lunes, 5 de mayo de 2014

Santa Cristina de la Polvorosa: El pueblo de los dos Mayos.



Que en Santa Cristina colocan o empinan dos mayos, aunque  en distinta época del año,  lo pudo comprobar quien se acercó al pueblo el pasado sábado día uno a partir de las siete de la tarde. El lugar, la pradera junto al campo de futbol y no lejos del río Órbigo. Y aunque los chopos verdes y con abundantes hojas abundan por allí, la atención se centra en el mayo, o viga, como ellos dicen, que no es más el tronco de un alto chopo pelado que se ve muy cerca.  
Al llegar y preguntar si ya está colocado, o empinado, me dicen: No, todavía no ha llegado el camión con el mayo de este año, ese que está puesto es el de los que cumplieron 50 años que lo colocaron en el mes de julio, sin fecha fija, pero en torno a la fiesta de Santiago, que hay mucha fiesta en el pueblo. Y lo dejaron así hasta este día en el que los quintos, los de la quinta del 2014, coloquen el suyo.
Mayo de los de 50 años, colocado en el mes de julio.

Los dos muñecos: el Mayo y Maya.
Los quintos del 2014 esperando la llegada de su mayo-árbol.
No deja  de sorprenderme el hecho por lo que mi interlocutor continúa:
Es una costumbre, o reciente tradición, pues tan sólo tiene 15, o pocos más años. Resulta que se juntaron los quintos cuando cumplieron los 50  y, para recordar sus años jóvenes, quisieron recordar la tradición ancestral del mayo, aunque fuese sin empinarlo como hacían antiguamente, sino sirviéndose de los instrumentos y maquinaria actuales. Además ellos cuentan con una charanga que alegra la fiesta y no falta tampoco, como ahora, el escabeche, pan y vino, ni las pastas, como invitación para todos los asistentes.
La verdad es que en Santa Cristina son dados a seguir, e incluso renovar o actualizar, muchas tradiciones. Y es que siempre contaron con personas interesadas en ello y amantes del pasado. Además es uno de los pueblos con más actividad y  de los más poblados de la provincia de Zamora.
Muchas tradiciones han surgido así, partiendo de ideas u ocurrencias de algunas personas que luego han contado con el asentimiento y seguimiento de todas las demás del pueblo. Y de momento los dos mayos, el de primavera y el de verano, continuarán ofreciendo espectáculo y tradición.
Al llegar al lugar, hemos visto el mayo colocado, pero no es el los quintos del 2014, sino el de los que han cumplido 50 años. No tarda mucho en llegar un camión-grúa con el nuevo mayo o viga. Antes se procederá a quitar el que está colocado y, a partir de este momento, con los nuevos quintos del 2014 como protagonistas, se comienza a colocar el nuevo mayo, que también ha traído el camión-grúa.
El camión-grua con el nuevo mayo-árbol.
Se comienza a retirar el mayo antiguo para colocar el nuevo.
Colocando un cadena.
El antiguo va cayendo.
Una vez en el suelo lo cortan en trozos con una sierra.
El nuevo chopo, viga o mayo, viene ya limpio y preparado para ello. A esta tarea se han dedicado con anterioridad. Ahora tan sólo tienen que colocar en la punta del palo los muñecos que, por tradición, suelen ser una pareja, mayo y maya, vestidos a la antigua, y con caretas en el rostro. Ellos permanecerán en lo alto para ser contemplados por vecinos y forasteros y como testimonio de vida en medio de la naturaleza en pleno vigor, que les rodea. Y estarán todo el año, aunque renovados cada vez que llega el momento de plantar el mayo que corresponda, bien el de los que cumplen 50 años, o el de  los de la quintada del año en curso.

Los quintos y quintas del 2014, con el mayo y la maya para este año.
Colocando los muñecos en la punta del mayo-árbol.


Una vez atados los muñecos aplauden y vitorean.
En muy poco tiempo, con ayuda de la grúa, el mayo quedará instalado y todos los asistentes, con emoción, aplaudirán, mostrando su satisfacción. Por allí se oye ¡Vivan los quintos del 2014¡ y todos responden ¡Vivan¡ El rito, la costumbre o la tradición de empinar el mayo, ha concluido.

Con ayuda de la grúa el mayo va subiendo.
El árbol pelado y los muñecos destacan entre la arboleda.
Refrorzando la base del mayo-árbol para que no se caiga.
Mayo-árbol-viga de Santa Cristina de los quintos 2014.
Pero la fiesta continuará, siempre a cargo de los quintos. Este año van a soltar en medio del campo de futbol un cerdito y un conejo detrás de los cuales correrán niños y jóvenes y será para el que primero lo coja. También hay una cucaña, poste untado con manteca, y quien sea capaz de subir hasta la parte de arriba será obsequiado con un jamón.

Soltando el cerdito que alguien se encargará de coger el primero.
También se soltó un conejo que hizo correr a niños y jóvenes.
En la cucaña el regalo era un jamón para el ganador.
La fiesta terminó obsequiando a los presentes con escabeche, pan y vino o refrescos.
Un año más los quintos jóvenes, los de la quinta, han cumplido con esta antigua tradición de colocar el mayo, aunque la facilidad de hacerlo, en la actualidad, sea muy distinta. Pero todavía pueden pensar en su segundo mayo cuando cumplan los 50, si la costumbre de hacerlo, que se les ocurrió a unos pocos, se ha convertido ya en una verdadera  tradición con el paso del tiempo y de los años.