miércoles, 16 de septiembre de 2015

Calles de Benavente: La Calle de Carbajés.


Es una de las calles más antiguas de la Ciudad, por entonces Villa, pues ya aparece en documentos del siglo XVI. Y además de antigua es también céntrica, pues se encuentra muy cerca de la Plaza Mayor y de las iglesias de Santa María del Azogue y de San Juan del Mercado, edificios del siglo XII y de gran interés patrimonial y artístico.
En la relación de calles del año 1860, que tengo en mis manos, leo que en aquel año en una de las aceras de esta calle había cuatro casas, dos puertas accesorias y una panera, y en la otra una casa, una puerta accesoria, un lagar y dos solares. Esta única casa que hacía esquina con la calle de los Herreros, que disponía de otras dependencias y amplios servicios, tal vez fuese o perteneciese, a un mayorazgo, el de la familia con apellido Carvajés, el nombre que, ya desde antiguo, se aplicó a la calle. Según dice J. C. de la Mata  Sociedad y Prensa en Benavente (siglos XIX y XX), en esta zona próxima a la iglesia de Santa María y sobre todo en la calle de los Herreros, una de las más largas del Benavente tradicional, tuvieron asiento las casas de los más importantes mayorazgos.
De todos los edificios destacaba precisamente este, al que me he referido, de la familia Carbajés. Su propietario, con tal apellido, tuvo que ser persona destacada, como intelectual o político, y que pudo haber desempeñado algún cargo en el Benavente de aquella época. Del antiguo edificio no dispongo de imágenes, pero sí del nuevo construido en el lugar del anterior, con varias plantas y para uso de viviendas.  En la planta baja del mismo hubo hasta no hace mucho tiempo un supermercado y en la actualidad hay un bazar chino. 
La Calle Carbajés vista desde la calle de los Herreros.
Edificio de viviendas construido sobre la hacienda antigua de los Carbajés.
Parece ser que en esta la calle vivían algunos que desempeñaban los oficios de zapatero, hojalatero, etc. Todavía vemos algunas casas de planta baja y antigua construcción de tapial o adobe, aunque revestida su pared con cemento, que están deshabitadas. E incluso hay una de ladrillo, de mejor aspecto, de principios del siglo XX, del mismo tipo y época de otras que todavía se ven por la ciudad. En esta vivienda con puerta de madera hay un llamador de hierro, de los de puño, tan corriente en las puertas de algunos edificios antiguos. Las demás casas son nuevas y de varias plantas. 
Casas antiguas unifamiliares, ya desaparecidas.
Casa antigua que todavía se puede ver en la calle.
Casa de ladrillo tal como se encuentra en la actualidad.
Puerta de la casa con llamador de hierro.
Entramos en la calle desde la Plazuela de San Antón, ahora con semáforo y bolardos para que se respete la zona peatonal.  Y a poco de entrar sale a la derecha la denominada actualmente calle de Francos, antes Toribio Mayo. Por el lado contrario se accede, sólo los peatones, desde la calle de los Herreros. 
Comienzo de la calle desde la Plazuela de San Antón.
Calle de Francos, años 80.. Al fondo la calle Carbajés.

La calle Carbajés desde la calle de Francos,

A la derecha, solares junto a casa antigua.
Es calle corta y no muy ancha. Peatonal, como gran parte de las que se encuentran  dentro del casco histórico y más antiguo de Benavente. Por ella se circula solamente en las horas permitidas, aunque con frecuencia se ven coches en ella, o pasando por ella, como suele ocurrir en esta ciudad, también en calles cercanas, olvidando las normas y legislación al respecto.
En la actualidad apenas existen establecimientos abiertos y al servicio de los ciudadanos, con la excepción de una peluquería y una oficina inmobiliaria, aunque los bajos de una gran parte de la calle correspondan a comercios que tienen su entrada por la calle de los Herreros, como el citado bazar chino y almacenes Anta. El conocido Café de Carlos cerró este mismo año, así como Saneamientos Fernández.
El conocido Café de Carlos, al comienzo de la calle.
A la derecha, junto al nuevo edificio, saneamientos Fernández.
Al ser calle céntrica por ella pasan y pasean diariamente muchas personas camino de las calles comerciales Los Herreros y La Rúa, hacia la Plaza Mayor y el Ayuntamiento, y hacia otros lugares que disponen de  servicios diversos para los ciudadanos.
No se conservan muchas imágenes antiguas de esta calle, o al menos no han salido a la luz, pero tiene que haberlas, como ocurre con otras calles, plazas, plazuelas y corrillos de esta villa y ciudad que contó siempre con gran movimiento de mercados y ferias, y por ello también de pesonas.