Al sur del Cea, río fronterizo, y no lejos de
Benavente ni de Valderas, se encuentra Roales, de la provincia de Valladolid, y que es ya Tierra de Campos, como
los pueblos cercanos y todos los que se nos muestran en la inmensa llanura que
mira hacia el sur. Y en Roales tenemos,
aparte de otras cosas que ver y admirar, muchos palomares, al menos así lo vi
yo en el año 2012, una de las veces que visité el pueblo. Unos en buen estado y
otros ya ruinosos. Seguro que alguno de estos se habrá reparado por respeto al
edificio y a la iniciativa de los amigos del patrimonio. Ojalá que cada día
sean más los palomares que se reparen y se mantengan en pie.
Artículos, libros y fotografías sobre el patrimonio popular realizados en mis viajes por las provincias de Zamora, León y Salamanca.
domingo, 10 de junio de 2018
lunes, 4 de junio de 2018
Benavente. Toro Enmaromado: Imágenes para recordar.1
No es otra la razón por
la que publico este tipo de imágenes, algunas de ellas ya publicadas con
anterioridad y que figuran en el libro El
Toro Enmaromado de Benavente. Memoria Gráfica de la Fiesta. Siglo XX. Y es
que hay muchas personas que disfrutan viéndolas. Con ellas como que
participasen de algún modo de la fiesta. Llamarán más la atención a las
personas de edad avanzada, pues lo que se muestra en ellas nos indica que todo
era algo distinto: calles, plazas, personas, etc. Y también la forma de dirigir
y conducir al astado en su carrera. Imágenes
que sin duda alguna informan del pasado y recordarán a muchos las vivencias y
antiguos recuerdos de la fiesta.
domingo, 20 de mayo de 2018
Dos libros sobre Benavente.
Me refiero, aquí y ahora,
a los dos primeros libros publicados por el CEB Ledo del Pozo, y casi únicos, en
la sección titulada Cuadernos Benaventanos. Libros que acreditaron la
preparación y dominio del tema por sus
autores.
El primero, en el año
1992, no mucho tiempo después de la creación o fundación del Centro de
Estudios. Se titula “Antecedentes, origen y evolución de La Fiesta del Toro Enmaromado”.Su autor Juan Carlos de la Mata Guerra, que ya por entones estaba encargado del
Archivo Municipal, pudo, y así lo hizo, disponer de abundante e inédita documentación
para la publicación del libro. Además contó con algunas fotografías antiguas de
la fiesta que le proporcionaron varios ciudadanos vecinos de Benavente.
El segundo libro
publicado en el año 1995 es “La iglesia
de Santa María del Azogue”. Su autora Elena Hidalgo Muñoz, catedrática de
Historia, ya jubilada, del I. B. León
Felipe. Tras minuciosa investigación histórica y artística, en diversos lugares
y fuentes, nos proporciona detallada información sobre los orígenes del templo,
así como de los cambios y vicisitudes por los que ha pasado a lo largo de los
siglos. Y, en la actualidad, todo el que escribe o pretende informar sobre esta
iglesia, y conoce el libro, sabe muy bien que le proporciona muchos e
importantes datos. Y no duda en utilizarlos, haciendo mención, lógicamente a su
autora.
Hace unos días he
comprado y leído la revista que, desde hace varios años, se publica con el
título de Talanquera, título que, aún sin pretenderlo, nos sitúa en un ambiente
taurino. Y es que durante varios días y
en diversos lugares Benavente se encuentra vallada, paso previo a la semana, que
denominan grande, y que es la de la fiesta del Toro Enmaromado.
La Talanquera es también
la revista de las dos portadas, una cultural siendo protagonista algún edificio,
monumental o no, de la ciudad, así parece ser, y la otra taurina, más dedicada al
toro y a su fiesta. El cambio de posición de la revista y sus portadas, para
ser vista y leída, no supone gran problema.
Por lo que he
comprobado, en la revista de este año y, respecto a la cultura, han querido
recordar las dos primeras publicaciones del CEB Ledo del Pozo, la del Toro
Enmaromado y la Iglesia de Santa María del Azogue, porque sobre ellas versa
casi toda o gran parte de la información.
A ellas y a sus autores me he referido al comienzo de este escrito.
