domingo, 6 de enero de 2013

Belén viviente en Burganes de Valverde (Zamora)



En la Plaza del Ayuntamiento de Burganes de Valverde...
Y no lejos de la iglesia.
Ayer día 5 de Enero, víspera de los Reyes de este año 2013, un grupo de personas, en su mayoría jóvenes, pero también algunos niños y mayores, escenificaron y dieron vida, o si queremos, fueron los actores y protagonistas de un Belén tradicional, como los que estamos acostumbrados a ver con abundantes figuras de cerámica u otros materiales, y escenas muy diversas. Allí en la plaza mayor, junto al Ayuntamiento y no lejos de la iglesia, pudimos ver muchas referencias al pasado, a la forma de vida del pueblo y a sus afanes y trabajos. Unos en sus huertas, con grandes y vistosas calabazas, o cuidando sus ganados: ovejas, gansos, asno y ternero, etc. Otros mostrando los diversos y no pocos oficios que se ejercieron en el pueblo: Herrero, adobero, afilador, panadero, cortador de leña, etc. También la mujer hilando, con el uso, y la que hacía ganchillo nos recordaban el cultivo del lino y la preparación de la lana de los varios rebaños de  ovejas que existieron siempre.  

Recreación de un pequeño huerto con grandes y sabrosas calabazas.

Niños vestidos de pastores, cuidan a los corderos y a losgansos.
Trabajando en el yunque de una antigua herrería.
El adobero era otro de los oficios tradicionales del pueblo.



Y no faltaba un experto afilador.
Ni los cortadores de troncos, que preparaban la leña para el hogar.
En las casas, el fuego del hogar se preparaba todos los días con paja y palos o troncos. Junto a él se colocaba el pote para calentar el agua y los pucheros de barro o porcelana para preparar la comida diaria, ya fuese el sabroso cocido, u otro tipo legumbres.
El fuego del hogar...
Con el pote para el agua caliente y el puchero para la comida.
Algunas mujeres representaban su papel tal y como se hacía antiguamente, papel que, por tradición, solo a ellas, y no a los hombres, les estaba asignado, como era lavar la ropa en los lavadores, o con la tabla, y arrodilladas, a la orilla del río; O hilar, tejer la lana o hacer ganchillo, como ya he dicho, y también las tareas del hogar. Hoy todo ha cambiado, pero el Belén es momento para el recuerdo.

Las lavanderas con la tabla, y de rodillas.
Mujeres hilando, con el huso, y haciendo ganchillo.
Belén vivo, pues solo vida y actividad era lo que pretendían mostrarnos sus actores. Como también la vegetación de la que estaba rodeado: ramas de encinas y otros árboles de hoja perenne, muy conocidos en el pueblo, traídos para la ocasión del campo. Y por supuesto el río, cuyo surco recorría todo el espacio. Muchos visitantes se acordarían del Esla o del Tera, tan cercanos y que tanto servicio y disfrute les han proporcionado.
Y como centro de atención el Portal de Belén, un portal habitado por jóvenes.  María, José y el niño seguramente que se estrenaban como actores, pero lo hicieron muy bien. Tampoco faltaron la mula y el buey, en esta ocasión una pequeña borriquilla y un ternero. Como debe ser, por más que desde Roma, o su jerarquía, pretendan hacer desaparecer estos animales, tan ligados al pueblo, y a costumbres y tradiciones como ésta.

Portal del Belén viviente. Los niños de protagonistas.
Al lado del portal un borrico y un ternero.
Pasado un tiempo y cuando los actores estaban en acción, muy del agrado de los vecinos y de los muchos forasteros y visitantes que se habían acercado a Burganes, un enviado o mensajero, vestido a la romana, anuncia la llegada de los Reyes Magos. Y así ocurrió. En tres caballos, como los percherones, y de buen aspecto, llegan desde una de las calles próximas, acompañados de escuderos. Los reyes se apean de los caballos, recorren y ven las distintas escenas y actividades del poblado hasta llegar al portal en donde adoran al Niño y le ofrecen regalos. En esta ocasión el pequeño niño mueve sus manos y les sonríe. Ellos no pueden menos que regalarle también un beso. Curiosa y llamativa escena, capaz de conmover la sensibilidad de los presentes.

Los Reyes Magos se acercan por una calle del pueblo.

Y llegan con sus caballos al pequeño poblado.
El rey Baltasar cargado con regalos para los niños.
Se dirigen a pie, todos juntos, hacia el poblado....
Visitan las tiendas y ven  los oficios representados.
Al llegar al portal, se postran de rodillas y adoran al Niño, ofreciendole regalos.
Y también besos.
Saludan también a los niños allí presentes y les dan regalos.
El rey Baltasar dando caramelos a una niña.
Reyes  y Pajes se muestran contentos y satisfechos.
Durante algún tiempo más en esta tarde del 5 de enero, los de Burganes disfrutaron de su Belén viviente y de la llegada de los Reyes Magos. Pero pronto la fiesta terminará, aunque no sin antes celebrar todos juntos un acto de convivencia, tomando un pequeño refrigerio.
Según me dicen es la primera vez que organizan una actividad de este tipo, para la que han contado con jóvenes, mayores y también algunos niños. Algunos no residen en el pueblo, pero no dejan de venir a él durante muchos fines de semana, o cuando se celebran las fiestas u otros acontecimientos. En años sucesivos recordarán de modo especial esta Navidad y Reyes en la que participaron como actores en la representación del Belén viviente. Y seguro que su deseo es seguir actuando en el futuro y recuperando así esta tradición.