sábado, 7 de noviembre de 2015

Benavente. Exterior de la Iglesia de San Juan del Mercado: Cabecera.


Planta actual de la iglesia.  En la parte de arriba, la cabecera.

 Estado actual de ábsides y el entorno de la iglesia en el lado noreste.
La cabecera es la parte correspondiente a los ábsides, que se encuentran hacia el este, muy cerca de las Casa de Cultura de La Encomienda. Este lugar, cerrado durante muchos años y sin poder acceder al mismo, en la actualidad, y tras las reparaciones y limpieza del mismo, se ha convertido en un espacio visitable y en el que, además de poder ver los ábsides, se desarrollan en su entorno, al menos durante los meses de verano, diversas actividades culturales: Conciertos, cine, etc.
Lo que se puede ver, en conjunto, de los tres ábsides desde la Casa de Cultura.
De los tres ábsides que forman la cabecera, el central es mayor que los laterales y los tres constan de dos tramos, uno recto, de planta cuadrada, y otro curvo, que no llega al semicírculo.
Ábside Sur.
Ábside Norte.
Ábside central.
En el exterior los tres ábsides se asientan sobre un zócalo que sobresale ligeramente. El espacio restante está dividido en tres cuerpos horizontales, mediante dos impostas, la inferior ajedrezada en los ábsides norte y sur, con flores de cuatro pétalos dentro de círculos en el central. La imposta superior sale del cimacio de los capiteles de las ventanas del ábside central y pasa sobre las ventanas de los ábsides laterales…
Dos semicolumnas, anilladas por las impostas dividen el ábside central en tres calles verticales, cada una de las cuales tiene una ventana.
Zócalo, impostas, y semicolumnas en el ábside central.
Los ábsides laterales carecen de semicolumnas y tiene una sola ventana. Todas las ventanas están abocinadas, pero son distintas en cada ábside. La ventana del ábside norte llama la atención, tanto por su amplio derrame, como por su decoración. Es posible que sea esta la parte más antigua de la iglesia…
Ventana del ábside Norte.
Las ventanas del ábside central, de derrame algo menor que la anterior, presentan mayor perfección en el corte de las piedras que las componen. Sus jambas están organizadas de forma semejante, pero las arquivoltas son más sencillas, ya que están formadas por simples molduras.
Ventana ábside central.
Parte superior de la ventana del ábside cantral.
En el tramo recto de este ábside hay un óculo hacia el este y sendas ventanas dobladas en los laterales.
En la imagen se ve el tramo recto ábside central, con el óculo y las ventanas.
La ventana del ábside sur es bastante más reducida que las demás, siendo su derrame poco abierto y decorado con sucesivos baquetones continuos, por lo que no hay columnas.
Ventana del ábside Sur.
El ábside central y el del Sur se rematan con arquillos trebolados apoyados sobre modillones piramidales…
Remate del ábside central y Sur.
El ábside Norte tiene arquitos de medio punto sobre modillones de rollo..
Remate ábside Norte con arquitos medio punto
Relieves de la cabecera
La identificación entre Cristo y el Sol hace que la cabecera se oriente hacia el Este, lugar por el que sale, de modo que el Sol Naciente ilumina los ábsides desde el amanecer y su luz penetra en el interior por las ventanas. Esto se expresa mediante tres símbolos solares, el zig-zag y las flores de cuatro pétalos en punta de diamante y de cuatro círculos que vemos fundamentalmente en el ábside norte y en el central… 
Decoración en zig-zag en la ventana del ábside Norte.
Así pues, la luz solar, la luz de Dios, ilumina la cabecera y penetra en el templo por el lugar en el que se encuentra el Tabernáculo.
Los capiteles.
La Tradición sitúa al Paraíso hacia el Este…En Oriente aparecieron las primeras grandes culturas en las que surgieron las mitologías de las que forman parte los seres fantásticos que aparecen en los capiteles de los ábsides. Culturas anteriores  a la llegada de Cristo, período…creador de las imágenes que los caballeros de San Juan de Jerusalén conocieron en Oriente y situaron en sus iglesias de Occidente, junto con  otras procedentes de la cultura musulmana….
Así en el ábside central, en el capitel izquierdo de la ventana derecha, vemos a dos grifos, seres con cabeza y alas de águilas y cuerpo de león, que pican la cabeza de una serpiente de cabeza humana.

Grisfos picando la cabeza de una serpiente...
Los grifos son los guardianes que impiden la entrada en la iglesia del símbolo del mal. En el ábside norte vemos dos aves atadas a un cuadrúpedo en una escena similar.
Aves atadas a un cuadrúpedo...
Frente a este último capitel, una esfinge, ser con cabeza humana y cuerpo de león, alas de águila y cola de serpiente, vigila impasible la ventana, tanto en el capitel exterior como en el interior. Las esfinges son las guardianes de los lugares sagrados, como se ve en los templos egipcios.
Esfinge vigilando la ventana...
Pero no solo las fuerzas del mal tienen vedada la entrada a la ciudad al templo, ciudad de Dios, también los justos han de esperar la redención en el seno de Abraham para ser admitido en la presencia de Dios…Las almas de los justos han de esperar ese momento en un bosque que se encuentra  a las puertas del Paraíso. Hasta entonces se alimentan de sus frutos, que serian el resultado de las buenas obras o bien simbolizarían la doctrina divina, de la que se alimentan las almas. Sobre este tema hay dos representaciones, una en el capitel izquierdo de la ventana del centro del ábside central…y otra coronando la semicolumna del ábside que está más próximo a dicha ventana. En ellas vemos a las almas, en forma de palomas, comiendo los frutos de una planta… (Comentario y textos, del libro: Hidalgo Muñoz E. La Iglesia de S. Juan del Mercado de Benavente. 1997)
Capitel de las palomas en la ventana del centro, en el ábside central.
Semicolumna del ábside central con capitel de palomas.
Las fotografías siguientes nos muestran cómo se encontraban los ábsides, y también algunas ediificaciones próximas, cuando se iniciaron las obras de restauración de la iglesia, en el año 1934. Obras que corrieron a cargo del Estado, poco después de la declaración de la misma como Monumento Histórico-Artístico, en 1931. El encargado de realizar dichas obras fue el arquitecto D. Alejandro Ferrant, del Colegio de Arquitectos de Cataluña. (Fotos: Archivo Ledo del Pozo).