domingo, 6 de septiembre de 2015

El Ramo-Árbol de Villageriz


Árbol-ramo de Villageriz, en el centro de la plaza del pueblo.
Hace unos días, al visitar el blog el Ti Joaquín , me sorprendió lo que había publicado y que se titula el Ramo de Villageriz. Y es que, después de escribir, en muchas ocasiones, sobre los ramos, y las enramadas o cosas parecidas, e incluso haber publicado el libro Valles de Benavente. Las Fiestas de los Ramos, pensaba que no me iba e encontrar con alguna novedad.  De saberlo también lo hubiese contado.
Pero no ha sido así. Y es que, sobre tradiciones y costumbres del pasado en esta comarca, no todo se sabe, ni mucho menos no todo está escrito. Y es muy interesante que, antes de su desaparición, salga a la luz. No otra cosa se pretendió hacer en el CEB Ledo del Pozo, promoviendo algunas publicaciones sobre estos temas. 
Y me ha sorprendido porque, en mis frecuentes viajes por los pueblos de esta comarca de los Valles de Benavente, preguntaba siempre por varias cosas: oficios, artesanías, fiestas importantes y tradiciones antiguas, yacimientos arqueológicos, etc.  Y nunca me contaron lo del árbol-ramo de Villageriz.  Sin duda alguna que, como ésta, habrá otras muchas tradiciones merecedoras de atención.
El ramo de Vilageriz es un árbol entero, y no pequeño, que los del pueblo cortan, o mejor cortaban, de modo popular y solemne por las fiestas de San Pedro, el patrón del pueblo. Ahora, según cuenta Joaquín en su blog, parece ser que, por motivos diversos, lo hacen más tarde, pues la fiesta se traslada a la segunda quincena de julio.
Lo cierto es que los de Villageriz, amantes de sus tradiciones, como debe ser, siguen celebrando desde hace mucho tiempo la fiesta de su ramo-árbol del día de San Pedro.
Con anterioridad eligen el árbol, uno de los chopos de las arboledas del pueblo y, llegado el día, muy de madrugada y antes de la fiesta, un grupo de personas, hacha o sierra en mano, se acercan a cortarlo y lo preparan para llevarlo al pueblo en un carro de los llamados de viga o par y de vacas o bueyes, de los de antes.
Muy de mañana, casi de noche, cortando el árbol-ramo...
...que han elegido con anterioridad.
Eligen el carro más antiguo del pueblo, como queriendo afianzar aún más la tradición, pero no se preocupan de buscar los animales que lo lleven o arrastren, pues de esto se encargan ellos mismos, los mozos y mozsa, algunos mayores de edad y también niños, aunque estos prefieren o les gusta más subir en él y disfrutar del momento y del viaje.
Con el carro de varas o par se dirigen al lugar en el que está el árbol.
Los niños prefieren ir subidos al carro cuando van a recoger el árbol.
 Cargado el árbol en el carro y tirando de él regresan al pueblo para plantarlo en el centro de la plaza y tenerlo allí ya para el día de la fiesta, y algún tiempo más. En el lugar les esperan los vecinos del pueblo y numerosos forasteros. En torno al árbol-mayo plantado en la plaza, al que consideran algo vivo, con sus ramas verdes y su tronco cargado de savia, cantarán, bailarán y se divertirán. No falta la música  tradicional propia para este momento. Y también comerán, disfrutarán de productos del campo y beberán vino de su cosecha.
Momento en el que cargan el árbol-ramo en el carro.
Todos tiran del carro, unos agarrados  a la viga y otros desde otras partes.
También los niños colaboran, pues les gusta la tradición.
En el trayecto se turnan para hacerlo más llevadero.
Han llegado a la plaza del pueblo...
...Y allí plantan el árbol-ramo de este año.
El árbol y el carro estarán allí para que los vecinos los vean.
No falta la música de folclore tradicional...
...Ni los bailes en la plaza en torno al árbol y cerca del carro.
Es llamativo que todo esto se convierta en una fiesta: elegir el árbol, cortarlo, bajar con el carro, subirlo a la plaza del pueblo y plantarlo de nuevo allí para contemplación y disfrute de vecinos y forasteros. Todo ello, como lo que gira en torno a las fiestas del ramo, los ramos, las enramadas, etc. que vemos en otros lugares, está cargado de símbolos. Y el principal de ellos la vida, la vegetación y la naturaleza, que podemos ver y tener cerca,con sus ramas y tronco verde, y durante un tiempo… También nos muestra la vitalidad, el vigor y la fuerza de los mozos o jóvenes, y demás personas, que, sin necesidad de bueyes o mulas, llevan el carro con el árbol hasta la plaza para adorno de la misma y la contemplación de los demás…
Hay que añadir además que todo esto se hace con motivo de una fiesta, en este caso, San Pedro, que se celebra en Junio, cuando el verano ha comenzado y el campo está verde y cargado de vegetación y arboleda. El árbol-mayo plantado en la plaza estará verde también durante un tiempo y servirá de testimonio y frecuerdo de dicha fiesta.  
Los vecinos de Villageriz, uno de los pueblos con menor población de la provincia de Zamora han cumplido con San Pedro, su patrón, y también con su tradición, muy antigua a juzgar pos los vecinos del pueblo con edad más avanzada, que así lo vieron y vivieron, y así se lo oyeron contar a sus antepasados: Que siempre cortaron el árbol, lo llevaron al pueblo sobre un carro tirado por ellos y lo plantaron en la plaza el día de la fiesta.
(Las Fotografías fueron hechas por Joaquín Pérez y están tomadas de su Blog El Tí Joaquín).