Detalle de una de las alfombras de flores de Carrión de los Condes.
Esta fiesta, que ahora se celebra en domingo y no en jueves como ocurría antes, es una de las más antiguas y cuenta con muchas tradiciones, religiosas y no religiosas, a juzgar por los datos existentes en los archivos de las parroquias y ayuntamientos, ya desde los siglos XV y XVI. En muchos lugares existieron y existen cofradías, que son las encargadas de celebrar los actos en honor del Santísimo Sacramento, protagonista del acontecimiento religioso y en torno al cual se organizan las procesiones y demás actos. Porque estos son muchos y variados, según los países, ciudades o localidades en los que se celebre la fiesta.
Antiguamente eran frecuentes las representaciones teatrales, autos sacramentales o entremeses, y en las procesiones se llevaba la mejor custodia, en las manos del sacerdote, o sobre carroza o carro triunfante. Por otra parte solían desfilar tarascas o gomias (especie de dragones que representaban al mal), había bailes o danzas de paloteo en algunos lugares y se celebraban, y todavía lo hacen, corridas de toros o toros enmaromados, etc.
Una de las cosas más comunes y generalizadas y que también se ven en muchos pueblos de los Valles de Benavente es engalanar las calles, adornando las paredes y puertas de las casas con ramas de árboles, colgando vistosas colchas, mantones de Manila y banderas, de ventanas y balcones, y cubriendo el pavimento de las calles con pétalos de flores, hierbas diversas y plantas olorosas: tomillo, hierbabuena, lavanda, etc. Y todo ello para el momento del paso del Santísimo Sacramento en procesión, al que también arrojan flores desde las ventanas. E incluso ocurre, al menos tenemos el testimonio de dos pueblos: Santibáñez de Tera y Manganeses de la Polvorosa, que preparan con esmero y cuidado una o más alfombras de flores en algunas de las calles por las que pasa.
Antiguamente eran frecuentes las representaciones teatrales, autos sacramentales o entremeses, y en las procesiones se llevaba la mejor custodia, en las manos del sacerdote, o sobre carroza o carro triunfante. Por otra parte solían desfilar tarascas o gomias (especie de dragones que representaban al mal), había bailes o danzas de paloteo en algunos lugares y se celebraban, y todavía lo hacen, corridas de toros o toros enmaromados, etc.
Una de las cosas más comunes y generalizadas y que también se ven en muchos pueblos de los Valles de Benavente es engalanar las calles, adornando las paredes y puertas de las casas con ramas de árboles, colgando vistosas colchas, mantones de Manila y banderas, de ventanas y balcones, y cubriendo el pavimento de las calles con pétalos de flores, hierbas diversas y plantas olorosas: tomillo, hierbabuena, lavanda, etc. Y todo ello para el momento del paso del Santísimo Sacramento en procesión, al que también arrojan flores desde las ventanas. E incluso ocurre, al menos tenemos el testimonio de dos pueblos: Santibáñez de Tera y Manganeses de la Polvorosa, que preparan con esmero y cuidado una o más alfombras de flores en algunas de las calles por las que pasa.
La procesión sale de la iglesia de Manganeses de la Polvorosa el día de la Sacramental. Año 2009.
Alfombra de flores en una calle de Manganeses de la Polvorosa.
El Santísimo, bajo palio, pasando sobre la alfombra de Manganeses de la Polvorosa.
Alfombra de flores y mantones de Manila adornan el altar en una calle de Santibáñez de Tera.
El Santísimo llega al altar instalado en una calle de Santibáñez de Tera.
A esto quiero referirme hoy aquí, de modo especial, después de haber visitado la localidad palentina de Carrión de los Condes. Y es que desde hace ya más de 20 años, aunque la tradición sea más antigua, vecinos de la localidad se vuelcan en este día para adornar las calles por las que pasará la procesión con verdaderas alfombras de flores, de variadas formas y colores (más de 1500 metros), y que producen en los visitantes gran sorpresa y admiración. De hecho miles de personas se dan cita en Carrión, de muchas partes de España y también del extranjero, pues al ser paso y parada obligada en el Camino de Santiago, son muchos los peregrinos extranjeros que hacen acto de presencia.
