'Estar hecho un San Bartolomé'. Retablo de Castrogonzalo.
'Hasta que San Juan baje el dedo'. Iglesia de Bretocino
'Ser un Cirineo'. Representación de la Pasión en Navianos de Valverde. Año 2006
1.- La palabra Dios estaba siempre muy presente en la mente y el recuerdo de casi todos los ciudadanos, principalmente entre los mayores. Se oía con frecuencia en multitud de frases, dichos o expresiones, con mayor o menor acierto. Algunas de ellas siguen utilizándose en la actualidad:
Buenos días nos de Dios, (decían por la mañana, al encontrase vecinos y conocidos).
Que sea lo que Dios quiera, o quiera Dios. (Desconfianza de que algo salga tan bien como uno se lo promete).
Dios te ampare. (Respuesta que solía darse a la llamada de pobres, que pedían, yendo de casa en casa).
A Dios (adiós). (Fórmula de despedida).
¡Ay Dios mío! ¡Ay Dios! (Expresa dolor, susto, lástima).
A la buena de Dios. (Sin artificio ni malicia).
A la de Dios es Cristo. (Inconsideración con que uno obra).
Anda o vete con Dios. (Para despedirse de alguien).
¡Vaya por Dios!. (Conformidad, al sufrir un contratiempo).
¡Bendito sea Dios!. (Puede significar enfado y también contratiempo o alabanza).
Como Dios manda. (Como debe ser).
Dios mediante. (Queriendo Dios).
Dios me perdone. (Al emitir un juicio desfavorable o temerario).
Dios te ayude, o simplemente, Jesús. (Se dice cuando uno estornuda).
¡Dios mío! (Admiración, dolor, extrañeza, sobresalto).
Que venga Dios y lo vea. (Se le invoca como testigo de una injusticia).
Quiera Dios. (Desconfiando de que algo salga bien).
¡Válgame Dios! (Para manifestar el disgusto o sorpresa que nos cuesta algo).
Vaya Usted con Dios. (Para despedir a alguien).
Hay otro grupo de frases, algunas de ellas refranes muy conocidos, que se decían y todavía se dicen en el momento apropiado:
A Dios rogando y con el mazo dando.
Al que madruga Dios le ayuda. (La diligencia y falta de pereza suele tener éxito).
A quien Dios se la de, San Pedro se la bendiga. (Disposición para conformarse con la Providencia),
Dios aprieta, pero no ahoga. (Se aconseja con ello conformidad en las tribulaciones).
Dios los cría y ellos se juntan. (Los semejantes se buscan y amparan unos a otros).
Le ha venido Dios a ver. (Se dice cuando a uno le sucede un caso favorable).
Armarse la de Dios es Cristo. (Gran disputa, riña o quimera)
Que venga Dios y lo vea. (Se le invoca a Dios como testigo de alguna injusticia).
Hay que hacer lo que se pueda y no esperar a que Dios haga milagros.
Que Dios te de salud.
2.- Aunque antiguamente hubiera menos cultura y menos posibilidades de cultivarse, sin embargo no era así desde el punto de vista religioso, debido en gran parte a la educación recibida en la familia, en la escuela y por supuesto en la parroquia, en la iglesia. Y era muy frecuente por parte de los ciudadanos el empleo de expresiones y dichos en los que aparecía algún hecho o personaje de la Biblia, tanto del Antiguo como del Nuevo Testamento. Y si se empleaba la expresión era precisamente porque se sabía lo que significaba. Vamos a indicar algunas de ellas, que tienen que ver con personajes o escenas bíblicas:
Cuando alguien decía “estar hecho un Adán, estar hecho un Ecce Homo o estar hecho un Judas”, es porque conocía bien lo que significa o lo que hicieron estos personajes; los mismo que cuando se oye: “lavarse las manos como Pilatos, llorar como una Magdalena, pasar las de Caín o ser más malo que Caín, ser como un arca de Noé o tener más paciencia que Job”.
Dentro de los ciclos o fiestas litúrgicas, algunas destacaban más por su celebración, como ocurría con la Pascua. Se notaba también en una mayor abundancia de expresiones:
De Pascuas a Ramos.
Estar más contento que unas Pascuas.
Hacerle a uno la Pascua.
Montar el cirio pascual.
