---------------------------------------------------------------Imagen antigua de la Plaza durante la celebración de un día de mercado.
----------------------------------------------------------------
---------------------------------------------------------------
----------------------------------------------------------------
-------------------------------------------------
-----------------------------------------------------------------
--------------------------------------------------------------
---------------------------------------------------------------
--------------------------------------------------------------
Aunque en la documentación de los siglos XVI y XVII aparece denominada Plaza del Pan en Grano, el nombre más conocido y utilizado históricamente ha sido el de Plaza del Grano (Martín Benito, J. I. y de la Mata Guerra, J. C. “Las Calles de Benavente”, 2004).
Desde el siglo XVIII popularmente se la conoció como Plaza de los Bueyes, en alusión a que en este lugar se celebraba el mercado de dichos animales. Las imágenes dan prueba de ello, aunque las hay también en las que vemos carros cargados de sacos con cereales, trillos y otros útiles agrícolas.
En 1913 recibió el nombre oficial de Plaza de Canalejas, hasta que en el año 1937 la Corporación Municipal, en sesión ordinaria, acordó darle el nombre de Gonzalo Silvela, en honor de D. Gonzalo Silvela Tordesillas, capitán del ejército, que estaba emparentado con el Conde de Patilla. A raíz del fallecimiento en batalla del militar, el Ayuntamiento de Benavente se unió de este modo a las condolencias y recuerdo del mismo.
Está situada en el centro urbano, muy cerca de la Plaza Mayor, tiene forma triangular y es una de las más grandes de la ciudad. Se puede acceder a ella desde las siguientes calles: Santa Cruz, La Rua, Cervantes, Santa Catalina, La Encomienda de san Juan y Doctor Ledo del Pozo.
Siempre hubo y sigue habiendo mucho movimiento de vehículos y de personas por la plaza. Antiguamente motivado por los mercados de ganados (hoy se sigue celebrando el de las verduras de los jueves). Y también porque la calle de Santa Cruz, que la atraviesa, se inicia en la Soledad, lugar éste que ha sido y sigue siendo, para muchos ciudadanos y vehículos, la entrada más importante hacia el centro de la ciudad.
Además, formando parte de ella está la calle de la Encomienda de San Juan. Desde este lugar, elevado, se divisa toda la plaza: jardines con los árboles y demás plantas que los adornan, las esculturas de Coomonte y el mobiliario urbano existente. Y también se pueden ver las distintas celebraciones que se desarrollan a lo largo del año con motivo de las fiestas, mercados u otros acontecimientos: desfiles, procesiones, concentraciones, manifestaciones, etc.
También dan vida al lugar el edificio de Correos, la Notaría, y algunas oficinas bancarias, comercios y bares. Y, desde hace años, la Casa de los Rodríguez que, desde que fue rehabilitada, alberga gran parte de las oficinas del Ayuntamiento.
La plaza, que estaba antiguamente, en su mayor parte, porticada, fue dando paso a finales del siglo XIX a edificios, de ladrillo y piedra, de una o varias plantas. Entre ellos, y aunque algunos ya han desaparecido y otros han sido modificados, podemos destacar los siguientes:
-La Casa Rodríguez (1881), que he citado anteriormente, denominada y conocida también como Casa del Cervato o de los Cervatos por pertenecer sus propietarios a una familia originaria de la zona de Villadeciervos. En Benavente residió el hermano mayor del grupo, José, que desempeñó cargos políticos a nivel provincial e incluso nacional.
El edificio, construido por el arquitecto Segundo Viloria, fue adquirido por el Ayuntamiento. Poco después se instaló en él una Escuela Taller para proceder a su rehabilitación.
-La Casa de Santiago Barrios en la que estuvo hasta hace poco tiempo la oficina del BBVA y que hoy es un establecimiento comercial.
-La Casa-Palacio de los Silvela, una de las más antiguas de la plaza, que ya no existe. En su lugar se construyó un nuevo edificio. Estaba situada al comienzo de la plaza viviendo desde la Soledad por la calle santa Cruz. Los Silvela, primero Mateo y después su hijo Faustino, fueron grandes propietarios agrarios con posesiones en ésta y otras provincias del Estado. Y además de desempeñar cargos políticos, a nivel provincial y regional (diputados y senadores) fueron también directores de empresas, algunas nacionales, o miembros del Consejo de Administración de las mismas.
-También ha desaparecido el edificio conocido como Café del Conde, cuya entrada, y por tanto su fachada, estaba en la calle de las Carnicerías, y una parte del mismo se unía con el del Ayuntamiento y la plaza Mayor. Era la parte posterior, la que miraba a la plaza del Grano, como vemos en la imagen. Se trata de uno de los casinos más importantes con los que contaba la ciudad, conocido como Círculo del Conde. En sus amplios salones, además de actuaciones de animadoras y cupletistas, juegos de naipes y otros entretenimientos, había un moderno café, de ahí su nombre.
El edificio antiguo tuvo diversos usos a lo largo del tiempo, entre otros: sede de Auxilio Social (Cocina de Hermandad), y sede de la OJE (Organización Juvenil Española), con el Régimen anterior. También estuvo allí la central de teléfonos. El nuevo edificio está dedicado a viviendas y otros servicios, como la Clínica Malgrat en su planta baja.
-La Casa Donci atribuida al arquitecto Santiago Madrigal y construida en estilo neomudejar.
-La Casa de los Condes de Patilla, (D. Enrique Tordesillas O’Donnel y sucesores), es el edificio ocupado actualmente por las oficinas de Banesto y la Notaría. Se trata de una familia benaventana del siglo XIX y primera mitad del siglo XX, que fueron, como algunas otras de la época, grandes propietarios de tierras y también políticos pertenecientes a los partidos liberales o conservadores de entonces.
El Conde de Patilla estaba vinculado a Benavente por su matrimonio con Dª. Sofía Fernández Casariego, hija del marqués de Casariego, que recibió como dote los llamados Estados de Benavente, adquiridos por éste a raíz de las muchas deudas del Duque de Osuna, su anterior propietario. (De la Mata Guerra, J. C. “Sociedad y Prensa en Benavente, siglos XIX y XX”).
Por algunas de las imágenes vemos que durante algún tiempo por la plaza, al menos por la zona de la Encomienda pasaba antes el Toro Enmaromado en el día de la fiesta. Y en la actualidad siguen pasando algunas de las procesiones en la Semana Santa, desfiles de Carnaval, etc.
La plaza ha sufrido muchos cambios, como toda la ciudad, en su urbanismo, no sólo en los edificios que la rodean, sino también en su pavimento, jardines y adornos diversos en los mismos. Hoy se pueden ver y admirar unas figuras realizadas por el escultor benaventano J. L. Alonso Coomonte, que sirven para recordarnos, aunque a través de materiales duraderos, los árboles desaparecidos y algunas aves de la fauna local tan amigas y conocidas por todos como las cigüeñas.