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| Santa Cristina rodeada de ramos de flores. | 
El día 24 de Julio la
Iglesia Católica celebra la festividad de Santa Cristina, un nombre que tiene
que ver con Cristo, lo mismo que Cristiano, Cristino, Cristián, y también
Cristóbal y Cristódulo, entre otros. Es la patrona de Bolsona,  ciudad en la que nació y vivió en el siglo
III, de Tarento y de otras localidades de Italia, y también de España, ente
ellas Santa Cristina de la Polvorosa, pueblo de la provincia de Zamora, situado
en la vega del río Órbigo y no lejos de Benavente. 
Esta joven, Cristina,
pertenecía a la nobleza. A los once años, según cuenta su leyenda,  rompió los ídolos de su padre, gobernador
de  la ciudad y por ello fue sometida a
varios y crueles tormentos que pudo superar con el auxilio divino. Al fin murió
asaeteada hacia el año 30. Se la representa como doncella crecida, vistiendo
túnica talar y manto romano y alguno de sus atributos, que son varios y
responden todos a los diversos tormentos que sufrió. Los más frecuentes son la saeta clavada tal vez en la frente y la
rueda de molino colgada de su cuello con una soga, o la rueda solamente
colocada a su lado. Menos frecuente es el rastrillo o los garfios de hierro.
Son muchas las escenas sobre su martirio, pero de toda se salvará gracias a
Cristo. 
En honor de su patrona
en Santa Cristina de la Polvorosa se celebró un triduo los días 22, 23 y 24.  Pero uno de los actos religiosos más
populares, e importante desde punto de vista tradicional, tuvo lugar el día 23
con la ofrenda floral y la posterior procesión por algunas calles próximas a la
iglesia.
A las 20 horas y una
vez finalizado el concierto de campanas, en su tercera edición, un grupo de
mujeres sacan de la iglesia a la santa sobre unas andas y la colocan en el
atrio. Se trata de una pequeña imagen de no mucha antigüedad y de la que se
dispone en la iglesia para estos eventos y así no tener que bajar del retablo
la imagen más antigua y de mayor valor artístico. Esta se encuentra en la parte
alta de la calle central del retablo y es imagen de una joven bella, con uno de
sus atributos, la palma  del martirio, en
su mano. A ambos lados unos esbeltos ángeles completan las imágenes del retablo.
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| Imagen de Santa Cristina, más antigua y de más valor, en el retablo de la iglesia. | 
 Durante media hora varias personas del pueblo,
jóvenes y mayores, se van acercando  al
lugar con ramos de flores muy variados y los colocan sobre la estructura que
hay en torno a la pequeña imagen de santa Cristina. Algunas buscan el lugar más
destacado y visible para colocar sus flores, que acompañarán a la santa hoy y
mañana, día de su fiesta. Las ofrendas de flores a imágenes, principalmente
de vírgenes y santas, es una realidad que se va extendiendo por muchos pueblos,
sobre todo cuando se trata de la patrona, o de una virgen que presida la
ermita. En esta comarca hay ofrendas a las vírgenes del Tovar, de las Nieves,
de la Vega, etc. Y también a santa Cristina a lo que me estoy refiriendo. No
deja de ser un acto popular, al que seguramente se le dará todavía más
importancia en el futuro.  
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| Sobre la estructura de madera se van colocando flores. | 
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| Desde distintas calles del pueblo se acercan para participar en la ofrenda floral. | 
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| Varias mujetres se afanan en colocar bien las flores. | 
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| La ofrenda de flores ha llegado a su fin. | 
Terminada la ofrenda
floral y, ya en la iglesia, el sacerdote dirige y reza la oraciones
correspondientes al segundo día del triduo. Se cantan algunas estrofas de un
himno dedicado a Santa Cristina, en cuyo texto se hace un breve recorrido por
su vida cargada de sufrimientos, y que soporta y vence por su gran fe
cristiana. 
Después del triduo se
celebra la santa misa en la que tampoco faltan las alusiones, ni las peticiones
dirigidas a la santa, muchas de ellas para que proteja al pueblo del que es
patrona y para que los vecinos tengan paz,
bienestar, y vivan en feliz convivencia.
Terminan los actos del
día con la procesión: La cruz procesional va seguida de la santa sobre las
andas, rodeada de las flores y llevada a hombros por unas jóvenes. El recorrido
es corto y por calles próximas a la iglesia, pero resultó bien y del agrado de
aquellas personas, religiosas, o menos religiosas, pero sí amantes de las
tradiciones y de las costumbres populares, una de ellas ésta de la ofrenda
floral. Seguramente que cada año serán más las flores y más los vecinos del
pueblo que se acerquen al lugar, unos  para homenjear a su patrona, y otros simplemente para
estar presentes en el acto.  
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| Las mujeres se preparan para comenzar la procesión. | 
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| Cogen las andas... | 
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| E inician la procesión. | 
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| El sacerdote, detrás de la imagen, va entonando cánticos religiosos. | 
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| Una pequeña cruz procesional encabeza la procesión. | 
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| Después de  pasar por algunas calles, regresan de nuevo a la iglesia. | 
Al regresar de nuevo a
la iglesia, las andas, con Santa Cristina en medio de los ramos de flores, se
colocarán en el presbiterio, y allí estarán hasta el día siguiente, día de su
fiesta, para que los vecinos, que lo deseen,  puedan ver y venerar a su patrona.
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| Retablo central de la iglesia. Al lado del altar la santa sobre las andas. | 
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| Vecinos y visitantes la ven casi oculta entre flores. |