Interior de la ermita, antes de comenzar la procesión
Virgen de la O, sin las cintas que la cubren
Virgen de la O cubierta con las cintas en el día de su fiesta
Comienzo de la procesión al salir de la ermita
Con la Virgen por otra calle del pueblo
La Iglesia Católica venera a la Virgen María en sus más de 200 advocaciones, pero también lo hace recodando los momentos más importantes de su vida, relacionados con la salvación, muchos de ellos relatados en los evangelios. Se celebra su Natividad, la Presentación, Anunciación, Visitación, Asunción, etc. Y también la Esperanza o Expectación del Parto, conocida popularmente como Virgen de la O. Así la denominan en Calzadilla, este pueblo del valle del río del Tera, que junto con Calzada, ambos ahora más cerca gracias al nuevo puente, suenan a vía romana y a otras antigüedades.
El día 18, en su día, celebraron fiesta y lo seguirán haciendo, porque estas fechas de Adviento son de espera y llegada y la Virgen, en estado de buena esperanza, se lo recuerda, pues dentro de breves días dará a luz al Niño Dios.
Calzadilla es uno de los pocos pueblos, no sólo de esta comarca y provincia, sino incluso de la región, que veneran a la Virgen de la O y que además tienen un ermita a ella dedicada. También se conserva una imagen de la Virgen, bajo esta advocación, en Benavente, concretamente en la parroquia de El Carmen. Se trata de una imagen vestida, procedente de la antigua iglesia de Renueva, de la cual era patrona.
El culto a esta Virgen está bastante extendido por el mundo católico, en éste y otros países, aunque en cada uno se la conozca o denomine con nombres distintos. Concretamente en Italia y Portugal es la Virgen Encintada, lógicamente por lo de estar encinta, pues así suelen representarse sus imágenes. También la de Calzadilla, que es de madera, antigua y de buena factura. Pero ocurre que, desde hace más de 60 años, según me contaron, cubren su cuerpo con abundantes cintas de colores variados y muy vistosos, cintas que semejan un vestido e incluso el manto con el que se cubre a otras imágenes. De esta forma solamente se le puede ver el rostro, porque va muy bien ‘encintada’.
Parece ser que las cintas proceden de donaciones de particulares, tanto del pueblo como de forasteros, con motivo de bodas u otros acontecimientos. Y dispone ya de tal cantidad que las cambian con frecuencia, como si fuesen un vestido. Durante el año no tiene las mismas cintas un día normal que un día festivo. Hoy luce las mejores, pues es su fiesta.
Sobre la denominación de Virgen de la O hay diversas opiniones. Una de ellas, tal vez la más verídica, sea por comenzar con esta letra las antífonas marianas del rezo de Vísperas durante la semana que precede a la Navidad, O sapientia, O Adonai, O radix Jessé, O Enmanuel... Opinión esta más espiritual y litúrgica que aquella otra que basa su explicación en un hecho somático, al contemplar el cuerpo de la Virgen con su vientre de forma ovoidal, debido al embarazo.
Sea lo que sea, hay que decir que la representación de la Virgen en la espera del parto, denominada Ntra. Sra. de la Expectación, de la Esperanza o de la O, fue frecuente a partir de le Edad Media, una vez instituida dicha fiesta el 18 de Diciembre. Y son muchas las imágenes que existen en toda Europa en las que la Madre de Dios aparece embarazada, a pesar de las medidas tomadas por el Concilio de Trento en contra de ello, según dicen algunos,
La Virgen de la Expectación o de la Esperanza tiene sentido en estos días previos a la Navidad, pues el Mesias llega a través de Ella, que en esta fiesta muestra gran gozo ante la cercanía de su parto.
La ermita se encuentra en el centro de la localidad, pequeña y bien arreglada, hasta el punto de parecer de nueva construcción, a pesar de tener antigüedad, pues ya P. Madoz (1850) dice en su diccionario sobre Calzadilla de Tera: “Tiene 26 casas, una iglesia de Sta Justa y Rufina y una ermita con el título de la Espectación...” Está muy cerca de la nueva iglesia parroquial. Y es que la antigua iglesia, ubicada al lado del puente y junto a la calzada romana, se encuentra abandonada y en ruinas. Tan sólo su espadaña permanece en pié, como indicando el sentido de permanencia. Ojalá todavía haya tiempo para su recuperación.
