martes, 11 de junio de 2013

Palomares en Villabrázaro.



Arroyo Reguero, a su paso por Villabrázaro.

Uno de los palomares, cerca del arroyo, y no lejos del cementerio.
Que hubo y sigue habiendo palomares en Villabrázaro desde hace mucho tiempo puede comprobarlo quien se acerque al pueblo uno de estos días soleado y en calma de la primavera. Y los verá a las afueras del pueblo, en tierras sembradas  de cereales y muy cerca del arroyo Reguero, ahora debidamente encauzado, y con sus márgenes cargados de verdor y flores silvestres, de variados colores.  Y es que el campo proporciona comida y bebida a las palomas durante gran parte del año. De este modo tan solo en el invierno el dueño del palomar se ocupará de su alimentación.
Pero en la actualidad ya quedan pocos, algunos  en estado ruinoso o tan sólo restos de los mismos. Pero todos son testimonio evidente de que las riberas del arroyo y los campos sembrados fueron siempre lugar apropiado elegido por los dueños para construir su palomar. Y a su lado no faltaba la noria ni el árbol, casi siempre un nogal, que proporcionaba sombra y frescor a las palomas y a las personas.
Los hay de forma cuadrada y rectangular, en el campo y en el patio de algunas casas habitadas o deshabitadas, algunos en estado ruinoso y otros de los que solamente se conservan restos de sus paredes con los nidales. Estos últimos son muestra evidente del abandono y la falta de cuidado y atención  a este tipo de construcciones tan singulares y que embellecen el paisaje castellano y leonés.
Al llegar al pueblo desde Benavente o Manganeses y no lejos del cementerio, ni del arroyo, hemos visto dos palomares, uno en buen estado y seguramente que con palomas y el otro ya en peor estado y como reclamando apoyo y ayuda para no desaparecer. Junto a este último noria y árbol. El otro, el que está más cerca del arroyo, tiene dos puertas, bellos adornos, es de forma rectangular y destaca en medio del sembrado.

Imagen más cercana del palomar anterior.

El palomar anterior fotografiado en invierno.

Otro palomar junto al cementerio, en estado ruinoso.
Detalle del palomar anterior.
Pasado el pueblo, si nos dirigimos hacia Pobladura del Valle vemos otros dos palomares, también cerca del agua y en medio de las tierras de cereales, alimento útil y necesario para las aves. El de la derecha, con paredes de color blanco destaca en medio del trigo verde, y también por sus adornos. De forma rectangular y orientado, como casi todos hacia el este. Y en el de la izquierda, de tapial sin cubrir la tierra, también rectangular, tejado hacia el oeste y con pequeño muro sobre él para protección del viento. Según me ha contado un vecino es el que más palomas tiene de todos los que hay en el pueblo. Lo peor es su evidente deterioro, que ocasionará su destrucción, si su dueño no lo repara y protege. Ojalá se una a la campaña que existe en otras provincias de promoción y salvación de los palomares. 

También este se encuentra cerca del arroyo, y no lejos del puente.


Fotografía del mismo en primavera.
Y fotografiado también en el invierno.

Pequeño y bonito palomar, reparado con ladrillos, pero su tejado en ruinas.

Tiene palomas y está orientado hacia el oeste.

Por la carretera que conduce a San Román del Valle, recientemente reparada, y a la salida del pueblo hemos visto otro palomar, en este caso cuadrado. Es de suponer que esté construido con tierra de tapial y revocado con cemento. Presenta buen aspecto. Tiene patio interior y en sus esquinas hay una especie de torrecilla como adorno. La pena es que tenga muy pocas palomas. Y es que las aves piden y necesitan comida y otras atenciones, para producir y proporcionar a sus dueños los pichones y la palomina. 

En medio de otro sembrado destaca este palomar capachado con cemento.
Y con torrecillas de adorno en las esquinas.
Por último, también en el patio o corral de las viviendas hubo en Villabrázaro palomares y, por cierto, con muchas palomas. Ahora apenas queda alguno en uso, aunque sí haya aves que anidan en pajares, garajes y casas en ruinas o abandonadas. Hay uno, en ruinas, al comienzo de la carretera de San Román, en el patio de una casa, que nos muestra los nidales de su interior. Es de imaginar que otros muchos pasaron por el mismo estado antes de su desaparición. 

En el patio de una casa se ve el interior de un palomar en ruinas.

En esta fotografía  destacan sus nidales.


Restos de otro palomar, a las afueras del pueblo.

En este blog publico de vez en cuando reportajes sobre palomares en buen estado, pero también imágenes de aquellos que se encuentran en ruinas o en proceso de destrucción. Creo que de sus ruinas también se aprende algo: forma de sus paredes y nidales, tipo de construcción, adornos en el interior que también existen, etc. Todo ello tiene como finalidad mover la sensibilidad de las personas amantes y amigas de los palomares para apoyar cualquier iniciativa que conduzca a la salvación y recuperación de estos edificios tan singulares, casi exclusivos de Castilla y León, al menos en cuanto al tipo construcción y también por su ubicación.