![]() |
Portada de la parte dedicada a la cultura. |
![]() |
Portada dedicada al toro enmaromado y sus fiestas. |
sábado, 5 de mayo de 2018
El ramo y la fiesta del Cristo de la Vera Cruz en Santa Cristina de la Polvorosa. Año 2008.
Con la
llegada del mes de mayo Santa Cristina de la Polvorosa, lo mismo que otros
muchos pueblos de los Valles de Benavente, se viste de fiesta. Amanece el día
uno con el mayo ya empinado por los quintos y quintas del año, dentro de un
ritual totalmente festivo.
Y
este mismo día uno, por la tarde, en la iglesia, comienza la novena dedicada al
Cristo de la Vera Cruz, novena que
concluirá el día 9 con la celebración de su fiesta. Desde el punto de vista
religioso este será el día más importante, pues por la mañana se celebra misa
solemne con sermón, (siempre eligieron buenos predicadores para este momento).
Y por la tarde, tras el rezo del rosario, un grupo de mujeres canta y ofrece un
ramo al Cristo, antes de salir en procesión por las calles del pueblo. De la
organización de los actos, principalmente los religiosos, se encarga la
cofradía.
José
Antonio Guerra, amante como nadie de los antiguos oficios, fiestas y
tradiciones en general, pero con más razón de los de su pueblo, Santa Cristina,
en donde ejerce de campanero, sacristán y otras afinidades, me informa sobre la
cofradía y me cuenta cosas sobre el desarrollo de la fiesta.
“La
cofradía, dice, fue fundada en el año 1833 y al frente de ella está el
abad, que cuenta con un cabildero, como ayudante. Este ejercerá de abad al año
siguiente. En la actualidad hay un secretario y algunos vocales que se encargan
sobre todo de la administración y tesorería. Somos casi 400 socios, no sólo de
Santa Cristina, sino también de otros pueblos, como Benavente, que siempre
estuvo muy ligado a esta fiesta. Se paga una cuota de 5 euros, pero se tienen
otros ingresos procedentes de donaciones y principalmente de la mándida (manda)
que entrega en el momento de la procesión todo el que quiera llevar al Cristo
sobre sus hombros”.
Los cofrades,
antiguamente más que ahora, tenían unas obligaciones, y también unos derechos:
pago de la cuota; asistencia a los actos religiosos: novena, misa, rosario, canto
del ramo y procesión; llevar colgado en el pecho un crucifijo de mayor o menor
tamaño, como símbolo de pertenencia a la cofradía; cuando uno fallecía el abad
le acompañaba con su vara y se le abonaban los gastos del tanatorio; también se
nombraba a dos para que le hiciesen la sepultura y a cuatro para llevar el
féretro hasta la iglesia; incluso tenían que ocuparse en la cofradía del
enfermo que no tuviera familia; y el día de la fiesta todos estaban y están
invitados a degustar roscas y pastas en casa del abad de turno, etc.
Hoy las cosas
han cambiado algo, pero en la cofradía se mantienen actos como el participar el
día de Jueves Santo llevando al Cristo en
la procesión, además de algunos de los citados anteriormente.
Uno de ellos,
el canto y ofrecimiento del ramo. Corre a cargo de mujeres, jóvenes o mayores
del pueblo, no necesariamente cofrades, que se encargan, no sólo de preparar y
colocar en él las roscas y demás adornos, sino también de cantarlo y
ofrecérselo al Cristo, una vez finalizado el rosario de este día 9 de mayo.
Sobre el armazón de madera que ya tienen desde hace tiempo en la cofradía,
colocan telas bordadas, roscas, muñecos de trapo, cintas de varios colores y
flores. Las mujeres cantoras visten trajes regionales tradicionales y sobre sus
hombros mantones de Manila. Todo ello de
gran vistosidad.
El texto
escrito en verso, en romance popular, puede variar algo de un año a otro, pero
no en lo esencial. Suele componerlo alguna persona del pueblo aficionada a la
poesía. En Santa Cristina era la señora Felicitas, recientemente fallecida,
quien se encargada de ello, y llamaba la atención por su sabiduría y prodigiosa
memoria.
Una de las
versiones compuesta por ella comenzaba así:
En esta
iglesia queremos
hoy cantarles
este Ramo
y con amor lo
ofrecemos
a Cristo
crucificado.
