miércoles, 16 de mayo de 2012

Palomares en Fuentes de Ropel.



Fuentes de Ropel  es uno de los municipios de la ribera del Cea, que pertenece a la de marcación comarcal de Benavente.  Que se trata de un pueblo con historia y patrimonio lo comprobamos con sólo leer lo que se ha escrito sobre él, y contemplar las iglesias, casas antiguas, y otros edificios de interés: pósito, puente romano, etc., que aún se conservan: Y también, por qué no, los palomares.
Hemos comprobado que, lo mismo que ocurre en otros muchos pueblos de los Valles de Benavente y la Tierra de Campos, antiguamente había  muchos palomares. Pero en la actualidad son pocos los que se conservan en buen estado, y que sigan desempeñando su función, la de servir de aposento a las palomas, para criar pichones.
Casi todos estaban o están cerca del pueblo. De esta forma  pueden ser atendidos mejor por sus dueños, pues, además de cuidar el edificio,  hay  que dar de comer  y beber a las palomas para que críen mucho y bien.  Y la cercanía también les protege de los peligros que acechan, tanto a las palomas, como  a los mismos palomares.
Edificio cerca del pueblo, que sirvió también como palomar, a juzgar por los huecos en su pared.
Uno de los pocos palomares en uso, reparado y en perfecto estado.
Palomar en medio de una huerta
Palomar con patio.
Palomar de forma cuadrada, con sus paredes restauradas con cemento y ladrillo.
Atardecer en Fuentes de Ropel: Palomares, depósito de agua, iglesia de san Pedro y torre de la desaparecida de Ntra. Sra. de Arbás.
Dos palomares unidos por una pared de tapial.


 Palomares en ruinas.
Dos palomares unidos, uno de ellos ya casi destruido.

Palomar en el campo con su tejado ruinoso.
Palomares cuadrados en ruinas, con una distribución interior parecida.

Por las imágenes hemos visto que son más los que se encuentran en ruinas o en proceso de destrucción que los que se mantienen en pie y siguen funcionando.  Hay que tener en cuenta además a los que ya han desaparecido.
Entre los que aún se conservan son más los que tienen patio o se encuentran dentro del recinto de una huerta. Esto contribuye a una mejor atención y conservación. También se observa que son varios los que están juntos, de dos en dos, seguramente que se construyeron en una época en que la abundancia de palomas y pichones era mayor, y de ellas se obtenía un mayor rendimiento económico.
Ojalá que los propietarios, con ayuda económica o sin ella, hagan lo posible por mantener en pie su palomar, y poder seguir cogiendo pichones, palomina, y todo lo que de utilidad les reporte este pequeño edificio, con una arquitectura especial, que contribuye a  embellecer el paisaje de estas tierras.