Otras veces los dichos giraban entorno a Cristo:
Armarse la de Dios es Cristo.
Como a un Cristo un par de pistolas.
Donde Cristo dio las tres voces.
Más pasó Cristo por nosotros.
¡Ojo al Cristo, que es de plata!.
Algunos santos y santas ocupaban también su lugar entre las expresiones populares. Muchas personas conocían por la catequesis, los sermones u otros motivos, si no toda, sí algunos aspectos de su vida:
Cantar como los niños de San Ildefonso.
Estar como San Alejo, debajo de la escalera.
Estar hecho un San Bartolomé.
Hasta que San Juan baje el dedo.
Ligero como el ave de San Lucas.
No acordarse de Santa Bárbara hasta que truena.
Santa Ana, antes hoy que mañana.
Santo Tomás, una y nada más.
Si sale con barbas, San Antón y si no la Purísima Concepción.
Tener el baile de San Vito.
Tener más correa que San Agustín.
Y otras muchas más, que tienen que ver con algún santo o basadas en algún hecho bíblico o religioso, que se supone conocido por aquellos que las utilizan:
Adorar el becerro.
¡Dios nos ampare!, si Herodes y Pilatos se hacen compadres.
El tiempo de las vacas gordas.
La Biblia en verso.
La burra de Balaam.
Más viejo que Matusalem.
Otro gallo le cantara.
Ser más malo que Barrabás.
Armarse un belén.
Írsele a uno el santo al cielo.
Tener bula.
Meter cizaña.
Parecer un cartujo.
Estar hecho un Adán.
Ser más malo que Barrabás.
Ser un calvario.
Ser un cirineo.
Nadie pone en duda que, antiguamente, debido a la formación recibida, los conocimientos relacionados con la Historia Sagrada, la Biblia y la Religión en general, fueron positivos, pues permitían, y permiten a las personas que vivieron en aquella época, entender mejor el léxico, las frases, dichos o refranes, que hemos citado, como también reconocer, distinguir y valorar los cuadros, imágenes, esculturas o grabados de santos o de escenas bíblicas y religiosas en general. No obstante, hoy existen otros muchos medios que, con gran facilidad, pueden ayudar y acercar a los ciudadanos a dichos conocimientos.
Publicado en La Voz de Benavente y Comarca el dia 7 de Febrero de 2009
1.- La palabra Dios estaba siempre muy presente en la mente y el recuerdo de casi todos los ciudadanos, principalmente entre los mayores. Se oía con frecuencia en multitud de frases, dichos o expresiones, con mayor o menor acierto. Algunas de ellas siguen utilizándose en la actualidad:
Buenos días nos de Dios, (decían por la mañana, al encontrase vecinos y conocidos).
Que sea lo que Dios quiera, o quiera Dios. (Desconfianza de que algo salga tan bien como uno se lo promete).
Dios te ampare. (Respuesta que solía darse a la llamada de pobres, que pedían, yendo de casa en casa).
A Dios (adiós). (Fórmula de despedida).
¡Ay Dios mío! ¡Ay Dios! (Expresa dolor, susto, lástima).
A la buena de Dios. (Sin artificio ni malicia).
A la de Dios es Cristo. (Inconsideración con que uno obra).
Anda o vete con Dios. (Para despedirse de alguien).
¡Vaya por Dios!. (Conformidad, al sufrir un contratiempo).
¡Bendito sea Dios!. (Puede significar enfado y también contratiempo o alabanza).
Como Dios manda. (Como debe ser).
Dios mediante. (Queriendo Dios).
Dios me perdone. (Al emitir un juicio desfavorable o temerario).
Dios te ayude, o simplemente, Jesús. (Se dice cuando uno estornuda).
¡Dios mío! (Admiración, dolor, extrañeza, sobresalto).
Que venga Dios y lo vea. (Se le invoca como testigo de una injusticia).
Quiera Dios. (Desconfiando de que algo salga bien).
¡Válgame Dios! (Para manifestar el disgusto o sorpresa que nos cuesta algo).
Vaya Usted con Dios. (Para despedir a alguien).
Hay otro grupo de frases, algunas de ellas refranes muy conocidos, que se decían y todavía se dicen en el momento apropiado:
A Dios rogando y con el mazo dando.
Al que madruga Dios le ayuda. (La diligencia y falta de pereza suele tener éxito).