En el
recorrido obligado por la vida de Cristo, en este caso de su Cristo, el de la
Vera Cruz, en algunas estrofas se dice:
Cristo de la
Vera Cruz
Tú naciste en
un portal
para traernos
la luz
el amor y la
verdad.
En esa cruz te
clavaron
de áspera y
tosca madera
hecha con
nuestros pecados,
con nuestras
culpas y ofensas.
También hay
referencias al día de la fiesta,
organizada por la cofradía, con el ofrecimiento del Ramo por parte de las
jóvenes cantoras. Y nunca faltan las peticiones al Cristo y a la Virgen, y la
bendición del sacerdote que preside los actos:
Cristo de la
Vera Cruz,
aunque siempre
te adoramos,
es tu fiesta,
buen Jesús,
hoy día nueve
de mayo.
Esta santa
cofradía
del Cristo la
Vera Cruz
no deja
hacerse cenizas
el fuego de
vuestra luz.
Nosotras de
corazón
este Ramo te
ofrecemos,
pedimos,
Jesús, perdón,
y bendigas
este pueblo.
Mozo que
llevas el Ramo,
haz un poquito
la venia
a Cristo
crucificado
y a la Virgen
Madre nuestra.
Todas con gran
devoción
a Don Benjamín
pedimos
que nos dé la
bendición,
nosotras la
recibimos.
La Virgen, como madre de Cristo,
tiene también su protagonismo, no podía ser de otra manera. Y en Santa Cristina
le dedican y cantan una salve, cargada de bellos epítetos: Eres la Reina del
cielo..., eres la blanca paloma..., eres tú perla brillante..., eres tú Virgen
María... con la siguiente despedida al final:
Adiós, Madre
del Amparo,
adiós, amado
Jesús,
Cristo de la
Vera Cruz
en ti todos
confiamos.
Tras la bendición del sacerdote al Ramo, a sus
cantoras y a todos los presentes, comienza la procesión, uno de los momentos
más importantes y destacados de la fiesta. A la cruz y los ciriales sigue el
portador del Ramo, el estandarte con la efigie del crucificado y el Cristo
sobre las andas, que es portado por todas las personas que lo deseen, sean
cofrades o no cofrades siempre que entreguen como donación una mándida (manda)
como ya he dicho anteriormente. Esto hace que el acto se demore, pues son
muchos los hombres y mujeres que participan.
Se inicia la procesión. |
Un cofrade con la vara. |
Al regresar a
la iglesia y con el cántico: Victoria, tú reinarás, ¡Oh! Dios tú nos
salvarás...., terminan los actos religiosos.
Solamente
queda la subasta de las roscas del Ramo y de algunas más que han preparado las
mismas cantoras. Con la recaudación obtenida se pagan los gastos y el remanente
pasará a engrosar los fondos de la cofradía. Después, cofrades, vecinos y
forasteros, se reúnen en el salón multiusos que tiene el Ayuntamiento para
degustar las roscas del Cristo, pastas caseras, y tomar un refresco, en un
ambiente relajado y de convivencia ente todos.
Subasta del Ramo en el salón de Usos Mútiples. |
Esta
fiesta de Santa Cristina de la Polvorosa destaca no sólo por su antigüedad,
sino también por el gran número de personas que acuden a ella, una parte de
ellas de la ciudad de Benavente, debido a su cercanía.
José
Antonio Guerra me cuenta lo siguiente: Tenemos constancia de que allá por la
década de 1960, en este día 9 de mayo se cerraba el comercio de Benavente, para
que todo el que quisiera pudiera acudir al Cristo de Santa Cristina, al canto
del Ramo y a la subasta de las roscas, que por entonces tenía más interés. Hoy
ya son menos los asistentes, pero todavía el Cristo de Santa Cristina es
recordado por muchos benaventanos al llegar el mes de mayo, acudan o no a la
fiesta.
Y
es que los dos pueblos, por su cercanía, tuvieron siempre buena relación y
deberán tenerla siempre y luchar juntos por conseguir infraestructuras
industriales, sanitarias, educativas y culturales o de cualquier otro tipo que
contribuyan al progreso de sus ciudadanos y de todas la comarca.
Este reportaje forma parte de mi libro Valles de Benavente. Las fiestas de los Ramos. Editado por el Centro de Estudios Benaventanos "Ledo del Pozo" en el año 2008.
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