miércoles, 17 de febrero de 2010

LATINISMOS



1.- Hace días escribí sobre el Latín, como lengua patrimonial, origen del castellano y de otras lenguas, y conocida por los ciudadanos en mayor o menor grado. Y decía cómo se utilizan muchas de sus palabras, sin modificar, en su forma original, tanto en momentos de nuestra conversación, como en otros, dentro de las actividades de la vida diaria. Pero si son muchas las palabras latinas existentes y usadas, son también muchas las expresiones latinas, locuciones o latinismos, utilizados más por escritores, periodistas o personas con cultura, aunque también lo hacen muchos otros ciudadanos.
Pero quiero referirme concretamente aquí al empleo, de modo adecuado, de dichas frases o expresiones latinas en el uso cotidiano del castellano. Lejos de mi cualquier referencia al empleo frecuente de latinajos sin sentido, pero sí mi apoyo a los latinismos en el momento justo y apropiado, siempre, claro está, que se conozca su significado.
Además, gran parte de los que se usan en el lenguaje corriente están ya incluidos en el DRA (Diccionario de la Real Academia), con lo cual forman parte del léxico castellano, aunque sean Latín. Se puede acudir al Diccionario para conocer su significado exacto, lo mismo que podemos saber el de otras palabras de la lengua. Lo que ocurre, a favor de los latinismos, es que forman parte de muchos otros idiomas, en los que también se utilizan en el mismo sentido.
El que los locutores de radio o televisión, escritores, periodistas, aficionados al periodismo o colaboradores eventuales, se sirvan de los latinismos, con cierta frecuencia, ha hecho que los demás ciudadanos se familiaricen con ellos y entiendan mejor su significado y el momento de su utilización. Si, por el contrario, ellos los utilizan mal, hacen daño a esos ciudadanos, al uso del léxico, y un flaco favor a la cultura y al patrimonio de la lengua. Solamente podrán hacer un uso correcto de los mismos quienes conozcan la lengua latina. Si no es así, el que usa tales expresiones no podrá darlas el contenido o significado exacto que tienen y lo mismo le dará decir urbi et orbe que urbi et orbi, como debe ser, o suis generis, en vez de sui generis, o motu propio por motu proprio, que es lo latino, etc.
Los amigos del patrimonio, amantes y amigos de las tradiciones, respetan e incluso defienden el uso de latinismos o expresiones latinas, siempre que sea necesario. Con ello se está dando aún más vida al Latín y a todo el patrimonio lingüístico, que hemos heredado de dicha lengua. Pero pienso que no se deben usar latinajos, ni tampoco se debe latinear, sino solamente utilizar los latinismos en el momento justo, apropiado y adecuado de nuestro discurso y conociendo siempre bien, de antemano, su significado.
2.- Hagamos un breve repaso por los latinismos más utilizados y más conocidos por todos o casi todos los ciudadanos, también los de los Valles de Benavente, a quienes, de modo especial, esta dedicada esta página.
Lo vamos a hacer empezando por la Educación acompañando a aquel Profesor que, aunque a él no le correspondía hablar ex cátedra (en tono solemne y magistral) en ocasiones lo hacía. Resulta que un día pilló a un alumno in fraganti (en el mismo momento de la acción) realizando lo que no debía. Pero él, para no complicar la situación y, antes de que el alumno se disculpase, le dijo que lo hecho era peccata minuta (cosas sin importancia). Y así de esta manera se zanjó el problema en cuestión.
Una de las frases más conocidas y recordadas por los Profesores de Educación Física en el aula es aquella, atribuida al poeta latino Juvenal, que dice: Mens sana in corpore sano (mente sana en cuerpo sano). La frase se suele citar para indicar que la salud del cuerpo es condición indispensable para la salud del alma, del espíritu.
En ocasiones, algunos alumnos, en el momento de realizar un examen se quedan in albis (en blanco). Esto suele ser fruto, en muchas ocasiones, de no haber estudiado, aunque pudieran tener otros motivos. Estos mismos alumnos, aunque no sean buenos estudiantes, se ofrecen para realizar motu proprio (voluntariamente, espontáneamente, por propia iniciativa) otro tipo de tareas o actividades.
En el mundo económico o empresarial e incluso en la economía familiar todas las personas conocen si ha habido superavit (sobró) o déficit (falta). También son muy familiares estas palabras para los políticos y administradores públicos, que gozan, cuando prevalece la citada en primer lugar. A estos les conviene también no olvidar expresiones como res, non verba (hechos, realidades, no palabras), referida a sus continuas promesas, o esta otra, ad rem (al asunto, a la realidad) cuando divagan y se pierden en discursos y demagogias. Por supuesto, que los candidatos a desempeñar un puesto de trabajo, casi siempre tienen que presentar su currículum vitae (curso de la vida), por el que se conocerán todos sus estudios, trabajos y otras actividades. Y se nos suele informar de la renta per capita (por cabeza) de un país o nación, para poder compararla con la de otros.
Los que nos informan sobre deportes nos dicen a veces qué equipo a priori (por anticipado) tiene posibilidades de ganar, aunque saben muy bien que quien ha ganado solamente lo podrán decir a posteriori (después de realizada la acción). Estos mismos, al comentar un partido de fútbol, sus alineaciones y demás, nos recuerdan a veces que tal a cual jugador actuará de libero (libre).
En lo referente a los funerales y muertos se usan muchos latinismos, todavía en vigor algunos en los pueblos. La palabra latina memento (recuerda) está usada en el mundo funerario. Lo mismo que cuando se dice in memoriam (en memoria o recuerdo) de alguien o de algo. Pero en las esquelas funerarias la que aparece con más frecuencia es corpore insepulto (con el cuerpo sin sepultar), para informar sobre el funeral que se va a celebrar con el cuerpo del difunto, antes de inhumarlo o enterrarlo. También la palabra memorandum (recordatorio) se suele emplear en estos momentos. Y todavía se acude a las siglas R.I.P ‘requiescat in pace’ (descanse en paz), que se colocan sobre la caja del difunto o sobre su tumba. Los abogados o los médicos usan post mortem (después de la muerte), para cuestiones relacionadas con testamentos o herencias de los fallecidos.
Sería muy prolijo seguir enumerando latinismos. Solamente citar ya estos, conocidos por todos, por el uso frecuente de los mismos: alias (por otro nombre), vale (adios), referendum (para ser votado), ultimátum (declaración final, último plazo), agenda (lo que hay que hacer). Y por último la sigla et.c.- etc- ‘et caetera’ ( y lo demás, y las restantes cosas), etc.
Son muchos y muy numerosos los latinismos que se utilizan. He querido mostrar algunos de ellos, haciéndolo de modo comprensible para todos los lectores, para que vean lo que el Latín ha supuesto en la formación y uso del castellano y de otras lenguas, todas igualmente respetables y que deben ser espetadas.

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Lo publiqué en La Voz de Benavente y Comarca en el 2004, un año después de jubilarme como Profesor de Latín en el I. E. S. “León Felipe”. Hoy lo he insertado en este blog, como recuerdo de mi trabajo y cuando el Centro se dispone a celebrar el 40 Aniversario de su Creación.