La víspera, por la tarde, trasladan en procesión a la imagen desde la ermita hasta la iglesia. Durante la procesión van cantando una salve preparada y adaptada para el acto. Las mujeres se van turnando para llevar las andas con la virgen, que hoy luce sus mejores cintas.
Ya en la iglesia comienza el rezo del santo rosario, los misterios gloriosos, y al final de cada uno de ellos el coro entona un cántico dividido en cinco partes y cuyo verso final, a modo de estribillo, es cantado con gran devoción por todos los presentes. Se trata fundamentalmente de una serie de elogios y alabanzas a la Virgen. Una de las partes dice Así:
Reina de la gloria, Viva luz del cielo, Iris del consuelo para el pecador.
Salve prodigiosa, Bella criatura, Cielo de hermosura, Madre del amor...
Virgen de la O, no nos dejes, no.
Terminado el rezo del rosario, con la letanía lauretana incluida, el coro entona el último cántico titulado “Dios te salve Reina y Madre”, en el que participan todos repitiendo también el último verso de cada estrofa. Una de ellas dice:
Oh clementísima aurora
Oh piadosísima reina
Virgen Santa de la O
por nosotros a Dios ruega...
Al día siguiente, con la imagen ya en la iglesia, tendrán misa solemne con sermón u homilía. Después llevarán de nuevo la imagen a la ermita.
Pero, los vecinos de Calzadilla, aunque respetan el santoral cristiano que señala este día para la Virgen de la O, sin embargo es en el mes de Mayo cuando celebran una mayor fiesta, tanto religiosa, como no religiosa. Así ocurre en casi todos pueblos en la actualidad, que cambian la fecha de las fiestas por diversos motivos: el tiempo atmosférico, el ser primavera o verano, la época de la recolección, la llegada de los forasteros, etc.
En Mayo le rezan una novena, y el último día la sacan en procesión por las calles. La Virgen va acompañada de otras imágenes y sobre todo de un ramo con flores y rosquillas, que con anterioridad le han cantado y ofrecido, y que después subastarán y degustarán.
Los de Calzadilla no pierden la esperanza de que esta tradición continúe, pues la fecha es propicia para ello, nada menos que la Navidad, en la que su Virgen de la O es la gran protagonista.
Publicado en el libro
La Iglesia Católica venera a la Virgen María en sus más de 200 advocaciones, pero también lo hace recodando los momentos más importantes de su vida, relacionados con la salvación, muchos de ellos relatados en los evangelios. Se celebra su Natividad, la Presentación, Anunciación, Visitación, Asunción, etc. Y también la Esperanza o Expectación del Parto, conocida popularmente como Virgen de la O. Así la denominan en Calzadilla, este pueblo del valle del río del Tera, que junto con Calzada, ambos ahora más cerca gracias al nuevo puente, suenan a vía romana y a otras antigüedades.
El día 18, en su día, celebraron fiesta y lo seguirán haciendo, porque estas fechas de Adviento son de espera y llegada y la Virgen, en estado de buena esperanza, se lo recuerda, pues dentro de breves días dará a luz al Niño Dios.
Calzadilla es uno de los pocos pueblos, no sólo de esta comarca y provincia, sino incluso de la región, que veneran a la Virgen de la O y que además tienen un ermita a ella dedicada. También se conserva una imagen de la Virgen, bajo esta advocación, en Benavente, concretamente en la parroquia de El Carmen. Se trata de una imagen vestida, procedente de la antigua iglesia de Renueva, de la cual era patrona.
El culto a esta Virgen está bastante extendido por el mundo católico, en éste y otros países, aunque en cada uno se la conozca o denomine con nombres distintos. Concretamente en Italia y Portugal es la Virgen Encintada, lógicamente por lo de estar encinta, pues así suelen representarse sus imágenes. También la de Calzadilla, que es de madera, antigua y de buena factura. Pero ocurre que, desde hace más de 60 años, según me contaron, cubren su cuerpo con abundantes cintas de colores variados y muy vistosos, cintas que semejan un vestido e incluso el manto con el que se cubre a otras imágenes. De esta forma solamente se le puede ver el rostro, porque va muy bien ‘encintada’.
Parece ser que las cintas proceden de donaciones de particulares, tanto del pueblo como de forasteros, con motivo de bodas u otros acontecimientos. Y dispone ya de tal cantidad que las cambian con frecuencia, como si fuesen un vestido. Durante el año no tiene las mismas cintas un día normal que un día festivo. Hoy luce las mejores, pues es su fiesta.
