Fuentes de Ropel es uno de los municipios de la ribera del
Cea, que pertenece a la de marcación comarcal de Benavente. Que se trata de un pueblo con historia y
patrimonio lo comprobamos con sólo leer lo que se ha escrito sobre él, y
contemplar las iglesias, casas antiguas, y otros edificios de interés: pósito,
puente romano, etc., que aún se conservan: Y también, por qué no, los palomares.
Hemos comprobado que, lo mismo
que ocurre en otros muchos pueblos de los Valles de Benavente y la Tierra de
Campos, antiguamente había muchos palomares. Pero en la actualidad son
pocos los que se conservan en buen estado, y que sigan desempeñando su función,
la de servir de aposento a las palomas, para criar pichones.
Casi todos estaban o están
cerca del pueblo. De esta forma pueden ser
atendidos mejor por sus dueños, pues, además de cuidar el edificio, hay
que dar de comer y beber a las
palomas para que críen mucho y bien. Y
la cercanía también les protege de los peligros que acechan, tanto a las
palomas, como a los mismos palomares.
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Edificio cerca del pueblo, que sirvió también como palomar, a juzgar por los huecos en su pared. |
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Uno de los pocos palomares en uso, reparado y en perfecto estado. |
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Palomar en medio de una huerta |
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Palomar con patio. |
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Palomar de forma cuadrada, con sus paredes restauradas con cemento y ladrillo. |
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Atardecer en Fuentes de Ropel: Palomares, depósito de agua, iglesia de san Pedro y torre de la desaparecida de Ntra. Sra. de Arbás. |
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Dos palomares unidos por una pared de tapial. |
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Palomares en ruinas. |
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Dos palomares unidos, uno de ellos ya casi destruido. |
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Palomar en el campo con su tejado ruinoso. |
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Palomares cuadrados en ruinas, con una distribución interior parecida. |
Por las imágenes hemos visto que son
más los que se encuentran en ruinas o en proceso de destrucción que los que se
mantienen en pie y siguen funcionando.
Hay que tener en cuenta además a los que ya han desaparecido.
Entre los que aún se conservan
son más los que tienen patio o se encuentran dentro del recinto de una huerta.
Esto contribuye a una mejor atención y conservación. También se observa que son
varios los que están juntos, de dos en dos, seguramente que se construyeron en
una época en que la abundancia de palomas y pichones era mayor, y de ellas se
obtenía un mayor rendimiento económico.
Ojalá que los propietarios, con
ayuda económica o sin ella, hagan lo posible por mantener en pie su palomar, y poder
seguir cogiendo pichones, palomina, y todo lo que de utilidad les reporte este
pequeño edificio, con una arquitectura especial, que contribuye a embellecer el paisaje de estas tierras.