sábado, 22 de julio de 2017

Benavente: Plaza Virgen de la Vega.


Así se denomina en el plano, o callejero actual, esta plaza. Seguramente que por la cercanía del Colegio de Enseñanza que lleva este nombre. Y se la conoce con esta denominación desde hace no mucho tiempo, pues popularmente siempre fue la Plaza del Obispo o Plaza de las Monjas. Y es que a ella dan, o en ella se encuentran, gran parte de los edificios que forman el Colegio de las Hermanas de San Vicente de Paúl: Salón de actos, capilla y entrada principal. Tan solo el patio da a una calle próxima. La referencia al obispo no es otra que por ser lugar de residencia cuando el prelado viene y pernocta en Benavente.
Se encuentra esta plaza al final de la Cuesta del Hospital y se accede a ella desde la Avenida Maragatos y también desde la actual Avda. Sor Asunción Romo, antes Avda. Plaza de Toros. Y también  desde la calle del Parque en la que se encuentra el Colegio privado regido, hasta hace pocos años, por los religiosos de San Pedro ad Víncula, conocido como Colegio La Vega.

A la izquierda de la imagen la Plaza Virgen de la Vega.
La Plaza vista desde otro lugar.
Edificio de la capilla del Colegio de San Vicente Paul.
Desde hace años existe una pasarela sobre la Cuesta del Hospital que comunica esta plaza con la calle de los Herreros y otras. Por ella pasan diariamente muchas personas evitando así el rodeo que supone hacerlo por el paso peatonal de la plaza de la Fuente, que también está cerca de ella.

La fama de esta plaza le viene también, en parte, por ser lugar de cita y reunión en muchos de los viajes que se organizan, tanto por Colegios e Institutos, como por agencias, asociaciones y otras instituciones. Allí esperan los autobuses antes de iniciar los viajes y allí también es el punto de llegada. Y es que es un lugar próximo y bastante céntrico para todos, con aparcamiento y, sobre todo, cercano a la salida de la ciudad desde  donde se pueden coger algunas autovías.
En la plaza hay zonas verdes con plantas y árboles, y también bancos, que hacen agradable la estancia a quienes deseen pasar un tiempo allí a lo largo del día. Hace años incluso se contaba con el kiosko de Maxi, persona muy conocida en la ciudad, a la vez que estimada. Pero el kiosko desapareció y los clientes se han visto obligados a ir a otros lugares cercanos para comprar la prensa y las revistas, o los chuches y demás golosinas. Sea lo que sea, lo cierto es que es este un lugar muy animado y concurrido todos los días.

En las siguientes fotografías, más antiguas y en blanco y negro, podemos ver la situación de la plaza y algunas de las calles que había cerca de ella, con solares y edificios sin construir.