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Fidentino en el lugar de la exposición, mostrando el tablero para el juego de damas y ajedrez.
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Cuadro con la fachada del Ayuntamiento de Salamanca, el antiguo Pabellón Consistorial.
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Iglesia de san Miguel, de Villalón de Campos. Utilizó para su confección 1006 piezas de madera.
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Interior de la iglesia de san Miguel de Villalón de Campos.
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Kiosco de música de la Plaza de Cervantes en Alcalá de Henares, hecho con 1119 piezas.
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Casa de muñecas realizada con 1700 piezas de madera.
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Barco Vikingo.
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En Villares de la Reina, pueblo muy cerca de Salamanca, se puede ver del 10 al 18 de agosto una exposición con algunos de los trabajos de marquetería, realizados por Fidentino Gómez, un jubilado más de los muchos que han elegido este tipo de actividad para pasar sus ratos de ocio o entretenimiento.
“Tengo 70 años y cuando me jubilé, pensando hacer algo útil y que me sirviese de distracción y entretenimiento, asistí a cursos de manualidades en los que el profesor-monitor nos orientaba y enseñaba muy bien sobre este tipo de actividades. Yo elegí la marquetería, a pesar de que apenas conocía el trabajo con la madera. Y ha sido después de jubilarme cuando empecé, porque antes eran otros los trabajos y ocupaciones que tenía, y no podía ser”.
Fidentino es natural Navales, un pequeño pueblo de la comarca de Alba de Tormes y a 25 kilómetros de Salamanca. Hace ya años que vive en Villares, para estar así más cerca de la ciudad, a la que, como todos los salmantinos, admira y respeta.
Le pregunto cómo realiza sus trabajos en marquetería y demás técnicas y, al momento, coge en sus manos la maqueta de la iglesia de san Miguel de Villalón de Campos, me enseña el interior de la misma, y dice: “Mire, sobre una tabla fina voy pegando los trozos de madera, de distinto tamaño y color. Y lo hago por partes o piezas, que luego uno para formar el edificio”.
Lo mismo hace con los demás objetos, algunos, como el juego de damas parece una obra o trabajo en taracea. En la fachada del Ayuntamiento de Salamanca que ha realizado en un cuadro enmarcado, nos demuestra su habilidad y maestría en muchos de los detalles. También su paciencia y, cómo no, su sabiduría artesanal, basada fundamentalmente en la práctica y en la experiencia, como ocurre con casi todos los artesanos, sobre todo los jubilados, cuya vida y trabajo en pocos casos tiene que ver con la artesanía.
En una ficha colocada al lado de cada una de las obras expuestas se indica, además del nombre o título de las mismas, el número de las piezas de madera que ha necesitado para confeccionarla.
Fidentino, de momento, con muchas horas de trabajo y dedicación, ha conseguido, todo esto. Tiene pensado seguir haciendo más objetos. Concretamente me habla de una segunda casa de muñecas para otra nieta, y otras cosas que se le vayan ocurriendo.
Se le ve con ganas de seguir con esta su afición de jubilado, como muchos otros de los que hay en esta provincia, y en toda Castilla y León. Es cierto que hay que prestar atención a los artesanos profesionales, que son muchos y variados, pero también es necesario hacerlo con estos artesanos jubilados, aunque sólo trabajen por afición, entretenimiento, u otros motivos. Y es que, en ocasiones, nos muestran obras realizadas a base de mucho tiempo y algunas como si fuesen de verdaderos profesionales.
