sábado, 26 de abril de 2014

Fuente Encalada: Las aficiones de Pepín.



Pepín ante la puerta de la iglesia de Fuente Encalada.
José Llordén Paz, Pepín para todos los que le conocen, es natural de Fuente Encalada, como lo eran sus padres y lo son sus hermanos, alguno de los cuales vive en el pueblo y otros en pueblos cercanos. Y en Fuente Encalada, este pequeño municipio del valle de Vidriales, en la comarca de Benavente, ha pasado sus 63 años, ya cumplidos, entre sus trabajos en la agricultura y no pocas aficiones o distracciones.
Yo fui solamente a la escuela de antes, me dice él, aquella en la que teníamos un solo libro, la Enciclopedia, que lo abarcaba todo y, si le digo la verdad, aprendíamos y sabíamos más que los de ahora, aunque tengan más libros, libretas y cuadernos”. Se acuerda mucho de D. Emilio, uno de sus maestros “Mucha leña nos dio, por motivos diversos, entre ellos por no ir misa….” Eran tiempos aquellos en los que la religión era oficial en el Estado y casi obligada la asistencia a los cultos, sobre todo a la misa de los domingos y fiestas de guardar. Y los niños se lo tomaban muy en serio, al menos en los pequeños pueblos. De hecho fueron muchos los que estudiaron en seminarios o conventos, para ser curas o frailes, aunque no todos llegasen a serlo. El mismo Pepín tuvo un tío que fue fraile agustino, del cual conserva un gran recuerdo. Se llamaba  Andrés Llordén, era hermano de su padre, y muy famoso, pues llegó a ser prior del Escorial y también fue nombrado hijo adoptivo de Málaga y Antequera, en donde estuvo muchos años.
Pepín, por entonces, no tenía tal vocación y prefirió quedarse en el pueblo. Y terminados los años de escuela se puso a trabajar de albañíl-retejador, y en ello estuvo casi 40 años, al tiempo que ayudaba también a su familia en los trabajos del campo, cultivo de tierras de cereal y viñedos, que hay bastantes y de calidad en el pueblo.
Pero mientras realizaba estos trabajos nunca se olvidó, al menos en sus aficiones, de la escuela, ni de la iglesia, los lugares más frecuentados y que más vivencias le proporcionaron durante su infancia y en los que se centraba la educación por entonces. De la escuela, en la que aprendió a dibujar y a pintar, pues le gustaba mucho, y continua haciéndolo todavía casi todos los días después de tantos años. De hecho tiene realizados muchos dibujos, tan sólo con lápiz, de los más variados temas: Retratos de personajes famosos desde el punto de religioso, político, etc. Y también retratos de su familia y amigos, así como escenas diversas que tienen que ver con la naturaleza que le rodea, o con los santos, vírgenes, puertas y retablos de la iglesia de Fuente Encalada. 
Pepín y sus padres. Los primeros dibujos que hizo.
D. Juan de Borbón y Juan Carlos I.
Isabel y Fernando, los Reyes Católicos.
Cristo yacente.
La aparición del ängel.
Jesús con la borriquilla.
El Salvador, patrón del pueblo, y la puerta de la igleaia.
Dibujos de la Cruz de plata y la Espadaña de la iglesia.
Y de la otra afición que no ha olvidado desde pequeño, cuando era monaguillo, es ayudar al sacerdote en la iglesia en todo lo que es posible, como si de sacristán se tratase. “Yo fui monaguillo de pequeño, desde los siete u ocho años y me gustaba mucho el oficio. Y sabía latín como pocos, sin estudiarlo, pues aparte de las respuestas en la misa y otras ceremonias, me gustaba cantar de memoria el Credo, Gloria, Sanctus, Agnus Dei, etc. de la misa, aparte de otros himnos, salmos o antífonas. Lo oí tantas veces, que lo repetía con mucha frecuencia. Incluso ahora en algunos momentos del día, estando sólo, me pongo a cantar o recitar latines, al modo de entonces…” 
En la actualidad, con 63 años, sigue atendiendo a la iglesia y ayudando a D, Miguel el sacerdote, en lo que puede. Con su permiso enseña la iglesia a algunas personas interesadas en conocerla. Y ahora en Semana Santa nos ha enseñado el Monumento, que él, con ayuda de otras personas, han colocado para la celebración del Jueves Santo. Atender y ayudar en la iglesia del pueblo forma parte de su vida y lo hace desde pequeño, es lo mismo que vio hacer a su madre.  

Pepín delante del Monumento de Semana Santa.
Dibujos de la Cena y otros personajes o escenas del Monumento.
Otros dibujos de Pepín: Jesús es azotado y con la Cruz a cuestas.
Pero, a juzgar por lo que hemos visto, Pepín es también aficionado a la etnografía,  coleccionar o reunir piezas u objetos antiguos, relacionados con la vida y los trabajos realizados en el pasado. Sobre su colección nos contará otro día algunas cosas, que junto a las imágenes serán de interés para todos. Dispone para ello de un amplio local, que hace también de almacén o garaje de maquinaria agrícola, cuyas paredes muestran una gran parte de su colección.

Cestas de mimbre y potes de hierro.
Cerámicas de variadas formas y usos.
Mosquera junto a dos potes y una cántara de metal.
La antigua romana.
Y tiene además otras aficiones, una de ellas, y que no deja de llamarnos la atención, es el juego de la calva, en donde ha participado en numerosas ocasiones y obtenido muchos trofeos y medallas, que lo acreditan como ganador. Está federado y se desplaza con frecuencia a aquellos lugares en los que se celebran competiciones. Me cuenta que, antiguamente, cuando era más joven, participaba y jugaba también a la pelota de mano. Fue hace ya tiempo, cuando en casi todos los pueblos había frontón de pared. Pero los frontones antiguos han ido desapareciendo poco a poco, por abandono o destrucción.
Algunos de los trofeos ganados por Pepín jugando a la calva.
Conocí a Pepín hace ya tiempo cuando visitaba el santuario de la Virgen del Campo, patrona del Valle de Vidriales, para ver unas sargas relacionadas con los Difuntos y la Muerte, que me iba a enseñar Joaquín, el albañil de los pueblos del alto Valle. Al mencionar la palabra Monumento, en seguida reaccionó Pepín, que estaba presente, y dijo que en Fuente Encalada colocaban uno en la Semana Santa. Y hasta aquí hemos llegado. Por medio de Joaquín he conocido a Pepín y algo de su vida y sus trabajos. Pero también sus diversas aficiones, capaces de llenar y completar su vida. Seguro que además serán motivo de admiración y de respeto por parte de los demás ciudadanos.