Dámaso tenía 83 años, cuando lo entrevisté y se había
jubilado de su oficio de carpintero al cumplir los 65. Nació, lo mismo que sus
padres y abuelos, en San Pedro de Ceque, un pueblo del norte de la provincia de
Zamora, próximo a Camarzana de Tera. Y en él ha vivido siempre, excepto cuatro
años en Francia trabajando en una fábrica de hilaturas. A él, como a otros
muchos vecinos, le tocó emigrar, pues las condiciones de vida y trabajo lo
requerían.
A los 14 años, cuando dejo la escuela, ayudó a su padre
en las tareas de la agricultura. Pero, pocos años después, aprendió el oficio
con el carpintero-carretero que había en el pueblo y con el de Santa Croya de
Tera. Ellos le enseñaron lo que principalmente hacían, carros y cubas,
instrumentos necesarios y utilizados en el trabajo y la vida de aquellos años.
Sin embargo, cuando él se estableció por su cuenta, no hizo ni carros ni cubas,
sino puertas, ventanas, armarios, etc. Sobre todo puertas grandes o portones
por los que entran los carros y máquinas en los patios de las casas y de los
que todavía se conservan y se pueden ver muchas en el pueblo.
En San Pedro de Ceque todos lo conocen como el
carpintero, y aunque entre sus antepasados, nadie desempeñó este oficio, pues
eran labradores, no ocurre lo mismo en su caso, pues su hijo José, después de
pasar cuatro años en Barcelona, ha heredado el oficio, y continúa con el
taller. Allí confecciona y prepara los muebles que después vende en su tienda
Cocinova de Benavente.
Dámaso, después de jubilarse, no abandonó la madera,
material utilizado durante tanto años de vida y actividad laboral, sino que,
como entretenimiento, distracción y afición, ha pasado todos estos años
elaborando con paciencia y buen hacer, piezas, todas de gran belleza y muy
diversas, empleando la técnica de la taracea.
“Se trata de una decoración a base de entalles en la
madera que se rellenan después con trocitos de diversos materiales que ajustan
perfectamente en los entalles, creando así una policromía. Los colores son
siempre los de las piezas insertadas o embutidas. En su caso casi siempre es
madera y en muy pocas ocasiones plástico”.
De esta forma y con esta técnica ha hecho bastones,
cajas, cofres, jarrones, copas, colgantes y otros adornos personales, y algunas
piezas más, todas ellas de gran
vistosidad. Las tiene en un local, al lado del taller de la carpintería, unas
en armarios y otras colgadas en la pared, para su mejor contemplación.
Al preguntarle quien le informó o cómo aprendió esta
técnica me dice: “He visto trabajos de este tipo en libros y revistas y me
dio por hacerlo. Pero nadie me ha enseñado. Lo he hecho a mi modo y como me ha
parecido. Fíjese que en las piezas cada color
es de madera distinta, y están todas engomadas”.
Su mujer Emérita Verdes, siempre a su lado, se esmera en
explicarme y mostrarme todo lo que ha hecho y cómo lo ha hecho: “Mire, este
bastón tiene en el interior una vara de madera con unos canales en los que ha
ido pegando e incrustando las piezas de
distintos colores, todas ellas de madera. Lo ha hecho todo con mucho trabajo,
mucha paciencia y a base horas”.
Y lo mismo
que los bastones las demás piezas, muchas de ellas veo que están decoradas con
figuras geométricas: cuadrados, rectángulos, triángulos, rombos, etc. y algunas
también con pequeñas figuras vegetales o animales.
Su obra es muestra evidente de su sabiduría artesana,
basada principalmente en la práctica y en la experiencia diaria que, en su
caso, le proporcionó el oficio de carpintero, oficio que le permitió el
conocimiento y dominio de la madera, a la que reduce y utiliza en piezas muy
pequeñas, casi diminutas, para realizar este tipo de artesanía.
Es el material que
ha utilizado principalmente y, en muy pocas ocasiones algo de plástico. Y de
las variadas clases de maderas, que él conoce bien, se ha servido más de las de
castaño, haya, nogal americano, pino norte, etc. Y sobre todo la de sapelli.
Hay que tener en cuenta que en una misma pieza u objeto van incrustados muchos
trozos de diversos tipos.
Como carpintero, ha contado con aquellas herramientas
propias del oficio: banco, tornillo, torno y otras, aunque no muchas, pues ha
sido este un trabajo más manual y artesanal, que le ha servido de
entretenimiento y distracción, como ocurre a todos los jubilados que se dedican
a algún tipo de artesanías.
Lo que menos
ha utilizado es la navaja, herramienta básica y fundamental en algunos otros
jubilados que se dedican o entretienen con la madera, pero que no han tenido el
oficio de carpinteros.
No ha
contabilizado el tiempo empleado, pero han sido muchas horas y muchos días de
estos últimos años. Pero sin someterse a horarios ni a otras necesidades. Así ocurre cuando las cosas se hacen por
gusto o afición.
“Sólo le digo que una cajita
de estas me ha llevado más de 40 horas, el trabajo de cuatro o cinco días. Y
las hay pequeñas, medianas y grandes. Y una bolita pequeña de esas, más de una
hora. Fíjese que tiene varias maderas engomadas y algún plástico. Y lo mismo
todo los demás”.
Estoy de
acuerdo con lo que me dice, pues el trabajo de la taracea es minucioso,
detallado y también delicado. Y él ha querido hacer las cosas bien, aunque a su
modo y con su saber natural y práctico, que tiene su origen en la contemplación
de fotografías e imágenes en libros y revistas que llegaron a sus manos.
En
la actualidad casi no trabaja, ni se entretiene en esta su afición de jubilado.
Y no porque no quiera hacerlo, sino mas bien porque sus facultades físicas le
van fallando, sobre todo su vista. Prefiere, mientras pueda, contemplar todo lo
que ha realizado y enseñárselo a los demás, sean familiares, amigos o
conocidos.
Los
vecinos de San Pedro de Ceque conocen ya lo que ha hecho, pues sus piezas se
han expuesto en el Ayuntamiento del pueblo. Y no le desagrada que las vean en
otros lugares, como Benavente, en donde participó en la exposición que, sobre artesanos
jubilados se celebró en el año 2008.
Dámaso, junto a unos bastones, en el local donde tiene sus piezas artesanas. |
Objetos de adorno |
Original cadena de madera, y otros objetos. |
Adornos en forma de chapas de madera. |
Las manos de Dámaso y de su mujer Emérita señalando las pequeñas piezas en un bastón. |
Muchas y variadas cajitas. |
Cajitas de formas y colores variados |
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Jarras, jarrones, copas, y otros objetos. |
Dámaso y su mujer Emérita junto a un armario con piezas hechas por él. |