por los ciudadanos.

En el callejero actual de Benavente la calle que desde la Avenida Federico Silva llega hasta la ermita se denomina calle Ermita de San Lázaro.

Las imágenes que mostramos son de la décadas de 1960 y 1970 y los dibujos  de 1808 y pertenecen a Sir Rober Kert Porter. Representan el paso del río Esla por los ingleses en la guerra de la Independencia. En uno de ellos se pueden ver, al lado del camino, la ermita y el convento de los Jerónimos y en el otro, en mayor tamaño, el Monasterio de los Jerónimos y las cruces del Camino del Calvario. Al fondo la ciudad de Benavente.

En la actualidad la espadaña de la ermita de San Lázaro destaca a lo lejos y la ven todos aquellos que desde la ciudad se dirigen por la calle El Calvario hacia el Centro de Transportes o al polígono industrial. Y no deja de ser un hito representativo del pasado en una zona nueva llena de actividad.

Ni que decir tiene que la espadaña, único resto de esta antigua ermita, requiere atención y cuidado, y las reparaciones necesarias, para no convertirse de nuevo en una ruina, con peligro de desaparición.

 Solamente así la ermita de San Lázaro podrá seguir sirviendo de recuerdo de una época y una forma de vivir, en una pasado, que ya forma parte de la historia.

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Hasta aquí lo que digo en el libro. Pero ahora al encontrar entre mis negativos en blanco y negro, algunos de esta ermita, me parece oportuno hablar una vez más de ella e incluir las imágenes, sobre todo aquellas que supongan alguna novedad para los amantes del pasado y de la historia de su ciudad. Las fotografías están hechas en los años de la década de 1970, a partir del curso 1971-72. Recuerdo que desde el I. León Felipe nos acercábamos a este y otros lugares cercanos al Centro, para hacer fotos y luego revelarlas y ampliarlas. Y pudimos ver cómo se encontraban, por entonces, las ruinas de la ermita. De ello dan testimonio las imágenes.
Otra vista general con la ciudad al fondo. Se ve el Camino del Calvario.
Vista desde otro lugar. A la derecha el camino.
Algunos de los muros que se conservaban.
Vegetación alrededor de la ermita.
Arco de piedra de la puerta de entrada.
Construida con piedra, tapial y ladrillo.
La ermita, en la actualidad, aunque de ella sólo se conserve la espadaña o parte de ella, sigue siendo una referencia en la ciudad de Benavente, para todos los que se dirigen al Centro de Transportes. Y es que, en el lugar en el que se encontraba, existe una gran rotonda, la Rotonda de la Ermita, dicen algunos. Además una de las calles que parten de esta rotonda se denomina Calle de la Ermita de San Lázaro. A este respecto habría que recordar a quienes desde el Municipio se encarguen de ello, que retiren los carteles o anuncios, si aún queda alguno, que indican Calle Ermita de San Lorenzo, y no de San Lázaro, que es como debe ser. Todavía lo siguen diciendo mal algunas empresas del lugar, al anunciarse por los distintos medios de comunicación. E incluso estos mismos medios locales y provinciales cuando, a veces, informan sobre noticias de esa zona o de Benavente, sin la confirmación de las mismas. Aquí se trata de la Ermita de San Lázaro, por respeto a la ciudad  y a su historia. 
Al fondo la Espadaña, en la rotonda del Centro de Transportes.
La espadaña se encuentra sobre uns zona verde.
Que de la ermita se podían haber conservado más restos, y hasta casi toda ella entera, nadie lo pone en duda. Pero eran otros tiempos y las posibilidades económicas también. Y sobre todo eran menos las personas que valoraban debidamente el patrimonio arqueológico, etnográfico e histórico de los pueblos y ciudades.
 Los cambios vinieron años después, en las décadas de 1980 y 1990, cuando se realizaron las excavaciones arqueológicas de distintos yacimientos, y se comenzó a dar más importancia a los restos del pasado local, y a todo aquello que tuviese que ver la historia y las tradiciones.





sábado, 14 de febrero de 2015

Calles de Benavente: Pasaje de las Guindas.