Sobre la denominación de Virgen de la O hay diversas opiniones. Una de ellas, tal vez la más verídica, sea por comenzar con esta letra las antífonas marianas del rezo de Vísperas durante la semana que precede a la Navidad, O sapientia, O Adonai, O radix Jessé, O Enmanuel... Opinión esta más espiritual y litúrgica que aquella otra que basa su explicación en un hecho somático, al contemplar el cuerpo de la Virgen con su vientre de forma ovoidal, debido al embarazo.
Sea lo que sea, hay que decir que la representación de la Virgen en la espera del parto, denominada Ntra. Sra. de la Expectación, de la Esperanza o de la O, fue frecuente a partir de le Edad Media, una vez instituida dicha fiesta el 18 de Diciembre. Y son muchas las imágenes que existen en toda Europa en las que la Madre de Dios aparece embarazada, a pesar de las medidas tomadas por el Concilio de Trento en contra de ello, según dicen algunos,
La Virgen de la Expectación o de la Esperanza tiene sentido en estos días previos a la Navidad, pues el Mesias llega a través de Ella, que en esta fiesta muestra gran gozo ante la cercanía de su parto.
La ermita se encuentra en el centro de la localidad, pequeña y bien arreglada, hasta el punto de parecer de nueva construcción, a pesar de tener antigüedad, pues ya P. Madoz (1850) dice en su diccionario sobre Calzadilla de Tera: “Tiene 26 casas, una iglesia de Sta Justa y Rufina y una ermita con el título de la Espectación...” Está muy cerca de la nueva iglesia parroquial. Y es que la antigua iglesia, ubicada al lado del puente y junto a la calzada romana, se encuentra abandonada y en ruinas. Tan sólo su espadaña permanece en pié, como indicando el sentido de permanencia. Ojalá todavía haya tiempo para su recuperación.
La víspera, por la tarde, trasladan en procesión a la imagen desde la ermita hasta la iglesia. Durante la procesión van cantando una salve preparada y adaptada para el acto. Las mujeres se van turnando para llevar las andas con la virgen, que hoy luce sus mejores cintas.
Ya en la iglesia comienza el rezo del santo rosario, los misterios gloriosos, y al final de cada uno de ellos el coro entona un cántico dividido en cinco partes y cuyo verso final, a modo de estribillo, es cantado con gran devoción por todos los presentes. Se trata fundamentalmente de una serie de elogios y alabanzas a la Virgen. Una de las partes dice Así:
Reina de la gloria, Viva luz del cielo, Iris del consuelo para el pecador.
Salve prodigiosa, Bella criatura, Cielo de hermosura, Madre del amor...
Virgen de la O, no nos dejes, no.
Terminado el rezo del rosario, con la letanía lauretana incluida, el coro entona el último cántico titulado “Dios te salve Reina y Madre”, en el que participan todos repitiendo también el último verso de cada estrofa. Una de ellas dice:
Oh clementísima aurora
Oh piadosísima reina
Virgen Santa de la O
por nosotros a Dios ruega...
Al día siguiente, con la imagen ya en la iglesia, tendrán misa solemne con sermón u homilía. Después llevarán de nuevo la imagen a la ermita.
Pero, los vecinos de Calzadilla, aunque respetan el santoral cristiano que señala este día para la Virgen de la O, sin embargo es en el mes de Mayo cuando celebran una mayor fiesta, tanto religiosa, como no religiosa. Así ocurre en casi todos pueblos en la actualidad, que cambian la fecha de las fiestas por diversos motivos: el tiempo atmosférico, el ser primavera o verano, la época de la recolección, la llegada de los forasteros, etc.
En Mayo le rezan una novena, y el último día la sacan en procesión por las calles. La Virgen va acompañada de otras imágenes y sobre todo de un ramo con flores y rosquillas, que con anterioridad le han cantado y ofrecido, y que después subastarán y degustarán.
Los de Calzadilla no pierden la esperanza de que esta tradición continúe, pues la fecha es propicia para ello, nada menos que la Navidad, en la que su Virgen de la O es la gran protagonista.
Publicado en el libro
PÉREZ MENCÍA, E.: Valles de Benavente. Fiestas y tradiciones. Benavente, 2007.