Me cuentan que en Carrión siempre se engalanaban las calles en este día, como lo hacen los pueblos de los Valles de Benavente. Pero no hace mucho más de 20 años, a una vecina se le ocurrió hacer o preparar con pétalos de flores una alfombra delante de la puerta de su casa. Y la cosa fue del agrado de todos los demás, de tal forma que acordaron entre ellos hacerlo en años sucesivos y así ha sido hasta la fecha actual en la que el pueblo se ha convertido en una referencia a nivel nacional, entre los pueblos que realizan este tipo de arte efímero como Castropol (Asturias), Ponteareas (Pontevedra), Sitches (Barcelona), etc.
Y ocurre que, en la actualidad, Carrión, además de ser conocido por el Camino de Santiago, y por su arte y arquitectura, sus museos y su historia, cuenta un atractivo más: las alfombras de flores del día del Corpus, una muestra de un arte pasajero y caduco que nadie se debe perder.
Porque dura tan sólo un día, o mejor medio día, aunque los artistas populares, los vecinos y vecinas del pueblo, estén colocando flores y demás materiales en las calles desde las 6 o las siete de la mañana, sobre los dibujos o diseños que personas voluntarias han realizado el día anterior sobre el pavimento.
Además de flores y pétalos utilizan otros materiales que les ayudan o sirven para confeccionar mejor las formas del alfombrado: hierba, arenas, piedrecillas o serrín con diversos colores, plantas olorosas y aromáticas de pequeños tamaños, etc. Todo ello tienen que tenerlo a punto la víspera o el mismo día, pues de lo contrario no les daría tiempo a su colocación.
Hacia las 11 horas, y una vez terminado el trabajo, se ve a varias personas regando las flores y plantas, para que no se sequen antes del paso de la procesión. Otras personas vigilan el recorrido y cuidan de que todos los visitantes pasen por la aceras y no pisen el alfombrado.
Cada vecino o grupo de vecinos prepara las que corresponden al lugar de su vivienda, aunque lógicamente pueden ser ayudados por otras personas. Y es que, al parecer, esto ha sido siempre, y sigue siendo, algo comunitario, aunque cuente en algunos aspectos con la colaboración municipal, cuyo alcalde días antes se dirige a todos los carrioneses, a través de un bando, y les anima a “confeccionar las alfombras de flores y a engalanar los balcones y ventanas para el paso de la procesión el día del Corpus”
A las doce horas se celebró la misa en la iglesia de san Andrés desde donde, al finalizar la misma, partió la procesión: cruz, ciriales, estandartes, pendoneta, banda municipal, mujeres de manolas y carro triunfante sobre el que iba la custodia con el Santísimo. Detrás los sacerdotes y las autoridades municipales, seguidas de las demás personas asistentes al acto.
Plaza de San Andrés e iglesia de donde sale la procesión en Carrión de los Condes.
Carro triunfante que lleva la custodia con el Santísimo en Carrión de los Condes.
Una de las calles con alfombras de flores en Carrión de los Condes.
Escudos, adornos diversos, símbolos jacobeos, con flores, en otra calle de Carrión.
Una vez que ha pasado la procesión todos podrán pasar por las calles pisando ya sobre las alfombras e incluso, si lo desean, coger flores o hierbas olorosas.
Hacia las dos de la tarde, cuando los actos religiosos se dan por finalizados, en poco tiempo las calles volverán a su estado normal, gracias a la labor de los operarios de la limpieza y de las máquinas barredoras. Un año más la fiesta del Corpus ha vuelto a dar renombre, fama y colorido al pueblo de Carrión. Y multitud de imágenes de sus calles alfombradas de flores y cargadas de aromas, llegarán a todas las partes del mundo, a través de los medios de comunicación. No nos extraña que el alcalde en su bando, y con anterioridad, dé las gracias a todos sus ciudadanos, pues “con su esfuerzo, ilusión y trabajo desinteresado han conseguido que esta fiesta sea admirada cada vez más dentro y fuera de nuestra Comunidad”.
Ojalá que algún día ocurra esto también en Santibánez de Tera o Manganeses de la Polvorosa o en otro pueblo de los valles de Benavente, que ya se han iniciado en la preparación de alfombras de flores para el paso del Santísimo, en el día en el que se celebra el Corpus o la Sacramental. Todo dependerá de que alguno de sus vecinos, amante de la tradición, se lo proponga, tome la iniciativa y que los demás participen en ello.
Reportaje publicado en La Voz de Benavente y Comarca el 13 de Junio de 2010.