domingo, 14 de marzo de 2010

Refranes y dichos sobre el Valle de Valverde


1.- Al estudiar y conocer los refranes y dichos populares, que casi siempre se expresan en forma breve y poética, se no plantea el problema de su veracidad. ¿Son verdaderos o falsos?. Si hacemos caso del dicho: Decir refranes, es decir verdades, podíamos pensar que así es. Pero tenemos que decir que no todos son verdaderos, por muy antiguos que sean.
Algunos, como los supersticiosos, incluidos los de azar, son totalmente falsos, porque no se apoyan ni tienen una base firme: No hay sábado sin sol, ni doncella sin amor; en martes, ni te cases, ni te embarques, etc.
También son falsos los que critican o ensalzan, en demasía, las cualidades de los pueblos y de sus habitantes. De estos también tenemos algunos referidos a los Valles de Benavente: De Jaén, ni hombre ni mujer, ni aire que venga de él; Benavente, buena villa y mala gente; Villalón, en cada casa un ladrón; Burgalés, mala res, etc.
Algunos refranes meteorológicos, que antiguamente tenían más veracidad, hoy ya no la tienen, pues sus afirmaciones están demostradas científicamente y por otros medios: Por Santa Lucía, achican las noches y agrandan los días; Después de la tormenta, viene la calma; Por San Bernabé dijo el sol: aquí estaré, etc.
Hay también refranes o dichos contradictorios, lejos de cualquier atisbo de veracidad: A quien madruga, Dios le ayuda; No por mucho madrugar, amanece más temprano, etc.
A pesar de todo, no podemos negar la veracidad de muchos de los refranes y el lado positivo que contienen, así como la información que proporcionan.

2.- Por este valle, al que denominamos Valverde (vallem viridem), doblemente valle, por lo tanto, y que se encuentra entre encinas, chopos y otros árboles autóctonos, circulan refranes, dichos o composiciones, más o menos poéticas, en las que son protagonistas algunos de sus pueblos. Casi todos las conocen y por muy críticas que sean, las aceptan con una sonrisa o se sirven de ellas para propagar las bellezas y riquezas del valle:

-Buenas judías, Santa María cría.
-Burra de Friera y mujer de Pueblica, quita, quita.
-Villanueva de las Peras, el pueblo de las tres mentiras: ni es nueva, ni es villa, ni tiene peras.
-Litos, pocos y malditos.

La comparación entre los pueblos, unida a la sana crítica, es un recurso corriente utilizado por el compositor de versos populares:

Santa María, la brujería.
Bercianos los buenos cristianos;
Villanueva de las Peras, corral de burros,
mozas y mozos todos papudos.

O este otro en el que aparecen otros pueblos:
Santa María no val nada,
que Bercianos la gañara;
Villanueva de las Peras
es la que lleva la gala.
Ahora vienen los de Litos
que son pocos y malditos
que andaban en el Orcejón,
a conejos dando gritos;
estos eran, éstos son,
los santos de San Antón.

También Manuel el Clavero, en su Ronda por el Valle del Tera, nos informa de su paso por el Valle de Valverde, recordándonos algunos de sus pueblos.
…………………………..
Ya pasó el Valle Valverde;
coge Litos y Ferreras,
dando vuelta a aquellos pueblos,
a dormir a Villanueva;
baja por Bercianos
y Santa María,
Morales, San Pedro,
los anda en un día.
Esta es la ronda de pueblos
que trae Manuel el Clavewro:
morenito de la cara
y un poquitito risueño.
Arregla cerandas,
piñeras y cribos,
clavicia zapatos,
replica el martillo.