lunes, 4 de octubre de 2010

Cepillos o limosneros.


Cepìllo utilizado hace años en la iglesia de santa María del Azogue de Benavente.

--------------------------------


Pequeño limosnero para el Corazón de Jesús en santa Colomba de las Monjas.
------------------------



En Morales de Valverde aún conservan este cepillo.
-----------------------------------


En Pozuelo de Vidriales está colocado a la vista de todos y lo siguen utilizando.
----------------------------------


Dedicado al Corazón de Jesús vimos este cepillo en Motederramo (Orense).
-----------------------------------



Y este limosmero para las Benditas Ánimas estaba en el monasterio de Xunqueira (Orense).
----------------------------------------



Cepillo junto a un candelabro delante de una tabla pintada. Alija del Infantado (León).
-------------------------------------------



Dos cepillos o limosneros para santa Bárbara y Santiago. Museo Etnográfico de León en Mansilla de las Mulas.
--------------------------------------------

Cepillo es diminutivo de cepo, en latín cippum de capere (coger, recoger). Se trata, en el caso al que me refiero, de una arquilla, generalmente de madera, también los hay de metal, piedra y otros materiales, con una ranura, que se utiliza precisamente para introducir y recoger monedas como donativos o limosnas, de ahí que también se les denomine limosneros. Todos o casi todos están provistos de cerradura.
Se encuentran en catedrales, iglesias y ermitas, antiguamente en mayor número que en la actualidad. También los hay en otros lugares no religiosos, para que quienes lo deseen depositen su dinero.
Los que hay en las iglesias suelen estar fijos a la entrada de la capilla o junto al altar de la virgen o del santo, para el que se pide la limosna. Y algunos son más abundantes que otros, según el santo o virgen de que se trate, pues unos gozan de más prestigio y son mas venerados que otros. Así ocurre con los cepillos de Las Ánimas, San Roque, San Antonio, San Francisco, La Milagrosa, etc. Pero también los hay móviles, que el sacristán o los monaguillos llevan en sus manos cuando llega el momento de la petición o colecta durante la misa, o en otros momentos de la liturgia. Los fieles introducen las monedas o billetes en la ranura del mismo, que no podrá abrirse sin ayuda de una llave.
Los dineros obtenidos en los que están dedicados a vírgenes y santos tienen una finalidad concreta, que es atender al altar y a su imagen o culto. En este caso son los fieles los que hacen la elección. Es evidente que hay cierta discriminación, pues al ser unos santos más queridos y venerados que otros, también sus donaciones pueden ser mayores. No estaría mal que el reparto fuese equitativo, por parte de quien se encarga de ello.
Hay también cepillos en otros lugares, no religiosos, a disposición de los donantes. Sus dineros suelen ser para ayudar a los necesitados o para entregárselos a instituciones o asociaciones benéficas.
Aunque algo menos, todavía se siguen utilizando en algunas iglesias los cepillos, más los fijos que los móviles. Y en ellos las personas piadosas depositan sus limosnas. Pero durante la misa de los domingos y días festivos se suele usar más, en la actualidad, una pequeña cesta o bolsa para la colecta. Y el celebrante informa cada día del fin o fines a los que se dedica el dinero recaudado: Cáritas, Domund, Manos Unidas, necesitados de la parroquia, etc.
En algunas iglesias de los Valles de Benavente se conservan los antiguos cepillos, muchos de ellos de madera, aunque casi ya no se usen. Llama la atención su variedad por los colores, formas y decoración.
Podemos decir que hasta los cepillos llegó también el arte o la artesanía, pues los hay con pinturas o imágenes en relieve de las vírgenes o santos a ellos dedicados. Al menos así son algunos de los que hemos visto en iglesias y monasterios de Galicia, como muestran las fotografías.
Muchas tradiciones han pasado ya a la historia, pero de ellas se conservan relatos, dichos, y también objetos, como es el caso de los cepillos, a los que hemos querido dedicar una líneas para su conocimiento y admiración.