Pasaje desde el Corrillo de San Nicolás. Década 1970.
Antes del año 2004, en el que se estableció el nuevo callejero, a esta pequeña calle se  la denominaba Pasaje del Conde de Patilla, en honor de este político local de la Restauración. Su nombre tradicional y oficial fue casi siempre Calle de las Guindas, así consta en un documento del archivo municipal de 1860. Después pasó a emplearse, en lugar de calle, la palabra pasaje, indicando mejor con ello que se trata de  un paso pequeño, no de gran extensión, entre dos calles. En este caso entre la plaza Mayor y el Corrillo de S. Nicolás.
Que sea de las Guindas se debe a que en este lugar se vendía esta fruta en la época de su recolección. Aquí se colocaban vendedores de Pueblica de Valverde, el pueblo de las cerezas, y también otros cultivadores de la comarca. Y eran muchos los vecinos que las compraban cuando pasaban por allí, o iban exclusivamente a ello.
El pasaje es de pequeña extensión y por él pasan diariamente muchas personas hacia la plaza Mayor, algunos para verla, y otros para dirigirse desde ella a otras calles. Por cierto que en la plaza siempre lo tendrán que hacer yendo por la acera, y bajo los soportales, pues la circulación y los coches aparcados impiden el acceso al centro de  la misma. Y a veces hasta algún coche obstaculiza la rampa que desde el Pasaje conduce a la plaza. 
También son muchos los que van desde la plaza hacia La Rúa o el Corrillo de S. Nicolás, y desde aquí  a otros lugares de la ciudad. 
Imágenes del Pasaje  desde el Corrillo de San Nicolás.
Siempre hubo en la Calle, o Pasaje, pequeñas tiendas, más o menos tradicionales, y muy conocidas no sólo por lo que vendían, sino por las personas que las regentaban. Son muchos los que recuerdan a la señora Flora con su librería-papelería, más bien lo segundo, pues eran más cuadernos, folios, cuartillas, lapiceros, gomas, etc., lo que vendía que libros; las Candidinas, así conocidas, que vendían telas y algunas confecciones. Su tienda estaba en la esquina, dando ya la Plaza. Estas tenían otra tienda más importante en La Rúa, esquina con el Corrillo de San Nicolás; hacia el centro de la calle estaba la zapatería de Genuino, uno de los muchos zapateros remendones que había en la ciudad. Para acceder a su pequeño local había que subir dos  o tres escalones. La verdad es que era muy visitado, pues tenía mucho trabajo; siempre hubo también, y continúa habiendo, aunque en otro lugar de la calle, una tienda de boinas, viseras y sombreros; también estaba hasta hace no muchos años la cuchillería Javier, ahora trasladada a otra calle próxima; Y según me cuentan no hay que olvidarse tampoco de la tienda de Serrano, el de los caramelos y turrones, que, por entonces, era siempre muy frecuendo por los niños, y también por los mayores.
El Capricho. Comercio.
El Pasaje es además calle estrecha, y sus edificios,  algunos muy antiguos, han sufrido cambios en su fachada, o en el resto de la construcción. Al comienzo, desde el Corrillo y haciendo esquina estaba el del Capricho, uno de los más antiguos y mejor conservados, aunque con reformas. Se denominaba así por la tienda de telas y confección que había en su planta baja. Frente a este el edificio de Regueras, con la ferretería también en el bajo. Para mantenerlo tambien han tenido que hacer las debidas  reparaciones. Ahora la pastelería Álvaro ocupa el lugar de la antigua ferretería.

Edificio El Capricho hasta hace no muchos años.
Edificio El Capricho. Década de 1970.
Edifcios El Capricho y Regueras. Década de 1970.
Se mantiene la casa en la que hubo una tienda de alimentación y que desde hace no muchos días venden solamente bacalao. También una panadería que ha cambiado de lugar en la calle y algunas otras tiendas con materiales diversos para la venta: joyería, ropa, regalos, etc. 
Vista del Pasaje yendo desde el Corrillo.
El Pasaje desde la Plaza Mayor.
Edificio de ladrillo en el Pasaje.
Final del Pasaje desde el Corrrillo.
Una parte del Pasaje visto desde la Plaza Mayor.
Respecto a las demás casas o edificios del Pasaje también gran parte de ellos han sido reformados, si no destruidos, para construir otros en su lugar.
El pasaje de las Guindas sigue teniendo fama y difusión, sin duda alguna, debido al lugar en el que se encuentra, el centro antiguo e histórico de Benavente. Pero también porque por aquí pasa el toro enmaromado el día de la carrera. Antes lo ha hecho por la Plaza Mayor, lugares ambos muy concurridos en esos días. También pasan por él algunos de los desfiles con motivos de otras fiestas o tradiciones, camino de la plaza o viceversa hacia la Rúa, para dirigirse a la plaza e iglesia de Santa María.
La maroma del toro llegando al Pasaje. (F. A. L. P.)
Personas al comienzo del Pasaje. Foto: Cesar Hidalgo
El enmaromado pasando por el Pasaje. (F.- L. P.)
El toro en el Pasje de las Guindas. (Fotos. A. Ledo P.)
Procesión del Corpus. Año 1993. (Foto.- E. P. Mencía)
Esta pequeña y corta calle, denominada Pasaje, sigue conservando su sabor antiguo y tradicional a pesar del paso de los años y el deterioro de algunos de los edificios, a los que es necesario prestar atención y cuidar. Y es que el centro de las ciudades, y más si en ellas se encuentran sus monumentos artísticos y otros edificios de interés patrimonial, lo merece, por respeto al pasado y su historia, y también a los vecinos, forasteros y visitantes.