jueves, 9 de diciembre de 2010

Caño de los Molinos 2. Presas y compuertas.


Presa en el río Órbigo. Desde ella parte el agua hacia el Caño de los Molinos.

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Presa en el río Órbigo. A la izquierda, el agua embalsada indica el comienzo del Caño de los Molinos. La que cae en cascada, a la derecha, seguirá por el río.
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Presa artificial, en el término Las Fuentillas, en donde comienza la manga Fidalgo que devolverá al río las aguas del Caño, al cerrar la compuerta que está cerca.
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Compuerta en el Caño para regular el agua que se dirige, pasando por El Sequedal, hacia las fábricas de harinas.
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Presa o retención del agua del Caño junto a la fábrica de harinas La Sorribas que la utiliza para su servicio.
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El Caño tiene su origen en el río Órbigo, en una presa un tanto desigual por el grosor que tiene, construida, ya antiguamente, no con un muro uniforme y de igual anchura, sino por simple acumulación de hormigón. Tampoco dispone la presa de la maquinaria y útiles necesarios para una posible regulación de salida del agua hacia uno u otro lugar. Parece ser que hace no muchos años se elevó incluso la altura del supuesto muro de contención, con la idea de que fuese mayor el caudal que se dirigiese hacia las fábricas de harinas y el parque de La Pradera.
El lugar en el que se encuentra dicha presa debería ser conocido y visitado por todos aquellos(Administración incluida) que tienen pensado, o ya proyectado, la restauración del Órbigo y sus aledaños.
A partir de esta presa y durante una parte del año el cauce del río hacia Santa Cristina de la Polvorosa lleva menos agua que la que se dirige hacia el Caño de los Molinos, para el servicio de las fábricas harineras La Ventosa y La Sorribas. Y lo más curioso es que, en el verano, se seca el río y el Caño está cargado de agua, pudiendo ser distribuida la misma para ambos cauces, por ecología y respeto a la flora y la fauna existente.
A esta presa principal sobre el Órbigo, construida así, nadie la regula, pues no es posible, todo va a su aire, y tampoco nadie se encarga de limpiar el lugar y su entorno.
El Caño sigue su curso y poco antes de llegar a las compuertas hay otra presa, un tanto artesanal pues son tablones de madera, troncos y piedras las que la forman, que sirve para que el agua no regrese por la manga Fidalgo, que allí comienza, hacia el río Órbigo, sino que siga hasta las compuertas. Solamente cuando estas se cierran el agua, regresará por dicha manga, de nuevo, al río.
En su recorrido hacia Benavente el Caño se encuentra, en el término denominado Las Fuentillas, con las compuertas que tienen por misión regular el agua que las fábricas harineras necesiten o crean conveniente para sus industrias. A menudo encargados de dichas harineras se acercan al lugar para subir o bajar las compuertas. Tarea interesante y a tener en cuenta, pues su control evitará que la excesiva cantidad en el cauce dañe y erosione más de lo debido las márgenes del mismo. Y con menos cantidad el servicio puede ser suficiente. Alguien tendrá que vigilar que se cumpla dicha regulación.
Ya en el parque de La Pradera una pequeña compuerta regulará el agua que se dirige a uno de los brazos de la isla y en donde se encuentran los patos, gansos y otras aves acuáticas.
También se encuentra el Caño con una retención y control en las fábricas de harinas. En este caso sus aguas serán utilizadas para su servicio, por concesión de la Administración del Estado, en la actualidad la Confederación Hidrográfica del Duero, desde hace ya muchos años.