A las imágenes
publicadas hace dos días en este blog añado estas otras de la misma época. Algunas ya las he utilizado al escribir sobre
calles y plazas de la ciudad. Pero otras aparecen por primera vez.
Como se ve,
por aquellos años, también se reunía mucha gente sobre todo el día clave y
principal, cuando tiene lugar la carrera o recorrido del toro ensogado o
enmaromado. Pero todavía se dominaba la situación, y era más asumible o tolerable,
tal vez por ser menor el número de peñas y peñistas, oficiales unas y no
oficiales otras. Y también había, por entonces, menos
espectáculos musicales y sobre todo taurinos, como ocurre ahora, que además del
enmaromado están los toritos del alba o matutino, y el vespertino, el toro o
toros de cajón, el toro o vaca de la sangría, los toros de fuego, los toros de cajón de
los Condes de Benavente, etc. Sin olvidar los toros didácticos como
carretones, los toros para cortes, o recortes, los encierros de toros, etc.
Sobre los que denominan
toritos solo había uno, el del alba, por la mañana del día grande, al que
acudían todos los niños de la ciudad, que por cierto eran, tal vez, más que ahora.
Al haber dos, el otro corre en la tarde del viernes de esta semana festiva, pero ya no es de
alba, aunque algunos lo llamen así. Es de suponer que los niños se repartirán entre los dos,
a no ser que su afición y el seguimiento
del festejo por su parte sea ya tan grande que incluso superen a los
mayores. Al ser más los toros, los toritos y también las charangas, chraranguitas
(más pequeñas en el número de músicos) y las agrupaciones o reuniones gastronómicas,
se van notando cada año más los cambios
que hay en la fiesta. Ojalá que todo ello sea para mejor, pero lo dudo, pues
los excesos en cualquier cosa nunca terminan bien, ni son del agrado de muchos
ciudadanos, que por más que respeten la tradición festiva, se ven afectados por
ella, sin pretenderlo. Y es que los derechos, deberes y obligaciones cívicas, de todos y con todos, deben
ser siempre los mismos, por más que algunos
piensen y digan que se trata de La Fiesta del Toro Enmaromado.
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Llegada del Torito del Alba en la mañana de un miércoles por los años 70. |
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Las peñas existentes se organizaban y salían desde la Mota para el desfile |
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El Paseo de la Mota se llenaba de gente. |
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Una peña desfilando, con ritmo, por la calle La Mota. |
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Cuesta del Portillo de San Andrés. El Torito del Alba está al llegar. |
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El comienzo de la maroma. Calle C. Portillo S. Andrés. |
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La peña de la borriquilla pasando por una calle. |
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Toyi y Pedro junto a los ábsides de Santa María. |
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Amigas y hermanas esperando ver pasar al toro. |
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En un balcón de la plaza de la Madera, para verlo mejor. |