martes, 20 de noviembre de 2012

Calle de los Francos, de Benavente.



Es una de las más antiguas de la ciudad, como todas las que encuentran próximas a Santa María del Azogue. La antigua Villa se edificó principalmente dentro de sus murallas y en el entorno de sus iglesias  y ermitas.
Desde los siglos XVI y XVII aparece en documentación municipal como calle de la Peste.  Aunque nadie explica ni se sabe por qué razón, habrá que pensar, lógicamente, que ocurrió en aquella época algún acontecimiento o suceso especial, que dio origen a dicha denominación. Todavía hoy muchas personas mayores de la ciudad la recuerdan y reconocen mejor por dicho nombre, a pesar de haber recibido otros en años sucesivos. (J.I. Martín Benito y J.C. Mata Guerra- Las Calles de Benavente, año 2004)
Posteriormente comienza a aparecer como calle de los Francos (1860), e incluso en algunos documentos figura como calle de los Francos o  de los Caldereros, denominación esta última relacionada con el oficio que de forma significativa se desarrolló en ella.
Y siguió denominándose así, de los Francos, hasta que, coincidiendo con las dictaduras de los generales Primo de Rivera y  Franco recibió los nombres de Gregorio Burón Pacual (1927) y Toribio Mayo (1968), alcaldes que fueron de la ciudad, y además vecinos de calle. En el año 2004 se denominó, de nuevo,  calle de los Francos, con el nuevo callejero.



La placa 'Calle Toribio Mayo', año 1968, todavía se mantiene en la calle.
Debajo de ella han colocado la de 'Calle de los Francos'.

A juzgar por las imágenes, antes la calle era estrecha, y de trazado irregular. Hubo un momento en el que se intento hacerla recta aprovechando la sustitución de las antiguas casas por las actuales. Eran casi todas  bajas y unifamiliares, construidas con tierra de adobes y tapial, como casi todas las de la ciudad. Aunque nunca fue una calle comercial, siempre hubo en ella alguna tienda,  bar u oficinas.
Las casas eran bajas, y con aceras en la calle, hace más de 60 ños.
Foto actual, con pavimento y edificios de nueva construcción.
Desde el punto de vista urbanístico, tanto su pavimentación como las construcciones en ella,  han pasado por muchas vicisitudes: Primero seria de tierra, como todas las demás. Después llegarían las piedras, el cemento,  y con aceras. Y últimamente, desde hace ya varios enlosado o terrazo, no permitiéndose la circulación por ella y mucho menos el aparcamiento. Tan sólo los vecinos pueden acceder a sus garajes o viviendas cuando  lo necesiten, por algún motivo, y siempre que tengan la debida autorización. Pero, como ocurre en otras calles y plazas de esta ciudad, el incumplimiento de esta normativa es total. No hay un solo momento en el que no haya coches aparcados, y otros pasando por ella en dirección a la Plaza Mayor u otras calles próximas.

Coches impiden acceso a la calle desde plaza de Sta María.

Llaman la atención, al ver las imágenes antiguas,  los cambios que ha habido en ella. Aunque todavía queda alguna casa antigua, la mayor parte son ya edificios de nueva construcción y de varias plantas. Hay también alguna casa deshabitada y dos solares, uno de los cuales, con amplia puerta se utiliza como aparcamiento de coches y el otro, que está a su lado, al tener su pequeña puerta abierta y averiada, permite ver, a todo el que pasa, las basuras arrojadas al mismo, y la abundante vegetación, todo ello sin control. Cosa lamentable, pues cerca del lugar se encuentra uno de los monumentos artísticos más importantes de la ciudad, como es la iglesia de Santa María del Azogue. 
En la calle hay dos solares.
Uno de ellos sin puerta y lleno de basuras.
Por otra parte si el pavimento de la calle está sucio y deteriorado es, en gran parte, debido a los coches que con frecuencia pasan o aparcan en ella. Y ello a pesar de que, como hemos dicho antes, es una de las pocas calles  que hay en la ciudad por las que no se puede ni circular ni aparcar. Cosa inexplicable.
La calle cuenta, en la actualidad, con varios establecimientos comerciales y de servicio a los ciudadanos, que  pasarían o pasearían más por ella, si los coches no les molestasen tanto.
A juzgar por las imágenes, al comienzo de la calle, desde la Plaza de Santa María,  estaba el Banco Central, en el bajo de la casa del Doctor Cardeñosa, edificio de ladrillo de principios del siglo XX, como muchos otros de la ciudad ya desaparecidos. Se encontraba muy cerca la iglesia de Santa María, cuya torre y su antiguo reloj lo podemos ver en otra imagen. Y luego toda la calle con casas bajas, balcones de hierro y puerta de madera, algunas con mirilla y llamador.

En la planta baja de un edificio, al comienzo de la calle, estaba el B. Central.

Tanto si se accede a la calle desde la plaza de Santa María como desde la calle Carbajés, si se comparan las imágenes antiguas con la actuales se advierten lo profundos cambios que ha habido en toda la calle.

Imagen antigua desde la calle Carbajés.
Otra imagen desde el mismo lugar.
La calle desde hace ya varios años.

Otra vista de la misma, desde la calle Carbajés.
Casa antigua que aún se conserva.
Tejado y tronera de la casa anterior.