Es un hecho evidente,
sobre todo en el mundo cristiano
católico, la tradición de venerar e
invocar a los santos, santas, vírgenes o cristos, en momentos en los que la salud de los
humanos falla, cuando se ven aquejados de enfermedades u otro tipo de males o
desgracias.
Antiguamente, con la
medicina menos avanzada, y porque existían
algunas enfermedades, a veces incurables, eran muchas las personas que acudían
a los curanderos y sanadores, que abundaban entre la población. Pero también, en último término, y casi siempre sobre todo si eran creyentes, invocaban, y
todavía se hace hoy, a sus santos protectores, o mejor dicho al santo respectivo al que se
consideraba, o se considera, como el protector de dicho mal. Y es que se dice, y
se cree, popularmente que “la fe mueve montañas”. Además en el santoral cristiano
los hay para todo tipo de enfermedades, por graves o raras que sean.
Si revisamos La leyenda Dorada de L. Vorágine, o
cualquier otro libro relacionado con este tema, podemos confirmar lo dicho, que
la cantidad de santos existentes ha sido numerosa, tanto en el pasado, con sus leyendas respectivas, como en el
presente, a juzgar por las muchas beatificaciones y canonizaciones de los últimos
Papas.
Y si revisamos también libros, como el que
tengo en mis manos, J. Roig. Iconografía
de los santos, veremos cómo entre los santos, santas y vírgenes, hay
patronos y patronas para todo y para todos.
Y lo más curioso
todavía es que cada santo tiene, además de leyenda propia, unos atributos
distintos. Además, en relación con las personas, por supuesto que cada uno
ejerce su patronazgo, o atiende algún aspecto o problema que las afecte. De ahí
que todos los oficios habidos y por haber tienen o cuentan con su santo o santa,
como patronos. Y lo mismo que para los oficios hay patronos para casi las demás
profesiones, e incluso para otros momentos o trabajos de la vida:
educación, campo y agricultura, deportes y aventuras, etc.
Y también, y de modo
muy especial, como he dicho anteriormente, para la sanidad, para todo lo
relacionado con los males o desgracias que afecten o puedan afectar a los
humanos.
Me voy a referir aquí solamente
a los santos y santas más conocidos, y sobre todo a los más populares, incluso limitándome
a esta comarca de Benavente y los Valles, a juzgar por lo que he visto y
comprobado en mis viajes por los distintos pueblos.
Muchos de ellos reciben culto en iglesias o ermitas. Se les considera patrocinadores o protectores de males o
enfermedades de las personas y en torno a ellos suele celebrase fiesta. Quiero destacar los siguientes:
Santa Águeda. Pechos, enfermedades mamarias.
San Antonio Abad, popularmente conocido como San
Antón: Enfermedades de la piel.
San Blas: Males de la garganta.
San Cristóbal: Peste y males contagiosos.
San Francisco Javier: Peste y males contagiosos.
San Francisco de Sales: Sordomudos.
San Juan de Dios: Enfermos en general y deformidades
corporales. Se ocupa de los Hospitales, Centros hospitalarios y deformidades
corporales.
San José: Atiende a los moribundos
San Lázaro: Se
le relaciona con la lepra.
Santa Lucía: Ciegos y todo lo relacionado con la
vista.
San Miguel Arcángel: Moribundos.
Santa Rita de Casia: Partos.
San Roque: Cólera, epidemia, rabia, peste.
San Sebastián: Peste y males contagiosos.
San Tirso: Huesos, articulaciones.
Santa Apolonia: Dolor de muelas.
San Ramón Nonato: Partos.
He aquí algunas
imágenes de estos santos y santas más populares y a los que más devoción se
les profesa en los pueblos de esta comarca de Benavente y los Valles.
Sta. Águeda. Iglesia Sta. María del Azogue. Benavente. |
S. Antón. Retablo Iglesia Sta. Mª. del Azogue. Bte. |
S. Blas. Iglesia S. Juan del Mercado. Benavente. |
San Cristóbal. Iglesia de S. Cristóbal de Entreviñas. |
S. José. Iglesia de Castrogonzalo. |
Santa Lucía. Calzadilla de Tera. |
S. Miguel Arcángel. Iglesia de El Carmen. Benavente. |
Santa Rita de Casia. Rebellinos de Campos. |
San Roque. Iglesia de S. Miguel del Valle. |
S. Sebastián. Iglesia de Villaferrueña. |
San Tirso. Iglesia de La Milla de Tera. |
Pero hay algunos otros santos, menos conocidos, que
tienen asignadas otras atenciones sanitarias:
Cabeza (dolor) o jaquecas: San Paulino de Nola, San
Urbano y San Pedro Damián.
Cálculos renales: San Benito, San Liborio.
Cáncer: San Gil
Epilepsia: San Lamberto, San Cornelio, San Vito y
otros.
Esterilidad: Santa Margarita, San Matías...
Fiebres: San Segismundo.
Herniados: San Baudilio, San Florencio.
Impotencia: San Guillermo.
Rabia: Santa
Quiteria, San Huberto, San Vito…
Tristeza: San Pascual Bailón.
Dolor de vientre: San Erasmo.
Viruela infantil: Santa Rita de Casia.
Por otra parte las personas que ejercen su oficio dentro de
la sanidad o medicina cuentan con su santo o santa como patronos. He aquí algunos de ellos:
Matronas: San Ramón Nonato
Médicos: San Lucas, San Pantaleón, Santos Cosme y
Damián…
Oculistas, oftalmólogos: Santa Lucía.
Practicantes: San Juan de Dios.