jueves, 17 de marzo de 2016

Alfonso Bartolomé, artista. Exposición en Zamora.


El pintor el día de la presentacion de su cartel.  Semana Santa 2014.
Día de la inauguración de la Exposición en el Museo Diocesano de Zamora.
Hasta el día 30 de Junio se puede ver en la Iglesia de Santa Tomé de Zamora, actual se del Museo Diocesano, una exposición a dedicada recodar la obra del artista Alfonso Bartolomé, que además de profesor de dibujo en Centros Escolares  se dedicó a la pintura y otras artes decorativas como la vidriera, el mosaico, y también algo de escultura.
Aunque nacido en Palencia se trasladó pronto a la capital zamorana en donde transcurrió el resto de su vida, tanto personal como profesional.
Su formación académica la realizó en la Escuela Central de Bellas Artes de San Fernando de  Madrid. Y en la Escuela de Bellas Artes de de San Carlos de  Valencia en donde se introdujo en las técnicas de la vidriera y el mosaico.
Terminada su formación, y ya en Zamora en el año 1966,  fue profesor de dibujo  en institutos de la capital y también de la provincia, concretamente Benavente, en donde estuvo varios años.
Durante su estancia en Benavente realizó y regaló al centro tres cuadros que se conservan en dependencias del centro. Sobre ello escribiré próximamente.
Impartió clases también en la Escuela de Artes Aplicadas y Oficios Artísticos de Salamanca (1975-1982) de la que fue director varios años y en la Escuela de Magisterio de Zamora (1977-1982). Dirigió igualmente el Aula de Arte de la Caja de Ahorros Provincial de Zamora  (1974-1985).
En el año 1993 tras obtener la cátedra de Artes Plásticas y Diseño, fue destinado a la Escuela de Artes Aplicadas y Oficios Artísticos de Zamora, terminando aquí su amplia labor docente.
Practicó diversas técnicas artísticas: dibujo, grabado, pintura mural y de caballete, vidriera, mosaico y escultura.
Con sus variadas obras participó en muchas exposiciones individuales y colectivas, obteniendo varios premios y distinciones.
Su obra pictórica, que es la más abundante, destaca por el color, vigoroso, cálido, luminoso, vibrante y contrastado, y una  pigmentación densa,  de textura táctil, aplicada con espátula, pincel, y hasta con los dedos.  Y unas formas esquemáticas, sumarias, rotundas, volumétricas.
Todo ello hace que el resultado final de la obra este cargado de una importante fuerza estética que produce en el espectador un emocionante impacto visual.
Su forma de proceder en la realización de su obra, preferentemente de sus pinturas, crea en el autor una personalidad artística propia y coherente, un universo particular que  partiendo de la realidad misma y pasando por la intimidad de su ánimo, finalizaba en una obra intensamente vitalista.
Sus temas preferidos y que reproduce, no sin cierta nostalgia por su inminente desaparición son retratos, paisajes, casas rurales, horizontes urbanos, bodegones, objetos artesanales etc. También imágenes religiosas que habían perdido su carácter cultual, interiores con ventanas, visillos, paños, macetas con flores, etc.
Casas como estas y con colores vivos, uno de sus temas preferidos.
Vista general de la provincia de Zamora desde el río Duero.
Variedad de cuadros en una de sus exposiones, celebradas en Zamora.
A. Bartolomé, junto a un cuadro de su temática preferida.
Y cómo no podía ser menos la ciudad de Zamora, con su románico, Semana Santa  y sus fiestas y tradiciones, son tema imprescindible en su obra  y por lo que le reconocen fácilmente las gentes de su tierra.
Cartel para la Cofradía de la Virgen del Yermo.
Una procesión de las que se celebran en Zamora.
El Cristo de su cartel para la S. Santa, 2014.
En esta exposición del  Museo de Zamora hemos visto,  principalmente, lienzos de temática religiosa, alguno de ellos iniciado o inacabado, donde se evidencia su afecto por las imágenes medievales, ya sean de culto o museográficas. 
El programa de la exposición con algunos de los cuadros.
Un visitante en el Museo de Zamora viendo la exposición de A. Bartolomé.
También se exhiben bocetos de vidrieras de hormigón armado y de mosaicos murales como es el caso de los que realizó para  las fachadas de las iglesias de San Benito de Zamora (antiguo monasterio de las Benedictinas) y para la de Santa María del Carmen de Renueva de Benavente. 

Tambien se exponen cuadros con trabajos en vidrieras y mosaicos.
Con esta exposición el Museo de Zamora ha querido expresar su agradecimiento a un artista que contribuyó a ennoblecer el arte cristiano de la Diócesis de Zamora dejando ver en su obra ese carácter personal, particular y distintivo que muestra.
(Parte del texto procede del programa editado para la exposición por J. A Rivera de las Heras, y las fotos de la página Web de la Diócesis de Zamora)