A quien Dios se la de, San Pedro se la bendiga. (Disposición para conformarse con la Providencia),
Dios aprieta, pero no ahoga. (Se aconseja con ello conformidad en las tribulaciones).
Dios los cría y ellos se juntan. (Los semejantes se buscan y amparan unos a otros).
Le ha venido Dios a ver. (Se dice cuando a uno le sucede un caso favorable).
Armarse la de Dios es Cristo. (Gran disputa, riña o quimera)
Que venga Dios y lo vea. (Se le invoca a Dios como testigo de alguna injusticia).
Hay que hacer lo que se pueda y no esperar a que Dios haga milagros.
Que Dios te de salud.
2.- Aunque antiguamente hubiera menos cultura y menos posibilidades de cultivarse, sin embargo no era así desde el punto de vista religioso, debido en gran parte a la educación recibida en la familia, en la escuela y por supuesto en la parroquia, en la iglesia. Y era muy frecuente por parte de los ciudadanos el empleo de expresiones y dichos en los que aparecía algún hecho o personaje de la Biblia, tanto del Antiguo como del Nuevo Testamento. Y si se empleaba la expresión era precisamente porque se sabía lo que significaba. Vamos a indicar algunas de ellas, que tienen que ver con personajes o escenas bíblicas:
Cuando alguien decía “estar hecho un Adán, estar hecho un Ecce Homo o estar hecho un Judas”, es porque conocía bien lo que significa o lo que hicieron estos personajes; los mismo que cuando se oye: “lavarse las manos como Pilatos, llorar como una Magdalena, pasar las de Caín o ser más malo que Caín, ser como un arca de Noé o tener más paciencia que Job”.
Dentro de los ciclos o fiestas litúrgicas, algunas destacaban más por su celebración, como ocurría con la Pascua. Se notaba también en una mayor abundancia de expresiones:
De Pascuas a Ramos.
Estar más contento que unas Pascuas.
Hacerle a uno la Pascua.
Montar el cirio pascual.
Otras veces los dichos giraban entorno a Cristo:
Armarse la de Dios es Cristo.
Como a un Cristo un par de pistolas.
Donde Cristo dio las tres voces.
Más pasó Cristo por nosotros.
¡Ojo al Cristo, que es de plata!.
Algunos santos y santas ocupaban también su lugar entre las expresiones populares. Muchas personas conocían por la catequesis, los sermones u otros motivos, si no toda, sí algunos aspectos de su vida:
Cantar como los niños de San Ildefonso.
Estar como San Alejo, debajo de la escalera.
Estar hecho un San Bartolomé.
Hasta que San Juan baje el dedo.
Ligero como el ave de San Lucas.
No acordarse de Santa Bárbara hasta que truena.
Santa Ana, antes hoy que mañana.
Santo Tomás, una y nada más.
Si sale con barbas, San Antón y si no la Purísima Concepción.
Tener el baile de San Vito.
Tener más correa que San Agustín.
Y otras muchas más, que tienen que ver con algún santo o basadas en algún hecho bíblico o religioso, que se supone conocido por aquellos que las utilizan:
Adorar el becerro.
¡Dios nos ampare!, si Herodes y Pilatos se hacen compadres.
El tiempo de las vacas gordas.
La Biblia en verso.
La burra de Balaam.
Más viejo que Matusalem.
Otro gallo le cantara.
Ser más malo que Barrabás.
Armarse un belén.
Írsele a uno el santo al cielo.
Tener bula.
Meter cizaña.
Parecer un cartujo.
Estar hecho un Adán.
Ser más malo que Barrabás.
Ser un calvario.
Ser un cirineo.
Nadie pone en duda que, antiguamente, debido a la formación recibida, los conocimientos relacionados con la Historia Sagrada, la Biblia y la Religión en general, fueron positivos, pues permitían, y permiten a las personas que vivieron en aquella época, entender mejor el léxico, las frases, dichos o refranes, que hemos citado, como también reconocer, distinguir y valorar los cuadros, imágenes, esculturas o grabados de santos o de escenas bíblicas y religiosas en general. No obstante, hoy existen otros muchos medios que, con gran facilidad, pueden ayudar y acercar a los ciudadanos a dichos conocimientos.
Publicado en La Voz de Benavente y Comarca el dia 7 de Febrero de 2009