jueves, 11 de junio de 2015

Valles de Benavente: Mayos 2015



El mes de mayo se fue y con él han desaparecido ya los mayos que, por tradición y costumbre, se empinan, o colocan, en muchos pueblos de Castilla y León y también de esta comarca de los Valles de Benavente. Sobre mayos ya he publicado algunos reportajes en este blog. E incluso este tema  forma parte de uno de los capítulos de mi libro Valles de Benavente: Fiestas y Tradiciones, editado por el Centro de Estudios Benaventanos en el año 2007.
No quise dejar pasar el mes sin ver o conocer la pervivencia de esta tradición en la comarca. Para ello me acerqué uno de los últimos días a pueblos en los que tenía constancia de que lo hacían. Pude comprobar que muchos seguían con la tradición, aunque no todos. 
Ví el mayo-árbol, un chopo alto, siempre sin ramas, que se sigue colocando  en Santa Cristina, Arcos y Manganeses de la Polvorosa,  Burganes y Olmillos de Valverde y en algunos otros pueblos. Y en la alto del mayo-arbol el muñeco o muñecos representativos. 
Mayo 2015. Santa Cristina de la Polvorosa.
Muñecos em el mayo de Santa Cristina.

Arcos de la Polvorosa.
Arcos de la Polvorosa.
Burganes de Valverde.
Burganes de Valverde.
Olmillos de Valverde.
Olmillos de Valverde.
Mayos en Manganeses de la Polvorosa.
Manganeses de la Polvorosa.
Fuente Encalada.
Fuente Encalada.
Ya no pude ver los mayos-muñecos, de trapo u otro material,  de Brime de Urz y Moratones. Seguro que ya no los colocan. Pero sí me encontré con algunas novedades que desconocía, como  son  los mayos,  muñecos representando oficios y trabajos, de  Congosta y Ayoó de Vidriales. Tenía noticias de ellos y de algunos más por el blog El Ti Joaquín.
En Congosta,  a poco de entrar en el pueblo, en la misma plaza del Ayuntamiento, y muy cerca de donde se encuentra la ermita de la Virgen del Rosario, los viajeros o visitantes se encontraban con el mayo y la maya que, en forma de  dos muñecos, muy originales y llamativos, estaban allí como para recibirlos, saludarles y desearles buena estancia, o buen viaje. Y es que, además, por ese lugar pasa la carretera hacia otros pueblos.
Mayo y Maya en Congosta de Vidriales.
Al llegar a Ayoó, como casi siempre hago, me acerco a la iglesia y allí un joven me indica dónde están colocados los mayos. Dice que  son tres y que están a poca distancia uno de otro. Uno en la plaza del jardín, otro cerca del Ayuntamiento y el tercero en la calle por donde se entra y sale del pueblo hacia la carretera.  Nos se trata del mayo-árbol, sino de muñecos que representan varios oficios. Costumbre esta de algunos pueblos de la ribera del Jamuz en la provincia de León y comarca de La Bañeza. Ojalá que en Ayoó perdure esta tradición en años sucesivos y sea un referente leonés más en esta comarca del norte de la provincia de Zamora.
Los mayos de Ayoó de este año 2015 representan al farmaceútico, con la bata blanca y el rostro-aspirina. Además lo han colocado sobre la pared del edificio en el que esta la Farmacia.
Mayo El Farmaceútico. Ayoó de Vidriales.
Un poco más adelante y  cerca del Ayuntamiento me encuentro con el Cazador. Que en Ayoó hay muchos aficionados a la caza, nadie lo pone en duda, como los hay en todos los pueblos del valle de la Almucera, que disfrutan de valles, montes y de la cercana sierra de Carpurias.   
El Cazador. Ayoó de Vidriales.
Y, no lejos de estos, como he dicho anteriormente, en la calle por la que se sale hacia la carretera, me encuentro con otro mayo-muñeco que representa al pescador. Está colocado sobre la esquina de una casa de ladrillo, y delante de ella hay a un espacio abierto, a modo de plazuela.

El Pescador. Ayoó de Vidriales.
En este lugar veo sentados sobre una viga-banco un grupo de personas mayores, concretamente  tres hombres y dos mujeres y, junto a ellos, un perrito. Descansan, charlan sobre sus cosas, en algún momento se ríen, y así dejan pasar el tiempo.

Tres hombres y dos mujeres sentados sobre una viga. Al lado un perrito.
Les pregunté por el mayo, que acabo de ver: Sí mírelo, este es el pescador, pero tenemos otros dos el cazador y el farmaceútico muy cerca de aquí, me dice una señora, con muchas ganas de hablar y encantada de contar al viajero los mayos que este año  tienen en Ayoó. Le dije que ya había visto los otros dos y que eran muy bonitos y originales.
Al pedirles permiso para hacer una fotografía, no al mayo, que ya la había hecho, sino a ellos, sentados allí sobre la viga, en compañía del perrito, no se oponen a  ello, sino todo lo contrario. Incluso invitan a sentarse con ellos a una joven,  que pasaba por allí en aquel momento, seguramente que vecina y conocida suya, e incluso tal vez pariente de alguno de ellos. La joven, sin dudarlo, se sienta allí y todos miran al mayo, mientras saco la fotografía. 

Al pasar por allí la joven, miran todos para ella y la invitan a sentarse...
...  ella se sienta con ellos y todos  a la vez miran al mayo El Pescador.
Observo que, con la joven en medio de ellos, como que se sintiesen más felices y contentos. Y como que estuviesen expresando el deseo de que la tradición del mayo o los mayos perdurase en el tiempo. En verdad, solamente se conseguirá si a los jóvenes les gusta, se interesan  y aceptan la tradición. De momento en Ayoó mayores y jóvenes  miran juntos al mayo, y también al futuro.
Me despido de ellos, entre sonrisas y palabras de bien, hasta otro día, de otro año, en el mes de mayo. Ojalá que nos veamos de nuevo aquí, me dice uno de ellos…acompañados de esta joven y mirando todos juntos al mayo, sea el  pescador, o cualquier otro que represente los trabajos, oficios y costumbres del pasado de nuestro pueblo Ayoó de Vidriales.

El Pescador colocado sobre la esquina de un edificio de baja altura..