domingo, 15 de diciembre de 2013

Benavente. Estación del tren. 2


Con anterioridad he publicado lo referente a varios edificios o locales que aún se conservan en la estación del tren, en Benavente. Y cómo algunos, debidamente reparados, se utilizan y dedican a usos culturales o de otro tipo, pero siempre al servicio del la ciudad y de los ciudadanos: albergue de peregrinos, encuentros o cursos varios, ensayo de banda de cornetas, etc. Vamos a ver y recordar ahora la maquinaria y demás instrumentos o utensilios, relacionados con la vía, el tren y sus operarios, que aún pueden verse in situ en los terrenos de dicha estación. Algunos de ellos, restaurados e incluso pintados hace años por el Ayuntamiento, forman parte ya de un pequeño museo, al aire libre, del pasado de un medio de transporte como fue el tren, tan recordado y añorado por muchos.
Una de las cosas que se conserva junto al edificio principal de la estación es un local, a modo de cabina, desde el cual, manejando unos instrumentos controlaban el cambio de vía de los trenes. Era manual pero se hacía desde la misma estación. Porque, como se ve en las imágenes, había otras palancas fijas, denominadas agujas, en algunos otros lugares de este espacio que, al voltearlas el operario, hacían mover a los raíles con el objeto de guiar el tren hacia una u otra vía.

Sala de mandos para el cambio de agujas centralizado.





































La pequeña sala ya restaurada.
Mandos guardagujas
Mandos ya pintados.
Palancas manuales para el cambio de vías de los trenes.
Palancas como esta hay en varios lugares del espacio de la estación.
Y alguna muy cerca de la orilla del Caño.
Se conserva también el antiguo depósito de agua y los dos cargadores que se utilizaban para llenar las máquinas de vapor del líquido elemento, sin el cual era imposible su funcionamiento. Y es que hasta la introducción de las máquinas eléctricas o de diesel, el carbón y el agua, para producir vapor, eran la materia imprescindible y de la que se disponía en casi todas las estaciones.

Depósito con escalera y medidor de altura del agua.
El depósito junto a la carretera de circunvalación.
Cargador de agua pintado y en buen estado.
Otro cargador de agua cerca del anterior.




















Tampoco podían faltar las grúas, que se encontraban no lejos  de los almacenes, para la carga y descarga de paquetes y materiales pesados o más ligeros, que el tren transportaba de un lugar a otro.
Gruas de la estación.
Se ven también por el espacio que ocupaba la estación algunas señales de circulación, semáforos, placas o postes que indican los kilómetros, indicadores del paso del tren sin guarda, cuadros con los mandos eléctricos, etc.   
Señal que indica el punto kilometrico.
Caja con los mandos elécticos.
Vista de una parte del Parque de la Estación.
Semáforo junto al Camino de El Sequedal.
-Ojo al tren. Paso a nivel sin barreras-. Camino de El Sequedal.
S- La señal de silbar.
Señal colocada en la pared del almacén.
Señal a la entrada de la estación.
Paratrenes, muy cerca del edificio principal de la estación.
Y como recuerdo del pasado, en la explanada del parque y sobre las vías ya desaparecidas , podemos ver una pequeña máquina de vapor, formando parte del pequeño museo al aire libre, de esta estación y de su vía férrea, a punto de ser desmantelada, y que tantos recuerdos tiene para los ciudadanos de la ciudad y de su comarca.
Pequeña máquina de vapor colocada en el denominado Parque de la Estación.